Doppelgänger

Capítulo 18

Sufría por su amigo, lamentablemente no tenía a su hermano con él para poder ser un apoyo más fuerte, Europa que había quedado dormida con la cabeza recostada sobre su hombro, el cuerpo de Reina permanecía inerte sobre la cama, su corazón hacía pocos minutos que había emitido su ultimo latido, de nuevo nadie había podido dormir.

Sirio no había permitido a los médicos se acercarse a Reina por las buenas así que tuvieron que sedarlo, a pesar de no estar mutado había sido complicado, tenía demasiada fuerza, el virus había cobrado más vidas, no se detenía, fue duro ver a la única mujer que había logrado llevar felicidad a Sirio ser cubierta por la sabana mientras empujaban su camilla hacia la morgue del hospital, esperaba que Fausta tuviera un poco de compasión y al igual que la última vez diera una ceremonia de despedida para las víctimas. El cabello pelirrojo le roso el cuello provocándole cosquillas, debía llevarla al castillo o mínimo a una habitación y dejarla descansando. Mientras él tendría que ocuparse de cierto alíen que odiaba pero debía averiguar que estaba ocultando sobre Fausta, nunca quería decir todo lo que pensaba frente a Europa pero no confiaba en Fausta y Orión, sospechaba que algo estaban ocultando, no podía cuestionar a su gobernante pues no recordaba nada pero Orión… sabia más de lo que aparentaba. Tomo en brazos a la chica y la llevo hasta el automóvil, era más seguro el castillo.

 

*****

 

La luz de la mañana iluminaba la cocina de esquina a esquina, debía imaginarse las ojeras que tenía, había dejado a Europa dormida mientras el preparaba algo para poder irse a descansar, no veía la necesidad de custodiar a Fausta, sirvió un poco de jugo de naranja en un vaso y tomo un pan tostado con mantequilla de maní

— ¿Cómo esta nuestra real majestad? — La voz de Atlas lo tomo por sorpresa provocando que escupiera el pan, tuvo que tomar un trago de jugo — ¡Vaya! Para ser un guardián tus sentidos están muy mal — Su risa fue cruda

— ¿Qué haces aquí? Creí que estarías en Saturno, arreglando tus problemas de alcohol

— Estas bastante informado sobre mis movimientos ¿Dónde está Estela?

— ¿Qué te hace pensar que te diré eso? Busca a Orión y si él quiere puedes buscarla

— ¿Y mi querido hijo? Supongo que mejoro, tanto que regreso a sus visitas con Asteria y por supuesto, a cuidar de la gran gobernante de Casterbell, la mujer a quien le debemos la vida

— Si no te gusta estar aquí podemos desterrarte, solo pídelo y créeme, estaremos encantados de hacerlo

— Sé que es así ¿Puedo cometer el atrevimiento de cuestionar donde esta nuestra real majestad en estos momentos? Necesito hablar con ella, claro, si es que me concede un poco de su honorable tiempo

— Deja el sarcasmo para otro momento Atlas, Fausta está realmente ocupada si es lo que quieres saber, atender a un simple… ¿Cómo llamarte sin que tomes represarías legales contra nosotros? Un simple caballero cuyo tiempo lo ocupa en embriagarse o mujeres

— ¡Calla! — Parecía temeroso de que alguien pudiera escucharlos

— Tranquilo, hasta no tener pruebas no podemos llevarte hasta el juzgado pero ten por seguro que debes disfrutar el poco tiempo que te queda como esposo de ella, disfruta de tal privilegio

— Y tú de la libertad ¿Pensaste que nadie vio salir a la hija de Wogrilng de tu habitación semidesnuda? Es menor de edad y peor aún, la hija de gobernantes poderosos, lo suficiente para obligar a Fausta a desterrarte

— ¿No estas viejo para amenazar a un chico que podría ser tú hijo? Compórtate a la altura Atlas, solo provocas pena ajena — Estela llego acompañada de un ciborg que cargaba una artículos comestibles — ¿Hace cuánto que no comes Rigel? Mírate lo mal nutrido que estas — Le reviso el rostro — Te preparare un poco de sopa ¿Cómo esta Europa? — El chico la miro atónito

— Creí que estarías en…

— Si, ya hable con Orión y le explique que la siguiente vez que intente retenerme en un lugar tiene que dejarme dormida todo ese tiempo y por supuesto, olvidare que edad tiene, lo castigare

— Yo… claro, lo diré si llego a verlo aunque deberías saber que está en el hospital, Iz y Dy

— Lo sé, vengo de allá, sé que no están bien, afortunadamente Sirio logro hacer algo por su nuevo planeta, la planta no es una cura pero si un retardarte y analgésico, el señor me agrada, parece una buena persona, lamento tanto lo que le ocurrió a su esposa, quédate tranquilo, los chicos estarán bien, no les pasara nada a sus mascotas




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