---Al día siguiente---
-Vamos Shiryu- Seiya empujando al pelinegro, para ir al templo de Libra de hecho es el lugar donde ahora vive por su entrenamiento.
-Seiya, por favor…- Trataba de escapar, pero el castaño no se lo permitía, pues debía animarse a invitarla de una vez.
-Si no lo haces ahora, de seguro nunca lo harás- Sonreía, mientras lo sigue “Animando” para llegar el séptimo templo, pues es parte del plan que ha elaborado.
-Pero… ¿Y si está ocupada?- Bajo la mirada, algo nervioso.
-Y ¿Si no lo está?- Pegaso lo contesta con otra.
-Shunrei vino a ver a nuestro maestro, digo padre… No ha verme a mí- Respondió esto, suspirando triste.
Lo que provoco que el castaño se detuviera en seco y lo mire de arriba abajo -¿Es enserio que crees eso?- Se cruzó de brazos, incluso negando con su cabeza las ideas de su mejor amigo.
-¿Crees que vino a verme a mí?- Se sonrojó al pensar en esa posibilidad.
-Pues te puedo asegurar que no ha venido a ver los entrenamientos- Se encamino para seguir conversando con el pelinegro, hasta llegar a la entrada de Libra.
-Es cierto que a ella no le gustan las peleas, y siempre esta angustiada por nosotros- Comenzó a sentirse algo mal, por recordar las veces que la debió preocupar –Sería mejor que no lo haga… Solo la hago sufrir por mi deber de caballero- Su mirada se tornó melancólica, es lo que menos desea hacerle a la joven.
-Escucha, aun así… Ella se ha quedado a tu lado, como amiga o lo que sea… Está contigo, si eso no es una prueba de que te quiere- Se quedó pensativo, cruzado de brazos, con los ojos cerrados –No sé qué es- Sonrió, para darle un último empujón.
-Solo espero que sea feliz- Sonrió con timidez.
-Bueno… Entonces…- Suspiro para tomar aire -¡¡¡SHUNREI, NECESITO HABLAR CONTIGO!!!- lanzo ese grito muy potente, para que la joven escuchara sin duda.
Dragón abrió sus ojos asustado, incluso tembló un poco, y se dirigió al contrario -¡¡¡¿QUÉ ESTAS HACIENDO?!!!-
-Solo ayudo a un amigo- Y con esas palabras se despidió, para ir templos abajo y dejar al de cabellos negros a la deriva.
Susurro, pues sentía como la joven se acercaba –No, Seiya… Ven ahora…- Pero es demasiado tarde, el castaño se fue y la joven esta delante de él.
-¿Eh?- Estando en la entrada de Libra, miro para todos lados, pero se sorprendió que no encontrará a quien la llamo, estuvo a punto de regresar dentro, hasta que noto los cabellos del caballero de bronce, detrás de un pilar -¿Shiryu?- Lo reconocería donde fuera, pero debía preguntar.
Creo que el dragón no es tan bueno escondiéndose.
Trago saliva, nervioso, pero suspiro sabiendo que no podía huir de esta y debe ser valiente para invitarla a salir, como sus amigos le propusieron.
Saliendo de su escondite, sonriendo bastante nervioso, y sus mejillas sonrojándose pero trata de disimular.
-Shunrei… Hola...- Saludo de la forma más relajada que pudiera o que sus nervios le permitieran.
La joven sonrió de inmediato, sus mejillas también se tornaron carmín –Shiryu… ¿Tú me hablaste?-
-Oh… Si… Perdón por el grito- Debía arriesgarse y seguir conforme el plan, agradece a veces lo imprudente que es el castaño.
-No te preocupes- La joven se acercó un poco a Shiryu –Estaba durmiendo a la pequeña Anshin- Rio levemente –Pero por favor no lo hagas de nuevo, podría asustarse-
Sonrió al verla reí, sin duda es algo que lo llena de felicidad –Tranquila, no volverá a pasar- La miro atentamente.
Ambos en medio de ese espacio-tiempo, con una ligera brisa cálida símbolo de la primavera, como si solo existieran ellos dos.
Se podrían quedar mirándose así por mucho tiempo, pero Shunrei está más interesada en saber por qué la llamo.
-¿Ehm… Shiryu?- Sonrió bajando la mirada, con un ligero sonrojo –¿Me hablaste para algo?- Esta intrigada por aquel grito, sin duda sonaba desesperado, pero aún le cuesta pensar que ese joven lo provocará.
-Oh… Si… Lo que pasa…- Bajo la mirada, rascando su nuca, tratando de pensar en que decirle, pues se supone que el plan es invitarla algún lugar el día de mañana, pero…Toda su practica con sus amigos se fue a la basura por los nervios.
Puede ser tan valiente y sabio en muchos otros aspectos de su vida, pero en el departamento del amor… Está en blanco para seguir.
-¿Si?- Dedico una linda sonrisa, mirándolo atenta, pues presiente que es lo que puede decirle, después de todo algunos tienen la capacidad de predecir cuando algo hermoso puede pasar.
-Bueno… Quería preguntarte si… Ya sabes…- Solo repetía algunas palabras, frases que pudieran no tener tanto sentido, pero… Intenta esforzarse.
Aunque para este punto, obviamente Seiya no se fue del todo, los otros jóvenes de bronce están prevenidos por algún problema que llegara a surgir y se dan cuenta que necesitan implementar el plan B, si el A no se logra hacer.
-Sigue muy nervioso…- Negó con su cabeza, girando sus ojos, suspirando, mirando hacia donde ambos están y como algunos caballero no han desarrollado la capacidad de comunicarse vía cosmos, tiene unos comunicadores para esta misión –Creo que ahora depende de ustedes- Sonrió divertido por los intentos de armar alguna oración de su amigo y fallando en ello.
Aunque la pelinegra, no se aburría de escuchar incongruencias de parte del dragón.
Podría hacerlo todo el día, si tiene importunidad.
Además que ver a Shiryu sonrojado es algo que le gusta tanto.
Pero se necesita apurar un poco este evento.
No paso mucho, cuando de los templos superiores fueron bajando Andrómeda y el Cisne, muy casuales, tranquilo, conversando disimuladamente.
Para que al final de Libra se logren topar con cierta linda pareja aun no formada del todo.
Aún seguía haciendo su mayor esfuerzo en invitarla, pero no lo logra aun.
-Hola Shunrei, hola Shiryu- El peliverde sonriendo, mirando a ambos yendo de la mano con su pareja.