Doppelgänger - Alecto

Capítulo 31

La puerta se abrió a sus espaldas, sabía que Marcus esperaba una respuesta o podía estar cerca de su muerte, mantuvo su vista fija en la pared donde una fotografía de Lauren mostraba los mejores años de vida que había tenido desde su nacimiento.

—  Joe

—  Te dije que no tendría una respuesta pronto

—  Entiende que esto no es personal

—  Todo se va al diablo cada día Marcus, tenemos suficientes problemas para involucrarnos con otras especies, deberías preocuparte por tu alcoholismo

—  No sabes lo que dices

—  Por supuesto que se lo que digo, no llegaste a México buscando a Lauren

—  ¿Qué fue lo que viste aquella noche en el buffet? —  Joe sonrió secamente

—  Te estabas tardando en preguntar

—  Había varias cámaras de seguridad, no dije nada porque quería esperar a que Jane diera a luz pero ahora estamos en esta situación

—  ¿Has pensado en lo que pensara Jane de ti si pudiera regresar a la vida y ver como tratas a Lauren?

—  Eso no lo sabré hasta que ella regrese

—  Dame más tiempo para pensarlo

—  Joe…

—  Lo que viste en las cámaras de seguridad no es nada comparado con lo que viví en carne propia, no es tan fácil decidir un bando ¿Sabes?

—  Por eso mismo Joe, si tú ya viste lo peligrosos que son

—  No entiendes nada, vete, déjame pensarlo

—  El tiempo se agota Joe

—  Ya me lo dijeron antes, no tengo un problema auditivo, ahora déjame en paz —  Escucho la puerta cerrarse, tenía que buscar la manera de huir de aquel lugar antes que Lucia asesinase a todos

Se sentó en el borde de la cama pensando en aquella extraña imagen en su cabeza, Lucia lo estaba buscando por eso, tenía la habilidad de poder ver otros lugres sin estar realmente presente, como si fuese alguna clase de viaje astral donde su alma y su cuerpo se separaban y luego estaba la imagen de estar en el agua ahogándose y a esa extraña mujer acompañada por un hombre, estaba seguro que la mujer era la misma que había visto en Londres, él nunca se consideró un hombre de fe pero se dio cuenta que posiblemente el espíritu si existía, sabía que estaba siendo rastreado por ella y que lo quería de su lado por alguna extraña y aterradora razón no tenía escapatoria de ella pero si de la Asociación, lo único que quería hacer era ver a su hija, se estaba volviendo loco, quería saber que estaba a salvo, necesitaba verla y decirle que todo estaría bien, que papá la protegería.

Así pasaron los días donde no aceptaba bocado alguno y caminaba de un lado a otro pensando en cómo escapar, ninguna alternativa era viable, en todas terminaría lleno de balas y la única opción que le quedaba era aceptar unirse a la Asociación rezando que Lucia no lo supiese pronto y le asesinase. Pidió hablar con Marcus al día siguiente de haber tomado su decisión, lo que le tenía sin conciliar el sueño era que les diría, querían información y no podía arriesgarse a tener de enemiga a Lucia, el cansancio le venció llevándolo a un profundo sueño donde recibió la ayuda que tanto había estado deseando.

Todo estaba oscuro, poco a poco su vista se fue adaptando al ambiente, estaba en lo que parecía ser una cueva, miro a su alrededor esperando ser emboscado por Lucia pero no hubo nada, a su alrededor miles de caminos hacia lo que pensó serian muertes seguras, al fondo de uno de ellos escucho ruidos, como si algún liquido se sacudiera, temeroso pero sin opción se encamino hacia aquel lugar, descendió entre rocas y trozos de metal hasta lo que en un inicio pensó sería una laguna, al acercarse se dio cuenta que no era agua sino aluminio líquido, tratando de no caer se acercó lentamente miro hacia arriba, el lago de aluminio estaba cubierto por roca, una gigantesca cueva que estaba seguro debía ser del tamaño de Londres, algo comenzó a moverse en el mercurio, se alejó un poco, una figura humanoide floto con la vista hacia la roca superior.

Joe trago saliva ¿Qué clase de sueño estaba teniendo? No pudo identificar el género del cuerpo que flotaba cual cadáver.

“Joe, hijo de la existencia, has venido a mí en tu desesperación” su boca nunca se movió, era una voz dentro de su cabeza

—  ¿Quién eres y como sabes mi nombre?

“Haz venido por respuestas distintas”

—  ¿Tu puedes ayudarme?

“El sendero sencillo es hacia el enclaustro pero inasequible el control de su poder”

—  ¿Eso qué quiere decir?

“El fin del mundo, donde la Tierra tiene su fin, donde no hay a donde huir, doloroso y necesario es, donde todo comienza y todo termina la esmeralda brilla bajo el velo de su protectora”

Joe trato de asimilar sus palabras, el cadáver comenzó a hundirse de nuevo

—  ¡No! ¡Espera! —  Se había ido ¿Qué había sido eso? ¿Algún ser? Escucho voces a lo lejos y abrió los ojos rápidamente, estaba de regreso en su habitación ¿Cuánto tiempo había dormido? Minutos después la puerta se abrió

—  Buenos días Joe, espero hayas tenido un gran descanso



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En el texto hay: pasado oscuro, guerra interestelar

Editado: 26.09.2023

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