Doppelgänger

Capítulo 17

Los pies me dolían, camine sin destino fijo, hacia demasiadas horas que Orión se había marchado, comprendía su molestia con el tema de Sirio pero era mucho más peligroso dejarlo salir de Casterbell, en parte me sentía culpable por su esposa.

En realidad por todos, mi compromiso había crecido cuando me preocupe solo por mí, había sido una persona muy egoísta, poco después de pedirle tiempo a Sirio para pensar su propuesta cuando una mujer de la tercera edad llego pidiendo entre sollozos ayuda, su nieto estaba agonizando en el hospital y sufría aún más por tener huesos de cristal, aunque el niño estaba mutado a nivel celular su cuerpo se debilito, pedía que le inyectáramos para terminar con su dolor, fue muy dolorosos para todos los presentes tener que escuchar a esa pobre mujer decir tales palabras. Cerca de un valle al sur del castillo pude escuchar risas, Edwin y Orión jugaban con un pastor alemán macho, Edwin le lanzo un disco volador al animal para después de que lo atrapara caer sobre Orión por el impulso que tomo, entonces los hermanos estallaron en carcajadas mientras el chico de cabello oscuro recibía lengüetazos en la cara, no pude evitar sonreír, me oculte detrás de un arbusto para no interrumpirlos, se veían felices, como si sus peleas jamás hubieran ocurrido.

Solo eran dos hermanos jugando con su mascota, nada malo ocurría, solo paz y tranquilidad, sentí vacío, deseaba poder tener a mi familia conmigo, me encontraba muy sola a pesar del apoyo de ambos.

— Vamos Iz, ven a jugar — Edwin camino hacia una gatita de color blanco con orejas y cola amarillas la cual lamia su pequeña patita, la tomo entre sus brazos y la llevo hasta su hermano y el perro — Sé que sigues molesta por lo que hizo Dy pero no fue su culpa, tú lo provocaste — Orión estaba ya sentado en el pasto mientras le entregaba un trozo de galleta a Dy, ambos rieron al recordarlo, la gatita maulló

— Tranquila, también traje para ti — Saco una pequeña lata, la abrió y coloco frente a ella, comenzó a comer, Edwin permaneció de pie observando a sus mascotas alimentarse

— ¿Sabes? Tengo hambre

— ¿Qué? Edwin, son las cuatro de la madrugada ¿En enserio tienes hambre?

— Claro, si ellos comen ¿Por qué yo no?

— Comienzo a pensar que la estupidez la heredaste del tío Betelgeuse

— Si, sobre todo porque tú eres el más sabio de la familia supongo — Orión lo tomo del pie haciéndole caer, comenzaron a pelear, no en verdad, sino jugando, me distraje tanto que apoye mal mi mano izquierda sobre la piedra que tenía al lado y caí, por supuesto que ellos escucharon el golpe que me di, ambos corrieron hacia mí para auxiliarme — ¿Podemos preguntar qué haces aquí? Escondida

— ¿Yo? Primero que nada no me estaba escondiendo, simplemente estaba buscando algo… un conejo, lo vida pero perdí de vista

— ¿Estas segura que no era una serpiente? — Me cuestiono Orión

— No ¿Por qué perseguiría una serpiente?

— No, por nada — Me pareció extraña su pregunta pero decidí olvidarlo — Así que nos estabas espiando

— Ya les dije que no lo hacía, en fin ¿Quiénes son? — Pregunte mirando a los animales tratando de cambiar el tema

— Estos — Edwin se acercó a ambos para acariciarlos — Son Aiza y Dylan, les cariño les llamamos Iz y Dy

— No había tenido la oportunidad de conocerlos… de nuevo

— Estaban en casa de una prima — Respondió Orión — Desde que Atlas va constantemente a la casa decidimos que era mejor no tener a mamá y ellos dos cerca de el

— Si, comprendo ¿Aún no descubren una manera de deshacerse de él? No se… quizá pueda hacer uso de tanto poder para pedir ayuda…

Orión me interrumpió — Quédate tranquila, podemos encargarnos de esto nosotros — Permanecimos en silencio por unos instantes, debía pensar rápido antes de que algo saliera mal

— Vino una mujer… quiere que acabemos con el sufrimiento de su nieto, no supe que hacer, Sirio se quedó con ella y yo…

— Espera ¿Dejaste a una ciudadana en manos de ese hombre? — Orión se veía molesto

— Bueno, Europa y Rigel tenían que ir al hospital y ustedes no aparecían, necesito su ayuda

— No puedo creer tu actitud Fausta, es peligroso, tenemos que egresar pronto al castillo

— ¿Por qué te molestas conmigo?

— Fausta, fue un grave error dejarlo en el castillo y con una ciudadana, no sabes que pueda hacerle, intentara acercarse a nuestros archivos, nuestras armas, por favor, piensa que hará si descubre…




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