Doppelgänger

Capítulo 23

— ¿Esto es necesario?

Mire con rabia al doctor Smith, Edwin parecía un tonto conejillo de indias lleno de intravenosas y aparatos extraños, me negué rotundamente a dejar que se acercara a él para estudiarlo pero Edwin estuvo de acuerdo, Orión, Estela y Europa observaban detrás de la ventana mientras yo me mantenía a su lado, había sido un acto egoísta de mi parte no dejar a Estela permanecer con su hijo pero no quería alejarme de él, sostuve su mano izquierda todo el tiempo durante el proceso de análisis, parecía un poco nervioso e incluso confundido, dijo que algunas cosas le era difíciles reconocerlas. Estaba realmente preocupada por él, en la habitación de al lado se encontraba Sirio, los gritos habían aumentado, decía que se sentía como si se estuviese quemando.

Los médicos corrían de una habitación a otra, Los contagiados, el laboratorio, Sirio, Edwin… principalmente el, era la primera persona en haber sido curada por completo o al menos eso se creía del virus.

Cuando el Doctor Smith desconecto a Edwin faltaban 15 minutos para terminar el proceso de mutación y su rostro solo mostraba pánico con algunos instrumentos de lucha que llevaba sobre su cuerpo Orión. Necesitaba tener paz lo cual el doctor no le permitía, quería ir y golpearlo por no dejarlo descansar.

— Doctor ¿Puedo llevarme ya a Edwin? Quiero que este en el castillo reposando y recuperándose de este…

— Edwin esta mutado a nivel celular — Me interrumpió

— Eso ya lo sabemos doctor, todos lo estamos y dentro de quince minutos Sirio también será uno de los nuestros ¿Qué con eso?

— Usted no comprende, Edwin esta alterado en cada tejido, en cada célula… está en su torrente sanguíneo… esto es diferente, me temo que no puede salir del hospital hasta que no sepamos exactamente qué le ocurrió

— ¿Qué está diciendo doctor? Edwin está perfectamente bien

— No, esto no es normal

— ¿Está diciéndome que seguirá usándolo para sus pruebas? ¿Qué él no es normal? — Sentí que mi sangre hervía

— Lo que Fausta quiere decir doctor… es que Edwin ya ha tenido suficiente, sería lo más congruente que descanse en el castillo, rodeando de la gente que lo quiere — Coloco sus manos sobre nuestro hombros separándonos— Nos parece que está siendo un poco exagerado con tanto examen

— Me temo que no será posible ¿No lo entienden? Edwin está curado porque su mutación es mayor que la de Fausta y se supone que ella cuenta con la mejor mutación por ser la fundadora de todo, más que cualquier gobernador incluso… ¿Por qué ocurrió? ¿De dónde? Nadie está autorizado para inyectar suero excepto yo — Todos nos quedamos en silencio — Ahora él es la persona más poderosa en la galaxia, incluso podría decir… en el universo

— ¿Cómo paso esto? — Pregunto Estela

— ¡Seguridad! — Orión salió molesto de la habitación — ¡Seguridad! — Se podría escuchar gritar por los pasillos

— Doctor, por el momento… no habrá exámenes, solo quiero llevarme a Edwin

— No puede

— ¡Claro que puedo! — Golpe la superficie de la mesa — Edwin está a mi cargo y el podrá tener la fuerza pero yo sigo siendo la autoridad, hablaremos después de esto

— Fausta, creo que deberíamos…

— Tú te callas y te vienes conmigo, rápido

— Esta bien, solo quería preguntar por Rigel — Europa y yo nos miramos por unos segundos — Tuvo que salir, regresara pronto — me di vuelta para afrontar al doctor de nuevo — Me llevare también a Sirio, para este momento ya debe haber terminado la mutación por completo y tenga cuidado con las palabras que usara o podría perder su puesto

Tome al Edwin del brazo y lo arrastre conmigo fuera, Sirio ya estaba acomodando sus sudadera cuando llegamos por él, parecía desorientado pero era completamente normal, estaba aturdido, Europa lo ayudo a caminar, Estela llamo a Orión a su celular pero no respondió, en ese momento no me importaba el sino su hermano.

 

*****

 

Una vez Edwin y Sirio estuvieron descansando en cama, Estela, Europa y yo permanecimos calladas en la cocina pensando las posibilidades del porque Edwin había sido mutado más de lo permitido y quien lo había hecho aunque yo tenía ya algunas sospechas, podía haber sido mi doble o quizá la persona que escuchaba en mi cabeza, aunque esa probabilidad era menor, pensar en alguien que no existían no era de ayuda.




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