Dos Dimensiones

Capitulo XII

 

Misa Bhandari

Después de caminar un largo rato por un parque, y unas largas horas de plática. Decidimos que era suficiente de mi vida por hoy. Me dirigí a mi apartamento y dormí muchas horas. Luego de unos días de descanso de todo esto quedé con el de nuevo para hablar de los compromisos que tenía pendiente y seguir adaptándome a mi nueva vida. Baje hasta la recepción. Allí estaba su auto aparcado.

-¿Cómo dices que te llamas? –Fue lo primero que dije al montarme en su auto.            

-William, William Raymond y por cierto buenos días.

-Bien, creo que me has contado bastante de cómo era yo antes, y bueno pensé que era peor.

-Bien, ¿Preparada para asuntos de trabajo? –Silencio –Tienes estudios de fotografía que supervisar y harás una sesión fotográfica para tu amiga Rachel mañana en la playa.

Ya entendía porque tenía esos trajes de baño en bolsas en la parte de atrás de su auto.

-Revísalos, dijo mientras seguía conduciendo.

-Y yo que pensé que eran para ti.

Arrugo la frente y suspiro.

Los revisé.

-Estos traje baño parecen de abuela.

-¿Qué esperabas? Estuve llamándote por varios días y no contestabas tu teléfono.

-Pues para ser mi manager tienes pésimo gusto.

-Hay una tienda cerca de aquí, es una de tus favoritas, iremos allí.

Llegamos a los pocos minutos, era pequeña pero se veía muy lujosa, había unos pocos empleados con uniformes negros, y las chicas con el cabello recogido. En sus trajes tenían su nombre en dorado, como una insignia que me recordaban a los pilotos

-Misa, tienes tiempo que no pasas por aquí. –Me sonrió una de ellas, que se leí en su uniforme se llamaba Candace. Tenía un labial rojo fuerte en sus labios. Pareció percatarse de mi antipatía y William intervino.

-Se dio un golpe en la cabeza muy fuerte. –Le lanzó indirectas con los ojos –No se siente muy bien. –Susurro como si no estuviera escuchando lo que decía.

-¿Está bien?

Decidí que lo mejor sería apartarme de aquí mientras ellos hablaban.

Esta tienda tenía ropas muy bonitas, y estaba segura que varias de mi armario pertenecían de aquí. Me vi en un espejo la chaqueta larga mostaza que traía puesta con unos botones negros grandes, una chaqueta que en mi antigua vida no estoy segura que podría comprar, los que combinaba con unos botines negros, un pantalón negro corte alto y una blusa blanca corta.

Observe quien era aquí, lo que en la otra vida deseaba ser, aquí ya lo era.

Candace llegó sonriendo con unas prendas en sus manos.

-¿Lista?

Asentí mirando a William que estaba detrás de ella.

Era difícil escoger entre todos estos, la mayoría era todos hermosos con colores vistosos, para mí un traje baño no era la gran cosa pero supongo que para Misa Bhandari eso podía ser diferente. Pero había uno que me llamaba la atención entre todos, el más simple, completo y el que me parecía más hermoso de todos, con el color favorito de Steven. Negro.

Era asimétrico, con un escote en forma de S en la parte de atrás, con algunos toques de brillantina.

Salí del probador, William me esperaba en el sillón rojo en frente de los probadores. Al verme sonrió como con satisfacción.

-Sabía que ganaría. –Se enfocó en Candace.

-De verdad pensé que escogería el de color esmeralda, es tu color favorito. –Pareció regañarme –Bueno, ese también te queda bien, pero pruébatelo el de color esmeralda.

-Se llevará ese, estoy seguro.

-El tiene razón –Respondió.

-Siempre ganas –Hizo una mueca a William.

-Al parecer me conoces muy bien –Me cruce de brazos.

-Mejor que tú misma.

Sonreí, me devolví al vestidor para quitarme el traje de baño y ponerme mi ropa. Pero mi ropa ya no estaba, ni mi chaqueta, ni mi pantalón, ni mis zapatos. Volteé y el vestidor había cambiado de color, en vez de una cortina estaba una puerta. Ya no estaba en el vestidor.

No puede ser que esto me este pasando de nuevo.

Esta vez no estaba donde Prada, eso lo sabía, pero también sabía que Prada hacia esto a propósito, me odiaba lo sabía y no sabía que ganaría con todo esto.

Volví a voltear, había una regadera donde había cosas como espuma de afeitar, unos cuanto los jabones y unas hojas de afeitar, también estaba una tasa de baño cerca, abajo había una caja de arena de gato que necesitaba ser limpiada, un lavamanos grandísimo llamaba bastante la atención con su cerámica azul oscuro y unos toques de negros, había una crema para el cabello con la tapa aún abierta y algunas perfumes usados. Me miré en el espejo ¿Dónde estaba? ¿Qué pensaría alguien si me encontrara así en su baño? ¿Qué pensaría yo si encontrará a alguien así en mi baño?

Tenía que pensar rápido, si tenía suerte quien sea que viviese aquí no estaba. Me acerqué a la puerta escuche a dos personas peleando.

-¡Estas fotos dicen demuestran más cosas que cualquier cosa que digas!

-Esas fotos no demuestran nada, solo basta con observarlas bien para saber que solo quieren ganar dinero a costa de una falsa noticia.

-Si fuera una noticia falsa, ¿Por qué no me habías dicho nada de esa chica?

-Todo pasó muy rápido, tú y yo apenas volvimos a contactar ayer. Estaba esperando el momento para decírtelo. –Silencio, unos susurros más que no pude comprender. Pero reconocía esa voz en cualquier parte, era la de Steven Savarsky y yo estaba en su baño. Esta vez no podría engañarlo.

¿Tal vez tenga el poder de teletranspostarme y no lo sabía?

-Bien, esto tiene que funcionar.

Cerré los ojos con fuerza, pensé en el vestidor, en William y en Candace, una y otra vez, un roce de algo peludo toco mi pierna lo que hizo que me sobresaltara y derramara un perfume que tenía cerca de mi brazo izquierdo, lo suficientemente fuerte como para que alguien me escuchara. Bajé la cabeza, era el gato de Steven.



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En el texto hay: bruja, amor

Editado: 10.06.2021

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