Dos Amigos Y Un ChimpancÉ

ALGO NOS QUIERE COMER PERO PRIMERO NOS QUIERE ASUSTAR

Rodrigo, Agustín y Bongo se quedaron petrificados mientras la criatura mutante se arrastraba entre los árboles, gruñendo como si tuviera un micrófono de ultratumba en la garganta.
Rodrigo susurró.
—Esto… esto no es normal.
Agustín tembló.
—Tal vez es solo feo de nacimiento.
Bongo lo miró con cara de "¿eres idiota?"
—Eso no nació, amigo. Eso lo hicieron en el infierno.
La criatura movió sus seis brazos —dos de su cuerpo original, cuatro injertados— y dejó escapar un gruñido que sonó a licuadora rota.
Rodrigo dio un paso atrás.
—Si nos quedamos quietos, ¿tal vez no nos ve?
Agustín hizo lo mismo.
—O tal vez nos ve, pero le damos lástima.
Bongo frunció el ceño.
—O tal vez nos ve, no le damos lástima y nos arranca la cabeza.
PAUSA INCÓMODA.
Rodrigo asintió.
—Corramos.
Y salieron disparados como gallina sin cabeza.
La selva se convirtió en un laberinto de ramas, lianas y desesperación.



#1845 en Otros
#527 en Humor
#95 en Aventura

En el texto hay: amistad, amistad alocado, aventura accion y amistad

Editado: 05.03.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.