Donuts

CAPITULO 3

HARPER

Observé a la pelinegra mientras esperaba una respuesta y ella asintió, sabía que Karen tenia un hermano, pero no sabía que era Patrick, pensaba que era un niño pequeño ya que siempre hablaba de su "hermanito"

[Eso no quería decir que fuera un bebé]

Mi conciencia tenía razón, pero varios pensamos así cuando hablan de hermanitos. Observé que Patrick tenía una bolsa con algunas cosas, sin embargo, tenía una pregunta en mi cabeza ¿Dónde estaba su carrito de donas?

—¿Qué les parece si entramos adentro?— habló Karen rompiendo el silencio que parecía eterno, ambos asentimos y ella introdujo su llave para entrar y los tres pasamos a la casa, ya había estado aquí antes pero no había fotos de ellos, sino que los pasatiempos favoritos de ella y frases inspiradoras. Tomé asiento en el sofá negro mientras Patrick dejó la bolsa en la encimera de la cocina y mi amiga tomó asiento frente a mi en el sofá individual.

—¿Cómo es que nunca supe de él?— pregunté, ella subió y bajo los hombros sin saber respuesta.

—No sé— soltó —No me preguntaste nada y no pensé que fuera tan importante hacerlo— Patrick se había sentado al lado de su hermana y me observó curioso.

—¿De donde se conocen?

—Somos mejores amigos desde el bachillerato— dije, además, ya tenía mucho como para los tres llevarnos más sorpresas.

—¿Y ustedes?— habló Karen —¿Dónde se conocieron?

—¿Recuerdas lo que te dije para el cumpleaños de mi madre?— ella asintió —Pues algo había salido mal y mi padre me dijo que me calmara, salí al parque de enfrente y me dio una dona.

—No es por presumir pero él hace las mejores donas— respondió, luego Patrick se levantó y suspiró.

—Lo siento, pero ya es tarde, me iré a dormir— cuando empezó a caminar y su hermana lo llamó, pareció que hablaban en clave con la mirada y a los pocos segundos se fue.

—Yo también me tengo que ir— dije y ella me acompañó a la puerta y después me dio un beso en la mejilla.

—Nos vemos Harper.

(...)

—¿Entonces el chico dona es el hermano de Karen? Vaya, que sorpresas— respondió Chris. Le había dicho sobre lo que paso anoche y al igual que yo estaba sorprendido. Escuché que alguien tocaba la puerta de mi oficina, era mi padre.

—Hijos— habló —Ya terminé de hablar con el encargado del diseño del nuevo hotel y todo estará listo para el cumpleaños de su madre. Ya solo queda lo del banquete, postres y decoración.

—Yo me puedo encargar de la decoración— habló mi hermano —Y del banquete te puedo pasar el teléfono de una amiga.

—¿Es la chica que estuvo en la premier el otro día?— asintió.

—Me dijo que a todos les gustó lo que hizo y que el productor la necesitaría para más eventos.

Mi hermano conocía a mucha gente, y el fin de semana hubo una premier y su amigo actor, Victor, era el protagonista. Julliet, la chica del banquete, también era su amiga y con esto podíamos estar seguros que todo estaría bien.

—¿Y los postres?— dije.

—A su madre le encantan las donas— respondió mi progenitor —Solo que en el lugar que le gustan no hacen pedidos para eventos— añadió.

—¿Y si le preguntamos al chico donas?— dijo mi hermano.

—¿Chico donas?— cuestionó mi padre.

—Patrick, el que vende donas afuera y es el hermano de Karen— explicó. Nicolas, mi padre, se sorprendió y hubo que contarle lo que había pasado. Después habló y dijo que había comprado varias veces con él y le parecían muy buenas las donas. Acepté hablar con Karen para ver si Patrick quería hacer las donas.

KarenNo creo que haya problema, solo hay que ver la fecha.

Harper: Esta bien, ¿me podrías pasar el telefono para hablarle?

Karen: Claro! Es...

Cuando tenía su número le hablé para preguntarle.

¿Hola?— respondió una voz al tercer tono.

—Patrick, soy yo, Harper.

¿Como estás?

—Bien, gracias. Oye, tengo una pregunta.

Claro, dime— respondió.

—En un mes cumple años mi madre y queríamos darle su postre favorito en la inauguración del nuevo hotel. ¿Podrías ayudarnos con algunas donas?

Se esparció un silencio durante unos largos segundos hasta que habló.

No hay problema— respondió —¿Que día sería?

—El 12 de abril.

Claro— habló alegre —Todo estará listo para ese día.

—Esta bien. Bueno, luego hablamos para seguir viendo como estaría todo.

Nos despedimos y ya todo estaba listo para ese día, mientras seguíamos verificando cosas del nuevo hotel y ver si todo estaba en su lugar. Era todo del gusto de mi madre y estabamos seguros que le iba a encantar, pues tiene ese toque moderno pero a la vez colores clásicos.

Ya solo faltaba que fuera el día.

Ya solo faltaba que fuera el día

 




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