Cada día era más complicado entenderla, desde la noche en que le llevo a aquella cueva y le mostro su piel al contacto con el agua no dejaba de actuar raro, parecía perdida y el único momento donde parecía ella y al mismo tiempo otra fue cuando acepto que intentaría tener una relación amorosa con él y aunque realmente lo intentaba su mente siempre estaba en otra parte, sobre todo con lo que acababa de ocurrirle a Orión, Rigel decidió esperar en el lobby del hospital hasta tener noticias del joven, casi cambia de decisión al ver a Fausta salir rápidamente del edificio y media hora después ver a Hipólita entrar aterrada y pidiendo información en recepción, ninguna de las dos se percató de su presencia, cuando estaba a punto de subir a la habitación del hermano de su mejor amiga Europa apareció ante el al abrirse las puertas del elevador.
— Hey ¿Cómo está?
— Bien, sufrió una fuerte descarga eléctrica
— Pero estará bien ¿No es así? — La joven asintió — Entonces ¿Por qué estás tan preocupada?
— Rigel ¿Crees que puedas acompañarme? Debo mostrarte algo y es muy delicado
— Seguro
— Espérame, debo dejar la bata en mi oficina — Europa tardo más de veinte minutos, considero ir a buscarla pero no fue necesario, regreso dos minutos después
— ¿Todo bien?
— Si, solo que tenía que dejar la carpeta de Orión en orden
— Bien, adelante, dime a dónde quieres que te lleve
— A Menkar — Le tomó por sorpresa su petición pero no rechisto, con el paso de los años aprendió a esperar las respuestas de Europa, era una mujer que no decía lo que pensaba u ocurría tan fácilmente
Comenzaba a ponerle nervioso el trayecto en silencio, Casterbell no era una ciudad lejana a Menkar pero si les tomaría un poco de tiempo en llegar, más por el silencio que por el viaje, eso era lo que lo haría más largo de lo habitual, no supo que preguntar y tuvo que colocar el televisor para tener algo de ruido en el automóvil.
— Jamás podría hacer algo así — Se escucharon risas del público
— Bueno, estamos todos de acuerdo en algo, para el cumpleaños de Shoganj comprare una tonelada de ellos
— Ni se te ocurra pensarlo o le diré a tu esposa
— No lo hagas, te lo suplico, lo que me gane la última vez que se molesto fue un cupón para ver una película humana — El público volvió a estallar en carcajadas
— Bien, bien, volvamos con el tema del Torneo Universal, díganme si no hemos tenido espectáculos gloriosos
— Para nada, realmente no me gusto la presentación de los hermanos Vith
— ¿Cómo puedes decir algo así? Fue una presentación excelente
— Claro que no, analicemos desde la perspectiva del último torneo, dejaron mucho que desear en cuanto a su coordinación, no sabían a donde estaban lanzando
— Oh tonterías, el jurado les dio noventa puntos, calificaron en quinto lugar
— Podría decir que una calificación mediocre, empecemos por el cuarto tiempo, cuando los Quawemenrts lanzaron esa hidroesfera a medios….
Realmente a pesar de que la pantalla se proyectaba entre ambos, ninguno de los dos estaba escuchando, estaba tan sumergido en sus pensamientos que no se percató de que ya habían atravesado la frontera de Menkar hasta que Europa hablo
— Gira a la izquierda, ahí habrá tres diferentes rutas
— De acuerdo — Disminuyo la pantalla y coloco el GPS para continuar manejando, no quería apartar las manos del volante o terminaría por interrogarla
Pensó que sería un viaje tranquilo pero un obstáculo en el camino que le tomo desprevenido les hizo impactarse provocando que el automóvil se volcara, no rodaron por la cuesta gracias al sistema de cableado protector y tampoco tenían rasguño alguno por la mutación y el campo protector que se activó alrededor del automóvil
— ¿Estas bien? — Pregunto Rigel aterrado de pensar que pudo lastimarla pero la joven asintió mientras miraba en todas direcciones
— ¿Cómo paso? Nuestras carreteras son las más seguras
— No lo sé, quizá algún imperfecto en el pavimento, debí viajar por aire
— No, es que esto no debió pasar — Respondió con la voz ligeramente alterada
— Cálmate, esto fue un pequeño problema, nada grave — Europa comenzó hiperventilar, ella solo presentaba un síntoma tan humano cuando recordaba su vida en aquella dimensión
— Llamare a una ambulancia
— Déjalo así, es que no entiendes
— Déjame
— ¡Te dije que lo dejes así! — Soltó bruscamente la joven — Te dije que no lo hagas
El automóvil no estaba lo suficientemente dañado como para no funcionar así que con cuidado se estaciono a la orilla cerca del sistema de cableado protector, todavía no lo apagaba cuando ella bajo rápidamente y se adentró en el bosque, no comprendía que estaba pasándole, simplemente no era ella, en los últimos días estaba cambiando demasiado. Salió detrás de ella, le costaba seguirle el paso, caminaba a prisa, como si huyera de algo, puso ver que abrazaba mientras mantenía la vista baja.
— ¡Europa! ¿Quieres esperar? No puedes pasar la vida huyendo de todo, tienes que detenerte ¡Europa!
— No lo entiendes Rigel, será mejor que te alejes de mi
— No… no me vengas con esas palabras estúpidas ahora, siempre me alejas, no te lo permitiré esta vez — Camino más rápido hasta quedar a centímetros de ella, de la nada, se detuvo pero continuo dándole la espalda — No iré a ningún lado