Capitulo 4

AMBER

Oh—I—oh—I—oh—I—oh—I
I'm in love with your body
Oh—I—oh—I—oh—I—oh—I
I'm in love with your body
Oh—I—oh—I—oh—I—oh—I
I'm in love with your body.

Avril toma el micrófono y mueve sus caderas al ritmo de la canción, me subo al mueble y repito su acción, la cara de Ed es un poema de colores, es un chico muy tímido y mi queridísima amiga lo pone de puntas cuando camina hacia el de manera tan sensual.

Observo la escena a lo lejos, y siento mi corazón esconger, la soledad es sana, pero llevo tanto tiempo sola, que aparentar que nada me afecta cuesta.

Come on, be my baby, come on
Come on, be my baby, come on
Come on, be my baby, come on
Come on, be my baby, come on.

Vuelvo a la realidad cuando Edward se une a nosotras para cantar la última parte, detengo la música y vamos el balcón a merendar.

— Y entonces, cuando lo viste le dijiste tómame o déjame —  dice Edward riendo.

—  No le dije nada, además yo no lo iba a ver, ni siquiera tenia idea de que hacia el allí, yo solo obedecía a mi madre como la tonta que soy .— digo y recuerdo el como llegue a esa oficina.

— ¿y que te dijo cuando te vio? —  pregunta Avril.

— Se la quiso tirar de gracioso conmigo, tan cínico tan — respondo con repulsión.

— Isaac Green   — contesta Avril.

— Pero el no es importante, hoy no quiero pensar en ese adefesio humano, estoy con ustedes y es lo que mas importa. —  les digo quitando interés al tema.

— Amber, tenemos que hablar contigo  — dice Edward cambiado de risa a seriedad.

A veces Ed es tan raro.

— ¿Qué? — no me gustan los preámbulos, y ellos lo saben.

— Mi padre me ha cedido un terreno en Miami y nos iremos a vivir allí.

El gesto que hace Avril demuestra que no esta de acuerdo con la decisión, sus ojos se cristalizan y dejar caer algunas lágrimas, no contengo las mías, me levanto y corro abrazarla.

— ¿cuando se van? — es lo que logro preguntar.

  —  Tonta después de la boda, y por el trabajo de tu sabes  — dice señalando a su novio  — no     crea que sea tan pronto.

Me separo de ella, y vuelvo a mi lugar.

— Con ustedes y sus estupideces no lograre llegar a ningún lado, me quieren matar es  — los miro seria.

— Amber a veces eres tan amargada, todo te lo tomas tan  a pecho, que tu misma será la causante de tu muerte  — dice el Doctor Edward Sellers

Escucho mi teléfono y corro para contestar.

—¿que quieres? — respondo molesta Bri siempre llama en el momento menos oportuno

—Amber pase el examen, gracias eres lo máximo  — su voz se corta, esta llorando  — hablamos el lunes.

—Estoy muy orgullosa de ti Bri, eres un gran ejemplo de sacrificio y esfuerzo, te dejo para que sigas llorando. — dicho esto corto la llamada.

Vuelvo donde mis amigos, ellos solo me observan con detenimiento, se que quieren saber algo pero no les responderé, hay temas que duelen recordar.

—¿algún admirador?—  pregunta Ed en juego

—Admiradores, por favor — bufo  —lo más cercano a un admirador es el portero del edificio de papá que cada vez que me ve, me lanza un piropo.

—Deberías salir, conocer chicos, abandonar esta caja disfrutar la vida  — Dice Ed, y volvemos con el tema de siempre "Chicos" — salgamos hoy.

—No puedo mañana quizás estoy indispuesta. — digo mirando el edificio de enfrente

Avril revisa su celular  — Amber debemos irnos papá nos esta esperando  — se levanta camina hasta mi y me abraza, Ed repite su acción y marchan.

Sola como siempre.

Voy a mi recamara y me lanzo a la cama, una sensación de tranquilidad me inunda, apago mi teléfono y decido descansar, no importa que el mundo se caiga o que se muera el presidente, mi cuerpo esta exigiendo lo que le he negado estos últimos dos años "descanso", solo por no querer pensar en el pasado.

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Lunes 

La alarma suena, mi celular suena y mi cuerpo no obedece mis normas.

Como puedo salgo de la cama, el frio llega a mis huesos y me siento tentada regresar a mis sabanas, voy al baño mi cara es un desastre de maquillaje, pongo a llenar la tina mientras me desvisto.

El agua caliente relaja mis músculos en cuanto entro a la tina, me dejo llevar por las sensaciones que provoca el agua en mí, me alivia, me transporta a un sitio tranquilo.

Salgo de ella con un pensamiento, tomo mi teléfono y hago una llamada.

—Amber, ¿donde estas? , te están esperando — dice Bri en un tono algo molesto.

—Brianna cancela todas mis reuniones del día de hoy.—  ordeno

—¿esta loca? , tienes clientes esperando por ti — baja la voz, quizás este frente a ellos.