Doppelgänger

Capítulo 3

Escuchaba voces pero parecían lejanas, agua cayó sobre mi rostro ahogándome, me incorpore tosiendo.

— ¡Edwin! — Europa se inclinó — ¿Estas bien? Ven, déjame ayudarte —Me puse de pie sin tomar su mano

—Creí que dijeron que estaría a salvo con ustedes

—Y así es— respondió Rigel

—No lo parece, creo que el chico quiere matarme

—Perfecto, ahora no son Edwin, soy el chico— Respondió dándome la espalda, su vista estaba en la ventana, parecía no ser más de medio día

—Hijo, no seas grosero, le debes respeto—Le dijo una mujer, poco mayor que nosotros, se veía cansada, cuando me vio sus ojos purpura reflejaron tranquilidad. No se parecía a su madre, sus ojos eran cafés, cabello castaño, su piel era un poco más morena…

—Al fin estas aquí querida, estábamos tan preocupados—Tomo una toalla del estante cercano a la puerta y me envolvió con ella—Ven, te llevaremos al castillo, ahí podrás descansar

La habitación era completamente blanca, en el centro solo había un gran diamante sobre una mesa alta, al salir no podía hablar, en donde me encontraba no era nada comparado al lugar donde estaba el hospital, el cielo era demasiado claro, planetas vistos desde el cielo era algo difícil de imaginar, en Casterbell era posible, los automóviles volaban, la gente vestía de una forma muy diferente, había maquinas por todas partes, la arquitectura era la más maravillosa que se pudiese imaginar, no había palabras para poder describir lo que tenía ante mis ojos, naves llegaban desde el espacio y aterrizaban como si fueran aviones, nadie se inmutaba, era normal, para mí no pero aun así me fascinaba.

—Lo sé, es más de lo que se puede imaginar — Dijo Europa

—Debemos llevarte al castillo, ahí estarás cómoda

—Rigel tiene razón, además, hay alguien que quiere hablar contigo, está desesperado por verte— Comento la madre de Edwin, su hijo quien estaba detrás de nosotros la miro molesto— Me refiero a un gobernante, a Wogrilng, te está buscando, quiere hablar contigo y no podemos si no te hacemos esos exámenes médicos antes, Rigel, manda un mensaje a… bueno, dile que ya está aquí, que programe un cita con Wogrilng dentro de dos semanas —Parecía que estábamos en una montaña, el mareo era fuerte

—Rigel— protesto Edwin—Lo hare yo, estaré encantado de darle la noticia

—Hijo…

—Yo lo hare—Mientras bajaba las escaleras me miro por escasos segundos, desvió la mirada y se fue

—Lamento el comportamiento de mi hijo querida, es solo que no se encuentra bien para hablar en este momento

—Gracias…

—Estela, hay algo que debes saber, Fausta está mal, alterada y desconcertada por haber estado en La Primera

—Eso lo sé ¿Quién no lo estaría? Es un verdadero milagro que no le hayan hecho daño

—No comprendes, ella tiene amnesia

— ¿Qué? — Me libero de su brazo para tenerme frente a frente— ¿Qué tan malo es?

—No sabemos, estaba en una clínica de rehabilitación en Francia, escuchamos lo que los médicos dijeron y parece ser que es grave, la encontraron en un pueblo golpeada y parecía ser que había llorado, se alteró cuando vio a los médicos, golpeo a los policías y personal del hospital, no recuerda mucho por lo que dice, necesitamos un examen a fondo para ver la gravedad del daño

—No puede ser, así no puede presentarse a los demás, eso explica la ropa. Escapaste del hospital ¿Cierto? —Asentí con la cabeza, parecía afligida— Esto es malo, muy malo, una gobernadora con amnesia, así no puede estar al poder

—Cálmate, no sabemos cuánto afecte, tenemos que hacer un examen, no podemos sacar conclusiones así, vamos a llevarla al castillo, no puede llegar así al hospital, sospecharan que algo pasa, tiene que prepararse

—Bien, le diré a Orión que prepare la entrada trasera para nuestra llegada, nadie debe verla aun

—No es necesario, ve tú, Edwin y el no deben verse todavía, sabes que la situación entre ambos no es favorable, adelántate, nosotros nos haremos cargo de ella— Estela pareció dudar por un momento

—Está bien, llévenla ustedes, me adelantare, mientras compren algo de comida para ella, se nota que esta desnutrida, en menos de media hora los quiero en el castillo ¿Me oyeron? Recuerden que nadie debe verla, programen el vidrio, debe estar polarizado




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