Capítulo 24

Le estaba matando el silencio, le mortificaba el que no hablara, Wogrilng era un ser respetable, admirado si podía ser incluso poco más que Fausta, no podía mirarlo a la cara por la vergüenza de lo que antes había ocurrido con su hija. Estaba nervioso por todo ¿Por qué Wogrilng estaba con los Guardianes? ¿Pertenecía a ellos? ¿Eso quería decir que sabía sobre la pérdida de memoria de Fausta? ¿Sobre Viemort? Tenía demasiadas preguntas pero sabía que era mala idea hacerlas, debía esperar.

Llegaron a un campo donde en el centro se encontraba una mesa de madera con diez sillas, dos de ellas ya eran ocupadas, en una de ellas estaba Catipomen y en la otra una mujer de cabello corto, tenía aspecto de duendecillo, cabello oscuro, corto al estilo de los 30´s, su piel era morena, al ver sus facciones supo algo, su forma de moverse… era de La Primera, proveniente de América pero no podía descifrar de que país, eso lo averiguaría después, todos vestían de manera semejante de Wogrilng a excepción de la Señora Aquila

— Toma asiento a mi lado muchacho, tienes mucho de qué hablar con nosotros — Fueron la palabras de Wogrilng

— Mil disculpas, deje la mesa como hace algunos milenios — La Señora Aquila movió las manos y la mesa se encogió, las sillas se volvieron simples varias de árboles — Así está mejor

— Muchacho, creo que debes saber por qué esta aquí, debieron darte una introducción — Wogrilng tomo asiento a la cabeza de la mesa, La Señora Aquila a lado de Catipoemn a la izquierda y Rigel a la derecha teniendo enfrente a la mujer de cabello rubio

— Solo tengo un poco de introducción pero creo que con todo esto ahora estoy más confundido que antes, no quisiera ofenderlo pero ¿Qué hace usted aquí?

— ¿Qué te dijo ella?

— Magia, me hablo sobre magia, sobre Guardianes que según están tratando de proteger a Viemort de cualquiera que intente darle mal uso

— Estoy aquí porque soy un guardián más y protegemos a Viemort porque esa piedra contiene cada uno de nuestros poderes, puede controlar lo mismo que nosotros solo que en mayor magnitud

— ¿Podría ser un poco más específico?

— Somos la Guardia Quodex, protectores del tiempo, el espacio y la naturaleza

— Guardia Quodex, correcto... ¿Tiempo, espacio y naturaleza? ¿Eso qué diablos quiere decir?

— Controlamos los elementos

— ¿Y el resto?

— Personas que no están aquí, esto es un asunto más que grave Rigel y confió en que podrán tomar el tema con la mayor seriedad posible

— Claro, yo escucho atentamente

— Viemort controla todo, nuestra existencia completa, quien desea tomar esa piedra debe saber los riesgos de esta, puede controlar el tiempo y espacio y de todo eso es lo más peligroso, quien controla el tiempo podrá controlarlo todo, no es necesario los elementos de la naturaleza si tiene en su poder el control absoluto de nuestra existencia, lo pasado, el presente y lo futuro y lo manipulara como quiera

— Y eso es justo lo que necesita la persona que ataco a Catipoemn y la Señora Aquila — Los cuatro asintieron

— Perdona nuestra falta de modales, ya los conoces a la guardiana del sol y el guardián de la tierra pero creo que no sabes aun que labor ejercemos el resto, ella — Dijo mientras miraba en dirección de la mujer con aspecto de duendecillo — Elena Guardiana del Viento y yo, Guardián del agua

— ¿Y el tiempo y el espacio?

— Desaparecidos, supondrás bien en que es la misma… el mismo sequito por así decirlo quien privo de su libertad a dos de nuestros guardianes más importantes

— Wow — Fue lo único que pudo decir antes de recostarse en el respaldo de la silla

— ¿Es todo lo que tienes que decir?

— ¿Qué más podría? Me está diciendo que nuestra existencia ahora está en manos de uno maniacos que quieren tener a Viemort en su poder y todos podemos morir

— ¿Cómo es que la Señora Aquila pudo controlar la tierra si los arboles no le pertenecen?

— Porque podemos prestarnos el poder entre nosotros, por seguridad, desde el último ataque hace no más de media año estamos en constante alerta

— No puede ser ¡Maldita sea! ¿Por qué no nos dijeron esto antes? Comprendo que es peligroso pero entonces hubieran buscado a unos cuantos de los nuestros ¿Cómo pudieron dejar pasar tanto tiempo? ¿Hace cuánto exactamente paso esto?