Sentí humedad en la frente, estaba sudando mucho, sentía el cuerpo pesado, mi cabeza dolía demasiado, trate de moverme pero me fue imposible, era como si mis extremidades estuvieran sujetadas por rocas a la cama, una mano cálida acaricia mi mejilla, abri los ojos y lo primero que veo es el rostro de Orión quien me observaba con tristeza y confusión. Parecía estar llorando, me quede sin palabras y al ver su expresión entre en pánico ¿Le había ocurrido algo a Edwin? Tenía que averiguar si se sentía mejor, lo que más deseaba era poder liberarme
— No lo intentes, son cuerdas reforzadas
— Déjame ir, tu hermano puede necesitarnos
— No y esta vez créeme cuando te digo que no te escuchare
— ¿Por qué haces esto? Nos necesita
— ¿Porque? Creo que la persona que tiene derecho a preguntar eso soy yo ¿Por qué me haces esto Fausta? ¿Qué es lo que estas tratando de hacer?
— No se dé qué me estás hablando, déjame ir — Intente moverme pero era inútil — Te lo ordeno
— No, obedezco tus órdenes cuando eso no nos lleva a un riesgo pero esto que hiciste… es imperdonable Fausta, nos tenías preocupados, pensé que estabas tranquila, no debí dejarte sola, no es posible, solo fueron unos minutos y actúas de esa manera ¿Que estas tratando de hacer? ¿Por qué estas tratando de matarte?
— ¿Qué? No, yo no quería matarme… no sé a qué te estas refiriendo ¿Puede ser más específico?
— ¿Ahora vas a fingir que no trataste de cortarte las venas en el laboratorio? — “¿En el laboratorio?... claro, esa mujer
— Orión, no estoy segura de que viste pero lo que sea que presenciaste no es lo que parece, yo no…
— ¡¿Qué es lo que vi Fausta!? — Grito, se veía realmente molesto, jamás lo había visto actuar de esa manera — Te encontramos desangrándote en el laboratorio, sé que quieres ayudar a Edwin pero dando más problemas no lograras nada, no pensé decir esto pero… eres un imán de problemas, será mejor si tan solo te quedaras donde estas
— No quise que vieras eso pero tienes que escucharme
— ¿Para qué? Con lo que vi me basta para saber que eres aún muy inmadura para gobernar Casterbell, en un inicio pensé que era por la pérdida de memoria pero estas yendo muy lejos ¿Qué crees que nos pasara a todos sin ti? ¿Mínimo piensas en todas las vidas que dependen de tu existencia? Nunca, desde que regresaste te has interesado un poco por ellos, hay casas de protección donde se refugia gente que está siendo preparada para vivir entre nosotros, los empleos, el comercio, los hospitales, seremos presa fácil para ellos, nos querrán lejos y nos usaran a su beneficio — Mantuvo sus brazos cruzados sobre su pecho — Parece ser que no es así, piensas solo en ti
— Sabes que no
— ¿Entonces porque lo hiciste? ¿Por qué decides olvidarte de Casterbell? Quisiera pudieras darme una explicación más convincente pero con lo que vi me es imposible creer alguna palabra que salga de tu boca en este momento
— Yo no me hice daño, escúchame por favor, jamás me lastimaría
— Mentiras, como siempre… estas actuando de manera egoísta, cuando el personal del hospital te encontró en esas condiciones entraron en desesperación, sabrás quienes quieren verte y no los culpo, creen que alguien que no está bajo el uso de sus facultades mentales está gobernando uno de los planetas más poderosos que jamás han existido y que sus planetas dependen de ello
— Tienes que ayudarme
— Eso estoy haciendo, protegiéndote de ti misma
— Sabes a lo que me refiero, si hablan conmigo y ven que no soy capaz de responder ninguna de sus preguntas estaremos en serios problemas podrían incluso desterrarnos
— Vaya, parece que hasta ahora comienzas a razonar sobre tus acciones
— Nunca me has hablado así
— Y tú nunca me pusiste en la situación de verte en ese estado ¿Tienes idea de lo que sentí cuando te vi ahí? Fausta, las mascotas que mi hermano y yo amamos están agonizando al igual que el ¿Y aun así no sentiste un poco de compasión por mí?
— Lo lamento, en verdad quisiera poder darte una explicación pero no la tengo
— No la necesito, vi suficiente
— No hagas esto por favor — Lagrimas comenzaron a aparecer