Don't Mess With Her

Capítulo 22 - Nadie

Nadie

Martes. 19-09-17

-¡Hey!- Escuchaba a lo lejos. Pero no podía abrir mis ojos.

¿Será parálisis del sueño?, okey. Entonces debes empezar moviendote de a poco.

-Tranquila-Volví a escuchar esa voz tranquilizadora.

¿Mamá?.

-Abre los ojos-Volví a intentarlo y esta vez sí pude abrirlos.

Inmediatamente una luz me cegó y los volví a cerrar. Poco a poco mis ojos fueron adaptándose y  los pude abrir. Cuando lo hice me di cuenta de donde me encontraba.

Un campo, una especie de campo completamente solitario.

Solo se destacaba el color verde en el césped y en las plantas.

Me fijé en mi vestuario y me di cuenta de que estaba descalza, y con un vestido holgado y blanco.

-Estás hermosa-Escucho su voz atrás de mi. Me volteo incrédula y la miro.

Ahí, tan hermosa. Ella también también traía un hermoso vestido blanco, y tenía su cabello cayendo en ondas, y muchas flores adornandolo.

Parecía un ángel.

-¿Mamá?-Asintió sonriente.

Ella me transmite una paz increíble.

-No te rindas con él-Dijo tranquila. Como si no pudiera estar de otra forma, como si solo estuviera en paz siempre.

-¿Qué?-Le pregunté. Sonrió comprensiva.

-Tú padre te necesita, no te rindas-Y cuando iba a responder ella empezó a desvanecerse.

-¡No!.

-¡No!-Me desperté un poco agitada.

-¿Estás bien?-Preguntaron los chicos sentados en los sillones blancos de la esquina. Asentí. Y recorrí la habitación con la mirada recordando donde me encontraba.

Me mareé un poco al despertar, fue muy repentino.

-¿Quieres que llamemos a tu padre?-Preguntó el doctor luego de relatarle lo sucedido.-Puedes poner una demanda.-Sugirió.

Si, me habían traído al hospital. Y fue lo más inteligente, con todos los morados que tengo.

Al parecer tengo una costilla rota, una leve contusión, un par de moretones y el labio roto.

Nada grave. Sin hemorragias internas ni nada de eso.

-Matthew me acaba de llamar...-Dice Annie entrando en la habitación. Porque sí, Matthew se enteró de lo sucedido y aunque no quiero que esté aquí, los chicos creen que deberíamos aclarar nuestras diferencias.-Está muy molesto con Allison y viene para acá-Bufé-También dice que si decides no demandar, el representante de Kappa Sigma-Noah- puede ir a hablar con el decano y este está en la obligación de expulsarla.

Informó.

A la habitación entra Lucas con cafés y una caja de rosquillas para todos.

Okey, lo amo.

-Gracias, muy amable de tu parte-Extiendo mis manos hasta las rosquillas y feliz las cojo.

Que deliciosa.

Todos ríen por la escena.

-Dejanos un poco-Bromea Logan, le saco el dedo corazón y él ríe.

-Oye-Me llama Chase-¿Quieres que llamemos a tu padre?-Negué cabizbaja.

Suspiró.

-Mack, él está preocupado por ti. Imaginate como se va a poner si se entera que no le avisamos-Insiste.

Lo miré-Tuvo su oportunidad, y la desperdició.

-Pero te ama-Me miró suplicante-Y está arrepentido.

-¿La dejó?-Negó apenado.

-Entonces no está arrepentido.

.  .  .

Íbamos saliendo del hospital. Por fin voy a poder recostarme en mi cama.

Chase y Logan había exagerado todo y me encontraba en una silla de ruedas porque según ellos Tengo que guardar reposo absoluto.

Cosa que es mentira.

Apenas Noah abre la puerta del hospital y Logan se encarga de empujarme hacia afuera, visualizo el auto de Matthew aparcado afuera. Y con este recostado en la puerta del conductor. Extrañamente tenía un pómulo morado. ¿Qué le pasó?.

Apenas me ve salir se aleja del auto para acercarse a mi.

Logan y los chicos se detiene por lo que me hacen detenerme a mi también.

-Hey-Me saludó-¿Cómo estas?-Alcé una ceja.

-¿Cómo crees que estoy si por tu estúpido mensaje estoy así?-Respondí fría.

Aparté mi mirada y la fijé en el suelo.

Woh, que lindo el color del pasto.

-¿De qué hablas? ¿Qué mensaje?-Preguntó confundido. Confundiendome a mi también.

Todos me miraban interrogantes.

-Te lo mostraria, pero me lo quitaron-Bufé.

-¿Qué decía ese mensaje?-Preguntó agachándose a mi altura.

Miré a los chicos pidiendo que se alejaran y estos lo hicieron, se alejaron unos metros.

-Me citaba al baño. No entendía porqué, y para saber, fuí.-Respondí. Él me miraba incrédulo-¿Por qué me miras así?.

-Mack, a mi me asaltaron ayer por la noche.-Informó. Eso explica su pómulo-Probablemente haya estado vinculado con el que te atacaran.-Dedujo-¿Sabes que puedes denunciar esto, no?-Asentí-¿Y lo harás?-Negué.

Por supuesto que no.

-¿Por qué? ¿Estás loca?-Exclamó. Alcé una ceja.

-¿Loca?, estoy demente. Pero no es por eso que no voy a denunciar-Murmuré pensativa. Él me miraba confundido.

Dios, es demasiado guapo.

-¿Y entonces?-Lo miré.

-Me voy a vengar, como solo yo lo sé hacer. Y va desear jamás haberse metido conmigo.-Y sentí como la antigua Mack regresaba a mi. Sonrió.

-¿Necesitas ayuda?-Preguntó malicioso.

Lo miré extrañada.

-¿Te vas a vengar de tu propia novia?-Pregunté irónicamente.

Rodó los ojos.

-¿Annie no te contó?-Negué-Ayer terminé con ella, justo antes de que me asaltaran. Se lo conté cuando me avisó lo que te había pasado. Fue un poco difícil contactarnos debido a que yo me acababa de comprar un nuevo móvil.-Reí.

-¿Y tus padres?-Sonrió. ¿Por qué sonríe tanto? ¿Me quiere matar del corazón?.

-Ya tengo una excusa para no estar con ella y que ellos lo comprendan. Digo, que tu novia te mande a robar y mande a golpear a tu ex dejándola en el hospital es una excusa válida ¿No?-Bromeó. 



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En el texto hay: adolescentes, bromas, guerra

Editado: 29.01.2024

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