Doppelgänger - Alecto

Capítulo 1

Shaftesburgy, Reino Unido, La Primera

 Octubre 2012

 

Había sido un cobarde, no podía luchar con sus sentimientos, estaba sorprendentemente solitario, sorprendente para ser la calle Bimport 7, la iglesia justo frente a su casa le hacía sentir más incómodo, pensó que la gente estaría en misa pero no, debía darse prisa antes de que llegaran, conservaba las esperanzas de que guiándose por el pensamiento de la mujer que amaba la encontraría en casa a las nueve de la mañana recién salida de la cama, aspiro profundamente antes de empujar la pequeña reja de color rojo, subir las escaleras y llegar a la puerta, estaba por llamar a la puerta cuando escucho voces dentro, risas, no solo de ella sino también de su familia, cada vez más cercanas, entro en pánico y cobardemente lanzo los tulipanes color naranja entre las plantas debajo de la ventana a su izquierda, al abrirse la puerta aparecieron los padres de Jane y ella, tomada del brazo de su mejor amigo Marcus, quiso preguntar que ocurría pero Jane corriendo hacia él le dio un fuerte abrazo antes de mostrarle en su mano izquierda la sortija de matrimonio con una sonrisa en el rostro, sintió su alma destrozarse, forzó una sonrisa y con dificultad les felicito. Le invitaron a acompañarlos a la iglesia pero declinó la invitación argumentando que estaba cansado y solo pasaba a saludar.

—  No seas ridículo Joe, ven con nosotros, queremos compartir este momento contigo —  Respondió Jane con una sonrisa en su rostro, era feliz por ella pero sentía un  hueco en el estomago

—  No creo que deba interrumpir este momento, es una celebración familiar y… debería irme

—  Eres de la familia —  Marcus le miraba con alegría —   Por supuesto que tienes que estar con nosotros, los padres de Jane le sonrieron, era una familia admirable y respetable

Medito sobre la invitación ¿Soportaría ver a la mujer que amaba con su mejor amigo? ¿Qué tanto estaba dispuesto a sacrificar? La familia de Jane era la que más acomodada estaba monetariamente, se tenía la creencia de que si se contaba con el apoyo de la familia Archer debía ser una persona muy afortunada, nadie se atrevía a contradecir a los Archer, no en su sano juicio, los cuatro le observaron.

—  Ustedes dos… me deben muchas explicaciones ¿Cómo es que eran novios y yo no estaba enterado? Par de traidores —  Dijo bromeando mientras los abrazaba, uno a cada lado, sería la última vez que podría estar en el centro sin pensar en que Marcus y Jane se amaban, entraron bromeando a la casa —  ¿Puedo preguntar a dónde iban?

—  A buscarte justamente, bruto —  Respondió Jane entre risas —  ¿Dónde habías estado? Llamamos a tu casa pero no respondiste

—  Estaba ocupado —  Trato de ocultar su tristeza al pensar en el ramo de tulipanes entre las plantas de la señora Archer

—  ¿Haciendo? —  Cuestiono Marcus

—  Basta chicos, no son policías, dejen tomar asiento al pobre —  Comento el señor Archer mientras se sentaba en su ya conocido sofá con soporte para los pies, llamo a la trabajadora doméstica para pedirle que llevase té para todos

Recordó cuando niño quedo huérfano, la familia Archer lo había adoptado como un miembro más, el día que le llevaron a la casa sintió miedo de ellos, el padre de la familia intimidaba a cualquiera, tenía el aspecto de un hombre victoriano, un traje burgués que le hacía lucir elegante e intimidante, conservaba su barba desde que era joven, no recordaba haberlo un solo día sin ella, solo que ahora, ya con una hija de 22 años lucia blanca y en su rostro se habían pintado manchas del envejecimiento y las arrugas no tardaron en aparecer, no era su edad, era el trabajo que le consumía la juventud, vio la felicidad en sus ojos, Joe sabía que el señor Archer estaba feliz por ver a su hija prometida en matrimonio, una noche mientras ambos organizaban la fiesta de cumpleaños para su esposa el hombre aprovecho la ausencia de su hija quien se encargaba de mantener ocupada a su madre en otros asuntos en la iglesia para que ellos pudieran organizar todo para decirle que estaba enfermo de cáncer, no era algo que le sorprendiera, ser el dueño de una joyería y un banco quitaba la vida a cualquiera, quería que su hija encontrara la felicidad y quería ser parte de esta, deseaba verla vestida de blanco y caminando hacia el altar antes de morir.

—  No sabes cuánto deseo verla casada, sé que quizá no logre conocer a mis nietos pero igual lo anhelo ¿Suena tonto?

—  Claro que no señor Archer, baje de ahí, yo me encargare de acomodar esas luces

—  Estoy enfermo pero no quiere decir que no pueda moverme, mejor dame esas letras, tienen que quedar en lo alto, en cuanto vengan los niños comenzaran a correr por todas partes y no quiero que destrocen nada



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En el texto hay: pasado oscuro, guerra interestelar

Editado: 26.09.2023

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