LA DESPEDIDA DE SOLTERO QUE SALIO MAL

Rodrigo Medina tenía todo bajo control. Bueno, casi todo. Su boda estaba a solo tres días de distancia, y hasta ahora no había surgido ninguna catástrofe. Su novia, Raquel, se lo recordaba constantemente.
—No puedo creer que todo esté saliendo bien —dijo ella, acurrucada en el sofá junto a él, con una copa de vino en la mano—. Algo raro pasa.
—¿Por qué asumes que mi boda tiene que venir con una tragedia?
—Rodrigo, eres un imán para el caos.
Justo en ese momento, su teléfono sonó. Vio el nombre en la pantalla y suspiró.
—Ahí está mi caos.
Raquel sonrió mientras él atendía.
—¿Qué quieres, Agustín?
—¡Rodri! —exclamó su mejor amigo con entusiasmo exagerado—. ¿Estás listo para tu funeral?
—¿Quieres decir mi boda?
—¿Acaso hay diferencia?
Rodrigo puso los ojos en blanco.
—Mira, si solo llamaste para fastidiarme…
—No, no, no. Llamé para recordarte que faltan tres días para tu condena… digo, tu matrimonio. Y, más importante aún, para decirte que tengo una sorpresa para tu despedida de soltero.
Rodrigo se tensó. Conociendo a Agustín, "sorpresa" podía significar cualquier cosa, desde una fiesta con payasos borrachos hasta una excursión a un volcán activo.
—No quiero sorpresas.
—¡Demasiado tarde! Ya está todo planeado. Solo tienes que estar en el aeropuerto mañana por la mañana.
Rodrigo frunció el ceño.
—¿Aeropuerto? ¿A dónde me llevas?
—Tranquilo, es un lugar paradisíaco. Playas, sol, tragos gratis… todo lo que necesitas antes de que tu vida se acabe.
—No suena tan mal…
—Ah, y volamos en avioneta.
Rodrigo sintió un escalofrío.
—No.
—Sí.
—Agustín, sabes que odio los aviones pequeños.
—Y yo odio las relaciones serias, pero aquí estamos, apoyándonos como buenos amigos. Nos vemos mañana.
Y antes de que pudiera protestar, Agustín colgó.
Rodrigo suspiró, dejando caer el teléfono sobre el sofá. Raquel lo miró divertida.
—¿Algo que quieras contarme?
—Sí. Posiblemente muera antes de llegar al altar.
—Bueno, si sobrevives, avísame para preparar el vestido.
Rodrigo no podía sacudirse la sensación de que algo iba a salir mal. Pero, ¿qué tan malo podía ser un simple viaje en avioneta?
Spoiler: Muy malo.