… (Minutos antes) …
York: (corre por el laberinto, al sentir una presencia amenazadora, desvaina su espada y la detiene cerca del cuello de este, reconociendo de quien se trataba) usted estaba cerca del rey principal
Diego: tienes una buena memoria, ¿quién eres?
York: (guarda su espada) soy el rey de los zorros árticos del norte, mi nombre es York, estado corriendo por todos lados y eres el primer ser que encuentro
Diego: por alguna razón su rostro me recuerda a alguien (pensó) todas las paredes consumen esencia, ¿no has sentido algún cambio en la tuya?
York: la mayoría de los demonios no usamos esencia sino fuerza, por lo que no nos perjudicará en nada, sin embargo, solo los hechiceros demoníacos sufrirán cambios y los habitantes
Diego: (ve a soldados de lodo acercándose) lo que faltaba (pensó)
York: (desvaina su espada) te haré paso y espero que lo aceptes (sonríe) por supuesto, me deberás un favor
Diego: (irritado) ¿un favor? (pensó)
York: (se lanza contra los soldados y con su espada, cortaba a cada uno de ellos, de repente, aparece un soldado de tierra de dos metros y medio de alto, y al querer cortar su cabeza, no se pudo, sorprendiéndolo)
- (El soldado con un golpe de sus grandes puños, manda a York contra la pared, pero York se levanta, para enfrentarlo nuevamente, y aparecen más soldados de lodo que lo enfrentaban)-
Diego: qué inútil eres Teo (pensó y con sus puños, corre para golpearlos, ayudando a York)
York: (intenta cortar el cuello del soldado de tierra, sin embargo, la hoja de la espada es quebrada, de repente, Diego salta y con sus dientes agarra la hoja, clavando en los ojos del soldado, dejándolo sin poder ver)
Diego: (saca la hoja, tanto como él como York, caen al suelo a romper las piernas del soldado y al hacerlo se alejan y este cae) uno menos (agarra la hoja en su palma y con ella enfrentaba a los soldados)
York: (con la hoja restante que le quedaba en su espada, eliminaba a los soldados) su mano está sangrando (pensó)
- ¿Y a mí me decía inútil? – pregunta Teo en su interior
Diego: sustitución (susurra y su alma cambia por la de Teo y este, hace una equis en su palma ensangrentada y sale una espada de tono rojiza, sonriente) la adrenalina si que ayuda
York: (coloca su espalda apegada a la espalda de Teo) ¿cómo es que no consume tu poder?
Teo: ¿puedo culpar a la adrenalina?
York: (sonríe) ya no importa (ve que están rodeados de los soldados de lodo y de tierra) ¿segunda ronda?
Teo: me cae bien este tipo, no, nos cae bien (pensó y ambos se alistan para una segunda ronda)
- (Ambos corren juntos y alzan sus espadas, cortando los hombros de los soldados de lodo y continuando a cortar los cuellos de los demás, sin descanso, se enfrentan a mucho de ellos, Teo se da cuenta que la espada estaba siendo consumida y se sentía mareado, aunque seguía luchando a lado de York)-
Diego: (dentro de Teo) resiste (alza sus manos al frente) te comparto un poco de poder
Teo: (siente el poder de Diego en la espada) al final, somos uno (pensó y con una voltereta en el aire, corta el cuello de un soldado de tierra)
York: (corta cuello de los soldados de lodo y ve brillar la otra parte de la hoja en el suelo, y corre donde ella y lo agarra, cortando a los soldados con ambas hojas, se esquiva de los golpes del soldado de tierra y al estar atrás de este, clava sus espadas en el cuello, cortándolo y cayendo junto a Teo)
- (Ambos se limpia la sangre de sus rostros y al ver que ellos están desprevenidos, salen corriendo por el laberinto, perdiéndolos)-
Teo: (desvanece su espada) si no salgo de este lugar, estoy seguro que moriré
York: (se ríe) hace lunas que no me enfrento así, me sentí vivo
Teo: este demonio está demente (pensó y sonríe)