✨Prólogo✨

Ahí estaban, extendiéndome las manos mientras yo seguía tirada en el suelo como si fuera un drama de novela barata. ¿Qué les pasaba? ¿Acaso esto era una competencia? Porque si era así, me podrían haber avisado antes.

Miré sus manos, luego a ellos, luego otra vez a sus manos. En mi cabeza, los libros cursis que leo empezaron a gritar: "La mano que elijas será la de tu destino". Y claro, ahí estaba yo, tomándomelo como si fuera la decisión más importante de mi vida, porque dramatizar es gratis.

Siempre pensé en ellos como amigos importantes, pilares y toda esa cursilería que no suelo decir en voz alta. Pero cuando lo veo... ¡ay, mi corazón idiota! Se acelera como si estuviera haciendo cardio (y no, claramente no hago cardio). Me pongo nerviosa, tartamudeo, pero al mismo tiempo, con él me siento segura. Qué complicado, ¿no?

Suspiré. Vamos, Ren, es obvio. Siempre fue él.

Levanté mi mano, sonriendo con picardía, hacía él.

Aunque, para ser sincera, ya lo había hecho desde hace mucho. Ya estaba apunto de agarrarla...

Pero pasó algo que no me imaginé que pasaría...