Desde que se fueron Europa pudo notar un comportamiento extraño en Orión, usualmente él era una persona serena, increbrantable pero en esa ocasión lucia nervioso, miraba su celular cada diez segundos, su pie derecho golpeteaba contra el suelo en ocasiones, llego un momento donde Europa se molestó.
— ¿Podrías ser menos escandaloso? Tengo suficiente con los gritos de Júpiter para tener que soportar tu estrés
— A diferencia de ti, yo tengo asuntos importantes que tratar, disculpa que no te tenga lastima
— Soy una doctora y…
— Y tu trabajo es eso, cuidar de los enfermos
— ¿Qué te sucede?
— Nada que te incumba — Se puso de pie para salir a paso grande de la sala azotando las puertas, cuando el programa le recordó que no debía golpearlas solo se escuchó un — Ya entendí
— Cuide las instalaciones
— Cállate, maquina tonta
— ¿Qué le pasa? — Pregunto Smith
— No me mire, si supiera no creo que estuviera aquí sentada — Reviso la hora, habían transcurrido veinte minutos
— Mi cabeza arde — Escucho decir a Júpiter — ¡Sirio!
— Aquí estoy hermano
— ¡Haz que pare! Duele ¡Ayúdame! — Sirio se aferró con más fuerza a la mano de su hermano, ambos estaba sudando, uno por el dolor y el otro por la tensión de ver a su hermano gritando, al menos uno de los dos hermanos no había tenido que pasar por la mutación solo — Decidió entrar en la habitación
— Sirio, traje esto — Llevaba en las manos un recipiente de cristal con agua y un paño blanco — Ah pasado media hora y está cubierto de sudor, debería ayudarte a limpiarlo
— Gracias
— ¡Hermano! — Grito mientras se retorcía en la camilla — Duele, ayúdame
— Todo pasara
— Quiero morirme, duele mucho — Ambos limpiaron al hombre mientras este trataba de liberarse de las cintas que lo mantenían fijo a la camilla, Europa pensó en el comportamiento extraño de Orión, el no solía actuar de esa manera “Quizá haya sido yo, después de todo no podemos sostener una conversación sin querernos apuñalar” Decidió ignorar el tema, continuaron limpiando, se detuvo cuando escucho esa palabra
— ¡Europa! — La mirada de ella y Sirio se encontraron lo cual lo convirtió en una situación incomoda
— Tengo que hacer más pendientes — Se dio prisa en limpiarlo — Me tengo que ir, si necesitas algo ya sabes que tocas el botón purpura y alguien vendrá a ayudarte
— Claro, gracias