Dos Destinos Unidos

Conocidos, desconocidos

Cuando de te vi por primera vez pensé que eras una chica alegre, demasiado amable y un poco tonta, bueno, en realidad muy tonta. La gente no se preocupa por los desconocidos y menos de alguien que se encuentra en plena calle, abandonado como un perro callejero, pero tu regresaste a mirarme.

Tenías los ojos color café y el cabello completamente despeinado como si recién te levantaras de la cama, tu ropa era un desastre y a mi parecer tu sonrisa era de lo más bonita. Aún recuerdo los guantes con forma chistosa, era como si llevaras dos títeres puestos en las manos, una niña llena de sueños me pregunto si no nos hubiéramos conocido tal vez ahora tu destino siguiera su línea o este era el único destino para los dos.

Para iniciar hay que contarles la verdad de cómo nos conocimos todo comenzó con Elizabeth era una joven de dieciséis años, su familia tenía muy mala reputación en todo el barrio y para muchos ella era igual, una muchacha descarriada, que se acostaba con cualquiera a cambio de dinero, su tiempo lo pasaba entre pandillas, muchos decían que era una drogadicta y alcohólica una verdadera perdida, alguien inútil e innecesaria.

La verdad ella era todo lo contrario, apenas tenía cinco años cuando la conocí, mi madre confiaba en ella así que la llamaba para que fuera nuestra niñera cuando tenía que trabajar hasta tarde. A mi parecer con todos los problemas que vivía en su vida diaria era mucho más que sorprendente su forma de actuar, en mis pensamientos todavía creo que si alguien la hubiera salvado o si quiera se hubiera tomado la molestia de preguntarle cómo estaba su vida, todo fuera diferente.

Un día tocaron la puerta de nuestra casa, ya era muy de noche alrededor de las doce, mi madre que era una mujer de estatura mediana y con cabello largo, pregunto, con una vos firme digna de alguien precavida y serena ¿quién es? como respuesta entre llantos y balbuceos se pudo escuchar al otro lado de la puerta una vos conocida, más fue nuestra sorpresa al ver a Elizabeth descalza y en piyama, mi madre la invito a pasar a casa y trato de calmarla pero no podía conseguirla, después de un buen rato Elizabeth se quedó dormida en el sofá de nuestra casa por lo que mi madre nos dijo que trajéramos unas sábanas para cubrirla y así lo hicimos.

La dejamos dormir hasta mediodía cuando mi madre la despertó para que pudiera comer algo. Cuando la vimos su cara se encontraba anchada parecía una pelota pensé y dije por error, como un comentario un poco cruel, pero por el cual recibí un regaño poco después. Elizabeth se animó y acepto el caldo de pollo que mi madre había preparado, una vez terminamos mi madre nos pidió que saliéramos de la sala ya que ella tenía que hablar con Elizabeth. Salimos de la habitación con tranquilidad como si no nos importara, aunque no fuera así, una vez fuera nos acercamos silenciosamente a la puerta que conecta a la sala con un pequeño pasillo.

La conversación que se escuchó detrás fue algo triste y dolorosa, la voz de Elizabeth se entrecortaba mientras decía que su novio quien era un chico pobre pero muy amable había sido golpeado hasta terminar en estado de coma por unos pandilleros los cuales alegaban que él les debía dinero además de que sus padres no podían pagar las facturas del hospital por lo cual ya habían tomado la decisión de desconectarlo sin comentarle nada a ella así mismo ella en este tiempo descubrió que se encontraba embarazada de un niño de tres meses y una vez que se enteró intento ocultarlo a toda costa usando ropas grandes y que ocultaban casi todo su cuerpo lo cual había resultado bien hasta ayer por la noche cuando su hermano la vio en piyama, se armó un verdadero escándalo y me echaron de la casa Martha dijo ella entre lágrimas. Mi madre la cual había pasado una historia similar al embarazarse de mi hermano cuando era ella joven dijo que la ayudaría con cuanto ella pudiera y que se podía quedar hasta que su situación mejorara. Así es como Elizabet, mi hermano Esteban que tenía 8 años, mi madre y yo empezamos a vivir juntos en una pequeña casa que no se encontraba tan cerca de la ciudad, pero tampoco tan lejos.



#41032 en Novela romántica

En el texto hay: amor, drama...

Editado: 09.08.2019

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