2.1; No todas las leyendas son mentira

::Conor's POV::

-Cálmense, por favor -digo esbozando una sonrisa.

Marco retrae sus colmillos pero Talía no se mueve de su sitio. Respira entrecortadamente, y parece que le va a dar un ataque al corazón en cuestión de segundos. Lo digo porque puedo oír su corazoncito latir mucho más rápido de lo normal. Me planto delante de ella, y antes de que pueda hacer algún movimiento, la sujeto entre mis manos. Se opone y se retuerce contra mis fuertes brazos.

-Tranquilízate, pequeña.

-¡Sois monstruos! -grita dañando mis sensibles tímpanos.

Entonces cambio el agarre, y coloco cada una de mis manos en sus hombros, mirándola a los ojos. Abro la boca, y le muestro mis afilados caninos. Se queda quieta al instante, para pasar a una fase de shock. Cae en el sofá y se hace una bola, las lágrimas derramándose por sus hinchadas mejillas. Busco con la mirada a Marco, pero se ha largado. Maldita criatura desleal, dejándome solo ante una brujita llorona. Me acerco despacio, con el ceño fruncido. Cuando ve que me aproximo, se encoge más sobre sí misma.

-No voy a hacerte daño -digo con voz monótona.

Intento entrar en su mente de nuevo, pero aquella estúpida barrera sigue ahí, impidiendo mi acceso a sus pensamientos. Sus sollozos se hacen más fuertes.

-No te acerques -me advierte.

En menos de un segundo estoy sentado a su lado, y ella da un brinco. ¿Cómo se gana la confianza de alguien? No tengo muchos amigos, es más, la mayoría son enemigos, no importa de que clase de ser sobrenatural se trate, tengo por todo el mundo.

-Eres un...

-Vampiro -termino la frase por ella, y se estremece al oírlo-. No todas las leyendas son mentira, darling -digo levantando las cejas.

-¿Vas a alimentarte de... mi sangre? -susurra.

-Oh, por favor, ¿de una señorita como tú? Yo nunca haría eso -digo con fingido tono.

-Te vi con aquella chica... -afirma, asustada, y me pongo serio.

-Verás, Talía. Eres diferente, no eres humana.

-Eso es mentira. Yo no soy un monstruo.

-No todos los seres sobrenaturales son monstruos -digo repitiendo el tono anterior.

-¿Qué quieres decir? ¿Qué diablos soy?

-Es extraño... Pareces tener algo de bruja en tu ADN -le digo sonriéndole, y me mira furiosa.

-Me estás tomando el pelo, cómo quiera que te llames. Soy perfectamente normal, ¿es que no me ves? No tengo colmillos, varitas mágicas, o incluso alas, si es que también las hadas existen.

-Te sorprenderías -le sonrío.

-Oh, vamos, esto tiene que ser algún tipo de broma. ¿Me estás diciendo que un vampiro milenario me está acusando de ser una bruja malvada?

-Ni soy milenario, ni todas las brujas tienen por qué ser malvadas.

-¿Cuántos años tienes?

-Doscientos veintiséis, para ser exactos -se lleva una mano a la frente.

-Quiero volver a mi casa.

-Petición denegada, baby.

-¿Tienes complejo de guiri o qué? -dice aparentemente molesta y suelto una carcajada.

-Soy inglés -afirmo simplemente-. Y, por cierto, mi nombre es Conor -le tiendo una mano, pero le hace caso omiso, así que la aparto de nuevo.

-Por favor, llévame a mi casa -pide lloriqueando-. Mis... padres -pronuncia la palabra con esfuerzo- deben de estar muy enfadados.

-Sólo tenemos que averiguar por qué eres tan extraña -le explico tranquilamente.

Pero de repente, en un ataque de rabia, se pone a patalear y suelta un gruñido. Sus manos me empujan y sus ojos se vuelven salvajes, de un color amarillento. Caigo al suelo, y me mira, con los ojos como platos.

-¿Qué diablos eres? -grito.

Entonces aparece Rosaly, y analiza la escena que tiene ante sus ojos.

-Esto no puede ser bueno. Tenemos que llamar a Venia. Ella sabrá lo que hacer.

-Rose, sabes tan bien como yo que no me preocupa en absoluto la chica. Puedes hacer con ella lo que te dé la gana -digo sorprendiéndome a mí mismo.

-Vaya, hace un segundo estabas dispuesto a matarme para protegerla.

-No me provoques -siseo, y salgo al jardín a una velocidad no humana.