Las lámparas en la habitación comenzaron a parpadear, Fausta miro a su alrededor sin comprender que ocurría, seguido de ello ingresaron en la habitación Orión y Rigel corriendo, Orión trato de llegar a Fausta y fue cuanto ocurrieron muchas cosas a la vez, los focos estallaron y Europa sintió una corriente eléctrica que recorría todo su cuerpo activando un campo que lanzo lejos a ambos jóvenes, fue en busca de Rigel pero temía dañarle, eso no podría perdonárselo nunca, escucho más estallidos, sintió una mano tomarle por la muñeca, grito y trato de alejarse, era Rigel quien le abrazo hasta que logro calmarla, recordó su charla con él y todos los fenómenos extraños que estaban ocurriendo alrededor de ella.
Cerró los ojos y trato de regularizar su respiración y poco a poco la electricidad en su cuerpo fue desapareciendo, Fausta se había escondido detrás de un librero y Orión permanecía inerte sobre el suelo, inconsciente, quería gritar que no había sido ella pero no encontró la fuerza para pronunciar palabra alguna, la que en algún momento había sido su mejor amiga se arrastró rápidamente hacia su novio y recostó su cabeza en sus pernas.
— Orión, responde por favor — Dijo con un hilo de voz — No puedes dejarme, no lo hagas tú también — Europa se acercó lentamente
— Fausta, yo…
— Ayúdalo, si lo ayudas prometo que no te hare nada pero ayúdalo — Quiso gritarle que ya no confiaba en sus promesas pero Orión no tenía la culpa, su cuerpo tenia severas quemaduras, se acercó y reviso su pulso para después soltar una bocanada de aire
— Esta vivo, solo un poco delicado, Rigel, ayúdame a llevarlo a la enfermería
— No, tienes que curarlo aquí
— Pero Fusta
— Ya tengo muchos problemas ¿Realmente quieres ser un ratón de laboratorio? No lo creo ¿Cierto? Entonces haz algo por el aquí
— No tengo los instrumentos para ayudarlo y su estado es delicado, no puedes exponer su vida de esta manera
— Tú eres la culpable de todo esto y ahora debes arreglarlo, veré quien esta afuera y ustedes lo llevaran, será mejor que Smith no tenga la idea de ir con la Corte porque entonces tu pagaras por esto
— Es suficiente Fausta
— No, no lo es — La gobernante le lanzo una mirada envenenada a Europa quien bajo la vista llena de terror, Fausta podía ser baja y tierna pero estando furiosa transmitía todo tipo de emociones menos ternura, la joven castaña fue hasta la puerta y salió, segundos después regreso para darles la señal de salida, entre ambos cargaron a Orión y la siguieron, Europa temía encontrarse con alguien de la Guardia, Orión era el hermano del querido Edwin y se pondrían furiosos de saber lo que había ocurrido y prefería no pensar en Atlas.
La temperatura corporal de Orión estaba aumentado perlando su piel de sudor mientras temblaba, Europa solo lograba escuchar murmullos suyos pero nada entendible, le aterraba la idea de cómo pudiera reaccionar Smith.
Subieron a Orión con cuidado al automóvil con su cabeza apoyada en las piernas de Fusta quien no paraba de llorar mientras la causante de su problema no podía controlar su temblor, Rigel condujo lo más rápido que le fue permitido y tratando de no llamar la atención. La chica peligrosa miro sus manos y noto una ligera corriente eléctrica recorriéndolas, las bajo tratando de no entrar en crisis, durante el viaje entró una llamada a Rigel, respondió tratando de sonar calmado, era Hipólita.
— Rigel ¿Dónde está Orión? Ya llame a su celular y no responde, La Corte lo necesita aquí
— Orión está un poco ocupado, me temo que tendrás que darles alguna excusa pero no puede hablar con ellos en este momento
— ¿Por qué no?
— Solo has lo que te digo y no retrases más esto o comenzaras a provocar sospechas
— Rigel, si algo está mal dímelo ¿Todo está bien Orión?
— Claro que si ¿Por qué no habría de estarlo?
— Rigel
— No fastidies más — Fausta corto la llamada desde su asiento
— ¿Porque hiciste esto?
— Hipólita no tiene nada que ver en este asunto así que la quiero lejos — Europa permaneció en silencio escuchando la discusión entre Rigel y Fausta ¿Se estaba convirtiendo en un monstruo acaso? Todas las acciones raras, todos los eventos extraños habían sido provocados por ella ¿Por qué motivo estaba teniendo esas ilusiones? Solo quería que todo se borrase de ella
Recordó el día previo a los eventos extraños, el departamento del que tanto huía, su abuela descansaba sobre la cama cubierta por una brazada, sabía que la odiaba, desde pequeña todo alrededor de ella mostraba que no era normal por más que tratase de serlo. Cuanto tenía seis años sus compañeros la hicieron enfadar por no guardar silencio durante la clase y las lámparas sobre ellos estallaron, eran lámparas viejas así que el soporte se fue abajo, uno de los niños murió en el hospital, la escuela fue demandada y terminaron por cerrar sus puertas definitivamente pero Europa sabía quién era el responsable de esa muerte, era ella, considero que lo ocurrido no era más que un pago, se lo merecía y su abuela lo sabía pensó que la mutación había hecho desaparecer esa habilidad pero no fue así, por el contrario, la intensificó, se preguntó porque Fausta nunca hizo nada al respecto al ver que ella no era normal.