Doppelgänger

Capítulo 6

Vertió un poco un alcohol en algodón, Rigel esperaba pacientemente en la cama sentado mientras la observaba trabajar, solo permitía que ella lo curara.

—No puedo creer que de nuevo hayas discutido con ellos, es increíble ¿Cuándo será el día que permanecerás calmado?

—No fue mi culpa, me provocaron

—No puedes golpearte con la primera persona que te provoca, intentamos llegar a un mundo pacifico ¿Recuerdas?

—Oye, eso lo veo un poco complicado con imbéciles como esos ¿No te parece? — Europa se veía molesta — No me veas así

—Discúlpate con ellos—Camino hacia él, coloco el algodón sobre la herida

— ¿Qué? ¡Auch! No presiones

—Te lo tienes merecido, te dejo una hora solo y regresas lleno de golpes —Admitía que amaba verla molesta con él, significaba que estaba preocupada, que una parte en ella pensaba en su bienestar y aunque no era el lugar más adecuado sí que amaba que lo curara, tenerla cerca le daba fuerzas, sentía su alma cobrar vida cuando veía ese hermoso cabello rojo fuego y su deslumbrante sonrisa, su sonrisa... Se sentía en el paraíso cuando la veía sonreír, pudo observar sus mejillas rosadas, sus ojos que lo observaban por breves segundos antes de desviar la mirada. El mismo delicioso aroma que lo hacía delirar y volverlo loco, vainilla lo envolvía con su presencia —Estoy considerando seriamente golpearte yo también

—Lo dices porque sabes que no protestaría — Europa reacciono, su rostro se tornó de color rojo y carraspeo

—Estamos metidos en un serio problema, no creo que el doctor Smith este muy contento con esto, acepto pero no se ve muy convencido, debemos estar preparados en dado caso que decida hablar

—Te preocupas demasiado, no dirá nada, vamos, recuerda que tiene un puesto importante y reputación gracias a ella, no puede solo traicionarla, todos los que habitamos esta dimensión le debemos mucho, los avances médicos, contamos con tecnología que en La Primera y Lupus es inexistente, casi alcanzamos la paz — Europa lo miro — Por eso dije casi, Smith no hablara ¿Quién querría ser desterrado de Casterbell?

—Igual no es recomendable tentar al destino

—Destino...

—Sigues sin creer esa palabra ¿Cierto?

—Claro que no, creo en el destino —Tomo su mano la cual estaba ocupada limpiando la herida de su brazo derecho — Siempre que te veo creo en él, no es simple coincidencia que nos hayamos conocido

—Rigel, nada es una simple coincidencia, era destino que te conociera a ti... Y a Edwin, Fausta, Orión, Estela, Wogriln... A todos ustedes, son mis héroes, ya está y espero esta vez no vuelvas a hacer otra tontería — No se molestó en mirar, sabía que sus heridas ya estaba sanadas, el alcohol que usaban ellos era mucho más efectivo que otros, podía sanar las heridas en minutos. Ambos fueron en busca del doctor Smith quien ya había tomado muestras de sangre y piel necesarias, Europa se encargó de analizarlas proyectar los resultados constantemente en el holograma para que su amigo y superior pudieran verlas, las muestras no arrojaban resultados muy agradables, la sangre estaba infectada por el suero del olvido, eso pintaba un nuevo panorama, uno al que no sabían cómo enfrentarse. El doctor se encargó de analizar a profundidad los daños del suero, no fue suficiente, necesitaron más exámenes y las muestras comenzaban a terminarse. Trabajaban a contra reloj, Fausta demandaba los resultados, podían observarla a través de las caras de vigilancia, estaba tan ansiosa como todos ellos, la desesperación comenzaba a vencerlos

—Me volveré loco aquí, saldré a tomar un poco de aire fresco ¿Quieren que les compre algo?

—Un café y una rosquilla muchacho — Pidió el doctor sin mover su vista de las pantallas y el microscopio, Rigel volvió su vista a quien en verdad le importaba, Europa negó con la cabeza

—Estoy bien, gracias —Le dedico una delicada sonrisa, estaba cansada, deseaba poder ayudarla pero tenían que obtener respuestas, salió del laboratorio casi arrastrando los pies, estaba cansado pero se quedaría con Europa hasta el final, antes de poder llegar al elevador escucho a Orión pedir ayuda “¿Es que acaso no podemos tener un poco de tranquilidad?" pensó antes de ir en busca del chico encontró a Orión fuera de la sala de espera gritando por ayuda, vio a Fausta, estaba ardiendo en fiebre, sudaba y temblaba, también hablaba pero eran balbuceos, nada comprensible. Poco después de establecer a su gobernante vio a su amigo llegar, siempre hacia lo mismo, desaparecía por horas

— ¿Cuál era la emergencia?

— ¿Cual? Edwin, eres parte de su guardia, tu deber es estar al pendiente de Fausta, sin importar que ocurra tienes que permanecer con ella, enfermó, Orión esta con ella en la habitación, cuidándola, haciendo tu trabajo




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