Dos Almas Un Cuerpo

CAPITULO III. IMPULSO MORTAL

SALOMÈ Y CRISTOBAL bajan buscado a su padre y no lo encuentran, y al llegar al estudio, se encontraron con la más escalofriante imagen que ellos podían haber vivido. Su padre se había disparado en la cien, dando paso a la peor decisión que una persona puede tomar, quitarse la vida ellos llorando, desesperado, lo abrazaron, su sangré corría entre los brazos de sus hijos solos y desamparados, sin tener una respuesta del porque su padre , tomaría esa terrible decisión. A una esquina del estudio un alma oscura mirándolos con sonrisa siniestra, apoderándose de cada dolor para fortalecer su alma en pena.

Salomé llama a Gabriel para pedirle ayuda, y este no respondía las llamadas.  Sin tener idea que poder hacer y sin contar con miembros familiares que los apoyaran en esta terrible desgracia, llamaron a emergencia y procedieron a levantar el cuerpo de su padre para hacer todo lo permitido por ley, en un proceso de investigación.  Un día oscuro y terrible, lleno de dolor y misterio, Salomé y Cristóbal regresan a casa después de haber sepultado a su padre, una casa que se sentía cada vez más tenebrosa, fría y espeluznante. Luego acomodando el estudio donde su papá se quitó la vida,  se encuentra una carta que su padre les dejo.

La carta narra, Queridos hijos, sé que deben de estar pasando por un triste dolor, por la gran pérdida primero de su madre y ahora la mía, seguro estoy que cuando estén leyendo esta carta ya estaré sin vida. Les pido perdón por la decisión que tome, tan cobarde, pero mi mente y mis impulsos me ganaron. Seguro estoy que vivirán mejor sin mí. Los Amo mucho mis amados hijos. Busquen ayuda y salgan de la mansión lo as pronto posible, en la casa habita, una historia que marco mi vida por años, una sombra, tenebrosa, convertida en alma en pena, con mucho dolor y rencor  contra    mí, y las personas que amo, no descansará hasta destruir toda la familia.  Desde hace muchos años atrás desde antes de casarme con su madre , he vivido enfermo, controlándome de depresión y auto desprecio, con la ayuda de su madre logre superarlo , pero ahora que ella no está me ha dado otra vez esta terrible angustia que me llevo a este terrible impulso mortal. Les cuento hace años aquí en nuestra casa  o mansión como mis padres le decían vivíamos muy felices, mis padres y mi hermanita menor y yo, esta mansión como ya  saben es familiar por muchos años, lo que nunca les conté que tuve una hermana menor. En una tarde, ocurrió una triste y terrible desgracia, jugando con mi hermanita tome el arma de fuego de mi papá  y automáticamente se disparó teniendo en frente a mi hermana Salome, si así se llamaba  y de un suspiro cayó al piso,  murió en ese instante, llorando le prometí que cuando tuviera mi primera hija se llamaría como ella salome.  Mis padres lloraron desconsoladamente, culpándome día a día, noche a noche, la muerte de salome. Ella nunca fue sepultada en un campo santo. La dejaron en un espacio del sótano en la casa, donde mis padres siempre la visitaban, el dolor fue creciendo, los mato uno a uno, salome mi hermana vagaba como alma oscura, y sin poder ver la luz  por toda mansión, se hacía sentir, molesta y con rabia. Yo crecí con miedo y con solo imaginarme que mi hermana salome estaba en el sótano, me daba terror. Luego mis padres murieron y quede solo en la casa, tapiando ese sótano para que más nunca Salomé me asustara, pero no fue así continuaba en la casa como si nada. Luego me case con su madre y le conté todo lo que había sucedido, ella quería que sacáramos a salome de la casa y le diéramos eterno descanso pero nunca se dio. Naciste tu mi hija adolorada y te di por nombre Salome, para poder cumplir la promesa que le había hecho a mi hermana.  Reconozco que fue uno de mis mayores y peor error, mi hermana solo quería habitar en tu cuerpo desde que naciste, y al llevar su nombre le daba más poder. Fue así cuando la empezaste a ver, nosotros nunca hicimos nada para evitar que te hiciera daño.  Mi hermana no descansaría en paz hasta vivir tu vida. Les pido que salgan de la casa tú y tu hermano. Perdóname hijos amados. Los ama Luis Fernando.

SALOME Y CRISTOBAL al terminar de leer la carta, decidieron salir de la casa, pero el alma de la hermana de Luis Fernando, no se los permitió.  Estaba  enfadada cada vez más, era un espanto, horrible con mucha maldad, salome se sentó con Cristóbal en un sillón y llorando les dijo tía sé que eres tú. Y también sé que te llamas como yo Salome.  Puede sentir lo mucho que has sufrido, estando aquí solita sin poder descansar en paz, sin poder estar con tus padres que están esperando por ti en el cielo. cuando el espíritu de salome escucho esas palabras de amor , se hizo ver y era otra vez el alma de una niña dulce y pequeña que solo por una mala jugada del destino murió y quedo atrapada en la oscuridad del más allá.

Cristóbal le dice tía queremos ayudarte a que vuelvas por tus padres y tu hermano en el cielo. No queremos que sigas aquí sufriendo en este mundo que no te pertenece, mi papa nos contó y murió pidiéndote perdón, nunca quizá que esa tragedia pasara, vamos hasta el sótano allí está tu cuerpo pequeño y lo llevare al campo santo junto a tus padres y mi papa tu hermano. Procedieron a sepultar lo poco que quedaba de salome junto a su familia. Desde ese omento una luz desde cielo brillaba, esperando con amor a salome, sus padre y su hermano la llamaron. Y la mágica luz perpetua ilumino, y tía descanso en paz, y la gran mansión más nunca se sintió embrujada.

 

 

 




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