Doppelgänger

Capítulo 28

Miro el reloj en el tablero, diez de la noche hora universal, observaba en todas partes impaciente, hacía más de media hora que había entrado y no llamaba, el limite eran cuarenta minutos, si no salía de esa casa iría por ella sin importarle que Asteria se molestara. Las calles estaban vacías, extrañamente vacías y silenciosas, en Casterbell debía ser de madrugada, casi amaneciendo, lo extraño era Amelda, el planeta gobernado por Asteria era más alegre de lo que solía verse, mientras pensaba en ello se percató que la hora límite se había excedido, salió del automóvil y antes de poder cerrar la puerta gritos comenzaron a escucharse a lo lejos, en la ciudad.

Europa bajo los escalones corriendo con armas en mano, Asteria tras ella, ambas lucían preocupadas, quería preguntar que estaba ocurriendo pero no había tiempo, la radio en el automóvil estaba transmitiendo un mensaje en vivo, la tercera dimensión estaba siendo atacada, se había quebrantando la barrera del portal lunar.

— Europa, regresa al castillo y resguárdate con Fausta

— ¿Que? Estás loco, me quedare aquí contigo

— Europa…

— No pondremos esto a discusión

— ¡Chicos cuidado! — Ambos voltearon, a la izquierda, un hombre se lanzó a por ellos pero Asteria fue más veloz al lanzar su abanico metálico degollándolo al instante, la miraron — Vayan a Casterbell, nosotros podemos con ellos

No era el momento para discutir sobre la seguridad de ellos, debían priorizar la de los ciudadanos, Europa se mantuvo alerta comunicándose con el resto de la Guardia, no había muertos pero si estaban atacando sin control alguno, los ciudadanos estaba siendo resguardados mientras la Guardia se distribuía para ayudar, los Protectores activaban campos alrededor de los planetas, los gobernantes estaban en deber de mantenerse con los suyos pero algunos confiaban en que estarían bien, tomaron la decisión de ayudar a Casterbell cuando tuvieran que enfrentarse con los atacantes, quienes trataron de derrumbar varios edificios y carreteras pero gracias a la seguridad no pudieron más que moverlos un poco.

— Comando intergaláctico, respondan

— Cálmate, no lograremos nada con alterarnos

— No lo entiendes, Europa, esto no es algo que debamos tomar a la ligera, los portales no pueden caer, no importa que catástrofe ocurra, no pueden caer, Orión implemento un programa de seguridad que impide el acceso a nuestra dimensión, si lograron ingresar quiere decir que están tratando de aniquilarnos, debemos asegurarnos que Fausta está bien

— Aquí Morgan — La radio les hizo concentrarse en el viaje mientras evitaban chocar contra el resto de las naves con pasajeros aterrados

— ¿Qué están haciendo? ¿Por qué no respondían? Necesitamos que vayan a la plataforma estelar, verifiquen donde esta ese maldito problema y repárenlo ahora

— Eso estamos tratando se hacer Rigel, Orión no responde y las murallas están bloqueando el paso a todos, nadie sale y nadie entra, eso complica todo

— No me importa si tienen que destruirla, cierren ese maldito portal ¡Ya!

— ¿Dónde quieres que estemos?

— Petra, ese portal dio demasiados problemas, si es necesario destrúyanlo— Fin de la comunicación —Europa, necesito que me escuches, las protecciones se abrirán solo un poco para permitirnos el acceso, quiero que antes de que toquemos tierra estés en busca de Fausta

— No me iré, no te dejare

— Escúchame, eres la única capaz de mantenerla a salvo, la preparación de Orión no es suficiente, Edwin estará ocupado como capitán y eso nos deja a ti — A lo lejos se podía visualizar la Tierra, rodeada por un campo color azul claro, al acercarse se permitió abrir una pequeña fracción para permitirles el ingreso

— No puedo, puedes llegar a necesitarme

— Yo estaré bien, haz lo que te pido por favor, mantén a salvo a Fausta y sobre todo, más importante para mí, mantente a salvo tu —Estaban llegando a piso firme

— Rigel, no me hagas esto

— Tienes que actuar conforme a tu puesto, tu deber es protegerla

— Entonces ven conmigo, sé que si nos separamos me preocupare y tú también lo harás, algo podría salir mal — Europa acaricio su mejilla, ella sabía que no podían ir juntos, se acercó y le dio un beso en ella, cerca de los labios, eso lo dejo sorprendido pero no aparto su vista del frente — Juro que si no te cuidas y sobrevives te pateare el trasero por esto — Abrió la puerta y salto, comenzó a correr entre las calles desoladas, al aterrizar bien salió del automóvil y trato de contactar a su amigo




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