Dos almas, un solo corazón

Comedor

El domingo entero me lo pasé en la cama aunque mi abuela intentara que saliese a que me diera el aire fue imposible que saliera ni siquiera para comer ya que no he comido nada de nada en estos dos días.

Olivia:Madison cariño no hace falta que lo hagas además estas débil

Estoy poniéndome el uniforme bajo la atenta mirada de mi abuela la cual no para de repetirme una y otra vez que no hace falta que vaya al instituto que lo primero es mi salud pero yo no pienso quedarme aquí sabiendo lo que esa zorra estará diciendo de mí a mis espaldas.

Antes de ir al instituto me arreglo mas de lo normal para poder tapar mi cara de zombie y lo medio consigo aunque las ojeras ya parecen parte de mi, mi abuela me obliga a desayunar unos cereales para que no vaya con el estómago vacío al instituto.

Subo en el coche lujoso el cual va conduciendo un chofer para que me lleve al instituto y después de despedirme de mi abuela este se pone en marcha, esta mañana me he tenido que "levantar" antes porque el instituto está lejos de la mansión y digo levantar entre comillas por que no he pegado ojo en toda la noche.

Llego justa de tiempo pero veo que en la puerta mis dos amigos me están esperando así que me apresuro en coger mi mochila para poder reunirme con ellos, parece que Kara le esté diciendo algo a Fred pero en cuanto llego los dos se callan.

Yo:estoy bien tranquilos, todo controlado

Para nada llevo todo el camino repitiéndome una y otra vez esa frase.

Fred me tiende el brazo y vamos hacia el interior del instituto, las miradas empiezan a llegar algunas son divertidas y otras puedo deducir que son hasta de pena.

La gente debe pensar pobre chica es un corazón roto más para la colección de Charles Williams, yo haría lo mismo si fuera otra chica en vez de yo así que nos les culpo.

Tengo suerte de que las dos primeras horas del día Tessa no de señales de vida así puedo mentalizarme tranquilamente de que ahora mismo quedan cinco minutos para la hora de comer donde lo veré....

Kara me aprieta la mano cuando estamos cruzando las puertas del comedor y no hace falta que os diga que por lo menos más de la mitad del comedor ahora mismo está mirándome fijamente, me envalentono y comienzo a andar tranquilamente hacia la mesa donde siempre nos sentamos como si de un día normal se tratase.

Dejo mi mochila y voy hacia la cola para recoger mi comida todo esto como no ante la atenta mirada de ahora todo el comedor, estoy apunto de hablar cuando los murmullos empiezan.

La gente no me mira a mi así que miro en la dirección de las miradas y veo a Chuck plantado en la puerta acompañando de algunos chicos del equipo de fútbol, me dedica una mirada fugaz y después se da la vuelta para marcharse.....




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