Dos almas, un solo corazón

No voy a dejar que te maten

Llevo unos minutos escuchando ruidos en la cocina y estoy casi segura que es Maira preparando la cena así que salgo de la habitación para ir a su encuentro después de este día necesito hablar con alguien.

Estoy al final de las escaleras cuando veo que la luz de la cocina está apagada pero veo una silueta y estoy apunto de llegar a ella cuando alguien me tapa la boca con una mano y me rodea la cintura con la otra, zarandeo pero la persona que me agarra que es mucho más grande y fuerte  que yo, me guía hasta una habitación la cual siempre a estado cerrada.

Cuando estamos dentro de la habitación está tiene la luz apagada intento soltarme del agarre de la persona pegándole empujones pero me tiene demasiado pegada a ella así que es imposible zafarme de su enganche, no es hasta que se enciende la luz que veo a la persona y no podía ser otra que Chuck...

Yo:¿estas loco?  *digo empujándolo*

Chuck se asegura de que la habitación está completamente cerrada y en esos segundos yo me pongo a inspeccionarla es una especie de habitación del pánico, está amueblada con dos literas y varias estanterías con latas y otros objetos como libros y juegos de mesa.

Chuck:Haber Nena yo soy la última persona que quiere estar aquí contigo pero lo que pasa es que hay dos ladrones en la cocina y como tú comprenderás no voy a dejar que te maten 

Va hacia la cama y sé tira sobre ella, cuando está tumbado se pasa las manos por la cara como signo de frustración 

Yo:¿Ladrones?  *digo nerviosa*

Rebusco en mis bolsillos mi teléfono móvil pero no está así que el pánico me invade como vamos a avisar a la policía si estamos aquí encerrados 

Chuck:ya he avisado a los guardaespaldas de mi padre 

Perfecto no necesito más información estoy acojonada y no os penséis que es porque tenemos ladrones en la mansión estoy acojonada por tener que estar a solas en una habitación con Chuck.

El reloj de la pared me indica que ya a pasado dos horas desde que nos encerramos y como esta sala está insonorizada no tengo ni idea de lo que sucede fuera solo pido que no me roben el teléfono móvil.

Me empiezo a impacientar así que me pongo de pie ya que llevo sentada en el frío suelo demasiado tiempo y empiezo a dar vueltas por la habitación repasando cada uno de los detalles, un detalle en una de las paredes me llama la atención y es que hay una cuenta en palitos es decir sabéis cuando ponéis cuatro palitos y unos en medio que marca el cinco pues en la pared hay un número veinte escrito así, me acerco un poco más.

Chuck:son las veces que he estado aquí escondido 

Charles me habla por primera vez después de tanto tiempo, me doy la vuelta para mirarlo pero ya no continúa tumbado en la cama ahora esta justo detrás de mi......




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