Steven Savarsky
-Viste te dije que era una alucinación tuya –Insistió Jorge agarrando dos cervezas de mi nevera.
-Que no, que no, yo sé lo que vi. Ella entró allí y tú no la viste salir del cuarto –Jorge rodó los ojos -Ella ya te explico, tal vez si salió pero no me di cuenta, tal vez fue una diferencia de unos pocos segundos.
-Ella intentó evadirme la pregunta y entrar en detalles, estoy seguro de eso –Baje la cabeza, pensativo.
-¿No crees que te estás obsesionando demasiado por algo que no tiene importancia? –Dio un gran sorbo a su cerveza.
-Sabes que si algo no me cuadra, me reviento la cabeza hasta que lo haga.
-Si bueno, se me olvidaba tu obsesión por los misterios de la vida –Sonreí suspicazmente.
-¿Qué hablas? Tú también eres así.
-Sí, cuando veo un misterio que valga la pena investigar, no a un tipo drogado que cree que vio a una chica desaparecer de la habitación del baño de un hospital.
-¿Me viste drogado cuando entraste a la habitación? –Negó con la cabeza -¿Entonces?
-Pero tal vez lo estabas.
-Recuerdo cada cosa que hablamos, a la perfección y lo que me dijo Lynn también –Afirmé con mis manos.
-No lo sé tal vez fue un sueño, tal vez fuiste al cielo por un segundo –Rio por lo bajo pero se percató de que hablaba en serio –Si estás tan seguro, ¿Por qué no le seguiste preguntando? Ya sabes, no haberte ido de allí hasta que te respondiera lo que querías saber.
-Porque no vas por la calle contándole a desconocidos como desapareciste del baño de un hospital –Alcé una ceja y miré a Jorge -¿Cierto?
-Tienes un buen punto, lo acepto.
-Aquí hay un gran misterio Jorge, ¿Quieres descubrirlo conmigo? –Dije en tono misterioso.
-Ya sabes la respuesta –Me paso una cerveza –Pero por los momentos concéntrate en tu recuperación.
Dimos un sorbo al mismo tiempo.
-Hablando de otra cosa ¿Qué harás con Lynn?
-No he pensado en ello –Me encogí de hombros restándole importancia.
-Claro has estado muy ocupado pensando en tu vecina de arriba.
Rodé los ojos.
-Dijo que vendría hoy –Me irguió cambiar de tema.
-No pareces muy emocionado.
-Nos estábamos tomando un tiempo, el que venga aquí no se si sea una muy buena idea.
-Bueno me iré antes de que venga y los interrumpa. Te llamaré, no pienses mucho en esa chica pelirroja.
Se terminó la cerveza y se levantó para irse.
-En realidad eso era justo lo que pensaba hacer -Susurré cuando lo escuché alejarse.
Me senté rápidamente en el computador con dificultad por el brazo roto, creo que Jorge tenía razón al decirme que estaba pensando demasiado en esto pero a la final la curiosidad podía más.
Leí la nota del periódico una y otra vez, no le había dicho nada a Jorge sobre lo que escribieron de mi y Misa porque no quería otro discursito de esos suyos. Misa Bhandari era una fotógrafa según esta nota pero jamás había escuchado de ella, también salía en la nota sobre una relación con el cantante Alex Madí, a él si lo conocía, un completo idiota la verdad no comprendía como ella pudiera tener una relación con un niño tan inmaduro. Quité esos pensamientos de mi cabeza y me concentré en buscar toda la información que podía por internet.
Después de unas horas de fotos y entrevistas comprendí que nada de lo que saliera aquí me serviría si quería encontrar algo lo tendría que hacer por mi cuenta, ya que si somos sinceros lo que estaba buscando no era precisamente algo normal.
Tocaron a la puerta, odiaba que me fastidiaran cuando estaba en medio algo, y lo peor es que sabía quien era. Lynn.
Abrí la puerta intentando formar una sonrisa, pero la expresión de Lynn en el rostro me hizo preocuparme, había furia en sus ojos. Y cuando vi lo que tenía en sus manos comprendí porque tenía esa expresión.
Tenía un periódico en sus manos, el mismo periódico que tengo en mi cuarto justo ahora.
Intenté decir algo, pero ella me interrumpió.
-Se que no somos nada en estos momentos, pero pensé que podíamos… sabes arreglar nuestras diferencias y dejar todo eso atrás. Eso pensé cuando te vi ahí en esa cama de hospital.
-Lynn, eso no es…
-¿Por qué no me lo dijiste? Pudiste habérmelo dicho sabes, creí que teníamos una gran relación de amistad, que podíamos contarnos todo.
-Puedo explicártelo –Caviló –Pasa.