En una mansión lujosa vivía una joven con sus padres y su hermano, ella al nacer la llamaron, Salomé y a su hermano menor lo llamado Cristóbal, su madre María Luisa y su padre Luis Fernando. Fui una niña muy intelectual, estudiosa y dedicada a lo que más me gustaba y me gusta hacer, escribir. Siempre cada día al llegar del colegio, tenía mi diario y podía escribir cada historia con sentimientos que llegaban a mi memoria; un día mientras escribía sentí junto a mí una compañía de una niña de mi misma edad. Ella me habló pero yo asustada no quería ni ver esa voz que estaba escuchando, seguía escribiendo en mi diario. Pero ella dijo algo que me llamó mi atención. Esa niña que me hablaba en mi habitación me dijo me llamó Salomé y tu habitas en mi cuerpo. Salomé la miró y observándola le dijo que quieres de mí, y que haces en mi casa. Está es mi casa no la tuya yo vivó aquí desde hace muchos años. Mi cuerpo estaba muy enfermo y no podía respirar, recuerdo cuando mi mamá lloraba junto a mí y yo me veía solo dormida.
Salomé salió de su habitación corriendo dejando esa niña sola, y al correr sólo pensaba que sería su imaginación, le comenta a sus padres y ellos solo le comentaron que eso es normal hija ¡toda niña tiene una amiga imaginaria. Y así que transcurrieron los años y Salomé creció ya con 17 años pero siempre esa niña vivía a su lado. Solo la podía ver dentro de la casa. Un día Salomé conoce un muchacho que desde el momento que se miraron en la universidad se enamoraron ambos, poco a poco ella pasaba más tiempo con él, se quedaban siempre en el parque y en la misma universidad, sentía miedo y terror llevarlo a conocer a sus padres y su hermano. Al llegar a casa en la noche la primera imagen que vio al abrir la puerta fue a esa niña quien decía que se llamaba igual. Ella le dice ya no quieres estar conmigo, llegas tarde a casa y mamá está en cama muriendo, Salomé salió corriendo hasta la habitación de sus padres y encuentra a su mamá muerta en la cama y su padre y hermano llorando por ella, que ya había fallecido… Salomé llorando desesperada, empezó a besar a su mamá, pero la niña no dejaba de mirarla con ojos de maldad, y a la vez sentía que estaba Feliz porque mi mamá se había muerto.
Su padre empezó a enfermarse desde la muerte de su esposa, sentía que su vida no tenía sentido si María luisa no estaba con él. Al otro día salomé salió muy temprano a sus clases y se encontró a Gabriel el muchacho que le había robado su corazón, llorando con él y expresando todo el dolor que sentía al haber perdido a su madre, Gabriel al ver que salomé está muy triste la beso y le pregunto, Salomé quieres ser mi novia? No quiero sepárame más nunca de ti le dijo Gabriel. Salomé le dijo que no podía darle la respuesta a su pregunta porque él necesitaba conocerla más. Gabriel la abrazo y entendió, sólo le pidió que lo pensará.