Dos Dimensiones

Capítulo VIII

 

Steven Savarsky

Desperté por la mañana mucho mejor, Lynn se había quedado a dormir conmigo en la habitación, mis padres ayer en la noche me visitaron conformes de que había quedado en buenas manos, ellos adoraban a Lynn, Jorge también se fue temprano diciendo que por la mañana vendría y junto con Lynn me llevarían a casa.

 Aún no le había dicho a ninguno lo que iba a hacer y aprovecharía que Lynn estaba durmiendo para poder hacer lo que tenía planeado desde anoche, solo le había dicho a Lynn y a padres que “fue un simple accidente” mi madre me dio un buen sermón sobre que “no podía ir por la vida pensando en que sabe que” mientras que mi padre se mantuvo más sereno, no era normal que me pasaran estas cosas ya que nunca salía de mi apartamento y mi padre siempre decía que debería divertirme más que no todo era trabajo yo siempre le decía que la razón de que no saliera mucho era porque la gente me agobiaba en las calles pero en el fondo el y yo sabíamos que era una mentira para quedarme en mis 4 paredes con mis dos gatos, a Lynn no le gustaban los gatos los odiaba (otro de los tantos problemas que teníamos) decía que mientras tuviera a esos dos animales nunca se mudaría conmigo cosa que realmente me aliviaba compartir mi departamento con alguien es algo que no tengo planeado y amaba a mis dos gatos por encima de todo.

Me baje lentamente de la camilla buscando mis zapatos me los puse igual de lentamente, me puse en puntitas como en una película de espías o algo por el estilo (Amaba esas películas) y abrí la puerta de la habitación si alguna enfermera me viera estaría en problemas y Lynn me regañaría sabia sus mañas a veces me recordaba a mi madre algo que suena un poco enfermo ahora que lo pienso. Abrí lentamente la puerta que no hizo ruido alguno y la dejé abierta después de todo volvería pronto, tenia años que no venía a un hospital y los pasillos me estaban confundiendo algunas personas me miraban como reconociéndome y yo enseguida me volteaba o me tapaba con la mano alejándome de allí.

Vi un cartel en la pared que me indicó donde quedaba la recepción, a lo lejos estaba allí una chica que parecía muy atareada ojeando papeles y con un rostro cansado por un momento pensé en regresarme a la habitación y no molestarla pero había llegado hasta aquí y necesitaba saldar esa duda.

-¿Buenas?

-¿Buenas? –Me miro con recelo de arriba a abajo -¿No deberías estar en tu habitación?

-Sí pero necesito una información antes.

-Dime –Se afincó en la gran mesa que estaba entre nosotros demasiado para mi gusto.

-Desearía saber en qué habitación se encuentra la chica que venía conmigo en la ambulancia.

-¿Nombre?

¿Nombre? ¿Ella me había dicho su nombre? Recuerdo haberme presentado pero no recuerdo que ella me haya dicho su nombre.

-No lo recuerdo pero es una chica pelirroja y me acompañó ayer mientras estaba en la am…

-No puedo ayudarte si no me dices su nombre –Me interrumpió y siguió mirando sus papeles. Pensé en decir algo pero sería perder el tiempo así que estaba por irme cuando ella susurró algo que no pude escuchar.

-¿Disculpa? –Voltee.

-Dije que si me permitieras una foto contigo tal vez podría ayudarte.

Tal vez la fama no era tan mala después de todo.

-Está bien, me parece un buen trato.

-No sé quién es la chica pero todo el hospital a estado hablando de ti desde que entraste así que le preguntaré a alguna enfermera. –Tomó un teléfono e hizo una llamada que no duró mucho, mientras yo observaba algunos papeles como si en algunos de esos nombres pudiera reconocer a la chica.

-Solo bastó con decir tu nombre –Sonrió –La chica con la que estabas era Misa Bhandari…. “Misa Bhandari” Repetí en mi mente unas cuantas veces, esa chica sí que era rara pero extrañamente quería saber quién era.

La recepcionista tomó la lista de nombres que yo estaba leyendo anteriormente y busco por unos minutos, volvió a rebuscar, apuntó su dedo a algo de la carpeta, algo no estaba bien.

-La chica que buscas Misa Bhandari fue dada de alta anoche pero no firmó su pasé de salida lo que significa que se coló por la salida y se fue.

Esto se estaba poniendo cada vez más raro.

-Tengo entendido que la chica del cuarto es tu novia no es por ser entrometida…

Vaya que lo estaba siendo.

-Pero esa chica Misa Bhandari ¿Quién es?

-Una buena amiga.

Me miro pícaramente como si no creyera lo que acabo de decir.

-Bueno te toca cumplir tu parte del trato.

Después de tomarme un sin número de fotos con la recepcionista llegue a la entrada de la habitación que tenia la luz encendida me estaba preparando mentalmente para el regaño de Lynn. Entre y lo primero que vi fue a Jorge sentado en la punta de la camilla, no había rastro de Lynn, apenas me observó se paro rápidamente en frente de mi, por un segundo creí que me iba a dar un manotazo.

-¿Se puede saber dónde estabas? –Susurro –Le inventé a Lynn que estabas en el patio tomando aire fresco y no sabes lo que me costó convencerla de que no fuera a buscarte. –Me miro con reproche.

-Estaba buscando a la chica –Era uno de mis amigos más cercanos, no podía mentirle.

-¿Todavía con eso? Esa chica no estuvo aquí tienes que darte cu…

-Sí estuvo, le dieron de alta ayer pero no firmo su pase de salida, te digo ella se metió en el baño y no salió –Jorge me hace señas de que Lynn esta en el baño así que bajo mi tono de voz.

-Aja supongamos que fue así, ¿qué te importa esa chica?

-Bueno no me pasa todo el tiempo ver a alguien desaparecer del baño de un hospital.

Jorge se quedó pensando, el era tan curioso como yo, incluso más. Por un momento reflexioné su pregunta, en cierta parte era verdad que me importaba ella, no era más que desconocida pero no una desconocida cualquiera era mi vecina o eso creo.



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En el texto hay: bruja, amor

Editado: 10.06.2021

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