Algo cayo sobre el, al abrir los ojos vio ropa sobre su pecho — ¿Puedo preguntar porque me despiertas?
— Iremos a Matis
— ¿Matis?
— Si, planeta Matis, alístate
— ¿Qué tenemos que hacer en Matis? Tengo sueño — Sirio preparaba dos tazas de café, Júpiter prefirió volver a cubrirse con las cobijas
— Sal de esa cama hora o te echare el café en la cabeza
— No lo harías
— ¿Hace cuánto nos conocemos? — Salto fuera dela cama, pensó que estaría peor por la muerte de Reina pero se le veía tranquilo, lo que podía decirse como estar tranquilo, Sirio era la clase de persona que por triste que estuviera nunca lo mostraba, tomo la ropa y se cambió en el baño, al salir encontró a su hermano sentado en la sala viendo televisión, se sentó a su lado, la taza blanca estaba sobre el portavasos, al lado cuatro galletas de canela
Los primeros minutos pasaron sin hablar hasta que Júpiter no soporto más el silencio — Hermano ¿Seguro que estas bien?
— No sé porque lo preguntas
— ¿Por qué no hablas conmigo? Me preocupa tu silencio
— Si te preocupa que me corte la venas, puedes estar tranquilo, no lo hare
— Sirio, sabes lo que quiero decir, no descansas, casi no duermes, me preocupas ¿No quieres hablar conmigo? Te hará bien desahogarte
— ¿De qué? — Le miro — No tiene sentido, está muerta y hablar no hará que regrese — Sabia que no lo estaba pasando bien, su depresión aumentaba al encerrarse en esa plataforma, solo eran ellos dos y los empleados que trabajaban ahí por cuatro horas y después solos de nuevo, Sirio encerrado en su laboratorio sin querer salir a ninguna parte, en algunas ocasiones existía tanto silencio que llego a sentir miedo de abrir la puerta y encontrar a su hermano muerto, terminaron el desayuno en silencio, los transportes tenían diferentes potencias por lo tanto no cualquier transporte podía llevar a donde se deseara, si eran viajes galácticos se usaban naves pero si eran viajes fuera de las galaxias se usaban plataformas y dependiendo de la distancia era el tamaño y potencia de la plataforma, esperaba con ansias su mutación, le desesperaba no saber lo que el resto decía, Sirio le explico cómo funcionaba el sistema de mutación en la dimensión, un programa implantado en la cabeza.
Daba habilidades físicas y mentales increíbles incluso para Lupus, la tercera dimensión contaba con un idioma así que si se deseaba hablar con ellos se tenía que estar alterado o no habría manera, Júpiter no lo estaba y solo podía estar fuera de la Tierra pero manteniéndose en su órbita.
— ¿Cómo iremos a Matis? No puedo salir de la Tierra ¿Lo olvidas? — Comento mientras subían en la nave
— Nunca dije cuando iríamos, tu mutación es mañana en la Tierra así que pensé que sería bueno que recorras Casterbell como un simple humano antes de cambiar
— Un simple humano… — Repitió distraídamente
— ¿Pasa algo?
— ¿Por qué esta dimensión le tiene tanto odio a La Primera?
— ¿Qué te dijeron?
— Escuche a los trabajares hablar sobre ello, no los quieren
— No hablas el idioma ¿Cómo le entendiste?
— Solo algunas palabras y porque las recuerdo de los noticieros cuando habla sobre esa dimensión
— ¿Entonces porque preguntas porque los tenemos en un mal concepto? ¿Nunca has visto cómo se comportan? — Negó con la cabeza
— No me parecen interesantes, todo lo contrario, un tanto molestos e inútiles, nunca les preste atención, sin embargo aquí parece ser que decir “La Primera” es como un tabú, tengo suerte que no se aplique la sentencia de muerte, de lo contrario ya me habrían dado cadena — Sirio sonrió
— No seas tonto, simplemente son desagradables y como tú dijiste, inútiles, somos una especie superior, semejante a ellos pero igualmente superior, solo es eso, es como si estuvieses comiendo y te mencionaran… no sé, por ejemplo un insecto, se te revolvería el estómago, es lo mismo aquí, vives tranquilamente y si te mencionan algo tan asqueroso te pones de mal humor
— Entonces mejor no nombrar a La Primera