Doppelgänger - Alecto

Capítulo 21

Sus padres platicaban animadamente tratando dejar atrás los problemas que había surgido, Estela observaba a Orión del otro lado de la mesa frente a ella, sus padres  hablaban de sus viajes y pasaban las fotos en la pantalla cuando llamaron a la puerta, su hijo se ofreció en atender, pasaron varios minutos y noto que no regresaba.

Se disculpó con sus padres argumentando que se sentía muy cansada y que iría a dormir, desde su habitación podría escuchar lo que su hijo estuviera haciendo, abrió un poco la ventana esperando.

—  Amor, creo que estas muy cansada, será mejor que vayas y descanses

—  Es que no me estas escuchando Orión, yo sé lo que vi, antes de perder la memoria estuve buscando a Viemort

—  ¿Y qué es eso?

—  Justamente es lo que quiero saber, no entiendo que es, quizá si lo encuentro me ayude a recordar para que lo quería, no puedo quedarme simplemente con los brazos cruzados después de saber esto —  Orión resoplo —  Escucha, busque en internet y no hay nada

—  Quizá porque no existe

—  Estoy segura de que existe y necesito tu apoyo, no solo te comportes así, estoy desesperada Orión, necesito saber qué fue lo que me paso porque solo así podre saber si en verdad no es Cassandra la culpable

—  Hablamos de esto mañana amor, ven, te llevo al castillo —  Fausta le empujo

—  ¡No! No quiero dormir, quiero respuestas

—  Amor, estamos en un vecindario, hay muchas personas aquí, la mayoría de ellas durmiendo, si te pones a gritar así los vas a asustar y lo único que vas a lograr con esto es que llamen a la policía, creí que ya te estabas controlando

—  Las casas están separadas por metros Orión

—  Y los habitantes están mutados, pueden escuchar cualquier ruido por mínimo que sea así que te pido que te controles

—  ¿Por qué no me escuchas? Solo quiero que me creas y me ayudes

—  Solo mírate, piensa en tu actitud hace algunas horas ¿Cómo quieres que confié en ti? —  Espero una respuesta

—  Porque Edwin lo habría hecho —  Solto de la nada para después darse la vuelta y alejarse de la casa, Orión corrió tras ella, Estela cerró las cortinas para permanecer recargada contra la pared

—  ¿Qué es Viemort? —  Camino hasta la cama y tomo su lap top, tecleo el nombre pero solo aparecía una página de cuentos infantiles —  Quizá después de todo si está verdaderamente loca

Volvió a escuchar ruidos extraños en la habitación de Edwin, ingreso en ella pero ya no se escuchaba nada, cerró la puerta y se derrumbó en el suelo cerca de la cama mientras tomaba la almohada, llamaron a la puerta, era su madre

—  Creí que habías dicho estar cansada

—  Solo quiero estar cerca de mi hijo —  Respondió entras acomodaba la almohada en sus piernas, su madre se sentó en el borde de la cama a su derecha

—  Pasaron muy poco tiempo en esta casa

—  Después Fausta les dio sus cargos y se fueron al castillo, el último en irse fue Edwin, esta habitación tiene su aroma… tengo solo dos hijos pero incluso si tuviera veinte, sabría cómo huelen cada uno —  Noto que su madre sonrió melancólicamente

—  Si, recuerdo el tuyo siempre —  Pasaron algunos minutos en silenció —  Estoy segura que él también te extraña

—  No lo parece, no tiene consideración por su pobre madre, se fue sin dejar una carta o algo, simplemente se olvidó de mí

—  Confió en que pronto regresara hija

—  Ojala pudiera sentir ese ánimo pero no puedo, trato cada día de buscarlo pero ya no sé dónde y ahora llega Orión a decirme que esa jovencita regreso… —  Se detuvo de golpe

—  ¿Qué ocurre?

—  Cassandra era la mejor amiga de Edwin

—  ¿Y?

—  Quizá sepa dónde está el, si está bien, si necesita algo, tengo que ir a buscarla —  Se puso en pie pero su madre le detuvo antes de dar un paso —  ¿Qué pasa?

—  ¿Por qué forzar las cosas hija? Dale a Edwin su espacio

—  Tengo que ir mamá, vuelvo más tarde

Llego al área de reservas gubernamentales perteneciente al Supremo Palacio de Justicia, este era un rascacielos en la parte trasera del palacio, una recepcionista le atendió y le pidió que dejara su huella para poder tenerla como registro, aquel lugar era un verdadero laberinto de oficinas, Orión les había hablado de los golpes que Fausta le dio a él y Rigel además de Cassandra así que supuso la encontraría en la enfermería, en cada esquina de los pasillos había pantallas como módulos de información, descubrió que había dos, una en la planta sesenta y la otra en la planta veinte, probo con la primera esperando encontrarla, entro corriendo no querido perder ninguna oportunidad y se detuvo en seco cuando vio a Asteria curando a Cassandra, sabía que había llegado en mal momento pues la joven gobernante limpiaba delicadamente las heridas, con cariño y con temor de lastimarla, mientras Asteria limpiaba el corte debajo del ojo derecho la herida gimió de dolor.

—  ¿Qué paso?

—  ¡Auch! —  Respondió molesta



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En el texto hay: pasado oscuro, guerra interestelar

Editado: 26.09.2023

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