Dos Dimensiones

Capitulo XIV

 

-Lo sabía, todo esto es una trampa. ¿Qué es exactamente lo que quieres después de que cumpla mi objetivo?

-Dinero, nada más.

-No estoy muy convencida de eso.

-Está bien, está bien, no puedo regresarte a tu dimensión hasta que el hechizo haya acabado. Falles o igual tendrás una deuda conmigo así que te recomiendo que no falles.

Estaba entrado en un colapso mental.

-Si gano quiero saber exactamente cuánto te voy a deber.

-¿Sigues con eso? Vaya que eres fastidiosa. –Tomo un papel periódico de una mesa y empezó a doblarlo.

Pisotee con fastidio.

-Dame un segundo ¿quieres?

Terminó de hacer algo con el periódico muy rápidamente, una especie de barquito de papel.

-Esto es lo que quiero si logras tu objetivo –Me lo lanzó y yo lo atajé.

-¿Un barco?

-Algo así, un yate.

-¿Es todo?

-Es todo.

Lo palpé con precaución como si tuviera miedo de que hubiera algo dentro.

-¿Ya quieres devolverte con Steven? Te está buscando como loco, también tu amiguito este… William y por cierto no confíes en esa tal Candace solo te habla por tu fama.

-¿La vendedora?

-No es una vendedora cualquiera, es tu amiga y son muy cercanas.

-Lo tendré en cuenta.

-Algo me dice que no, pero bueno es tu elección. ¿A dónde quieres ir primero?

-Donde William.

-Bien, suerte con esas fachas.

-¿Qué? –Miré hacia abajo, había olvidado que lo único que me cubría era un sweater y que estaba descalza –Espera.

Muy tarde, Prada se despidió con una sonrisa.

-Lo hizo a propósito –Refunfuñé –Aparecí en un parada de autobús, donde el sol me pegaba directo a la cara. Me bajé el sweater lo más que pude pero las personas igual me notaron, varias empezaron a tomarme fotos a escondidas, tanto que solo veía un flash de vez en cuando sin ver a la persona que lo estaba tomando.

Una señora mayor que iba con una niña que parecía su nieta me miro feo y pasó por otro lugar.

Tampoco es para exagerar, no es como si estuviese desnuda.

Un carro negro se estacionó cerca de la parada de autobús, tocó la bocina. Era William. Caminé cuidadosamente hasta montarme, pues estaba descalza. Me monté en el asiento del copiloto.

-¿Puedes decirme donde te has metido? Llevo horas buscándote al igual que Candace.

Candace, el recuerdo de Prada apareció en mi mente “Solo te habla por fama”

-No estoy muy segura de si Candace haya estado tan preocupada.

-¿Por qué lo dices? –Sus ojos azules me miraron de manera extraña.

-¿Qué piensas de ella? Es decir ¿es interesada o algo por el estilo?

-Que sepa yo no tal vez esté un poco loca pero siempre ha sido tu amiga.

-¿Desde hace cuanto?

-Varios meses, me decías que siempre tenía un muy buen gusto en ropa y que siempre sabía darte lo que querías. Y sé que suelen salir siempre.

Tal vez Prada se había equivocado, pero varios meses no era suficiente para conocer a alguien.

-Si siempre solemos salir como dices y que somos tan amigas, ¿Por qué no trabaja conmigo?

-Candace siempre rechazó trabajar contigo y no me preguntes porqué. Solo lo sabes tú –Me miro de reojo –O bueno lo sabías.

Me concentré en el paisaje de la cuidad.

-¿Ahora será que puedes decirme dónde estabas?

-Salí a caminar, estoy bien.

-Se que estas mintiendo.

-Yo no estoy…

-Misa, de ese vestidor no había salidas la única salida es la puerta principal, no pudiste a haber salido por ahí ¿Puedes decirme que está pasando?

-Si te lo digo ¿Prometes que no se lo dirás a nadie? Ni a Candace.

-Lo prometo. Pero primero ponte algo de ropa.

-Bien, prepárate para esto. Pero antes vayamos por una hamburguesa.

Esta vez había decidido sin importar si podía confiar en él o no (omitiendo la parte de Steven claro) no necesitaba que se sintiera mas friendzoneado de lo que ya estaba, decirle la verdad de lo que me estaba sucediendo, necesitaba con urgencia contárselo a alguien. Al principio se rehusó a creer lo que estaba diciendo pero luego se lo tomó más serio.

-Si lo que dices es verdad… donde estuviera ahorita si tu no estuvieras en mi vida. ¿Seguiría representando a esa horrible banda? O ¿Hubiera caído en la ruina por lo mismo? Seguramente la segunda.

-No había pensado en eso realmente. Tal vez solo haya alguien que ocupe mi lugar.

-No me parece tan probable –Cruzo sus manos sobre la mesa, no había probado ni dos bocados de la hamburguesa que ya me estaba pareciendo muy apetitosa –Si es verdad lo que dices algún propósito tendrás que tener aquí.

-¿Cómo así? –Deje de mirar la hamburguesa por 25 segundos.

-No creo que estés aquí por nada.

 Pensé en Steven ¿Solo por esa razón valía la pena estar aquí? Para mí la respuesta era sí, no tenía nada que pensar pero también pensaba en mi familia.

-Debes haber deseado mucho ser una fotógrafa muy famosa…

Di una media sonrisa cuando algo fuera del local hizo que me distrajera, un tipo alto misterioso con camisa negra estaba haciendo una llamada mientras nos observaba.

Me concentré de nuevo en la hamburguesa y olvidé el tema.

-¿Te comerás eso?

Cuando regresé a la urbanización me quedé parada en el umbral de la puerta de Steven muchas veces pensando lo que iba a decir pero no se me ocurría nada, de todas formas en cierto sentido ya me había descubierto lo cual no sabía si era bueno o malo. Un sonido de unas llaves me hizo dejar de caminar en círculos.

-Estaba esperando que aparecieras en la ducha de mi baño.

-Lo siento por eso –Mire al cielo.

-Pero vi por las noticias que estabas demasiado ocupada andando en traje de baño con un sweater mío encima que dejé de hacerlo –Lo miré con los ojos bien abiertos –Esta por todo internet, creo que eres tendencia en estos momentos en memes o algo así –Me observo de arriba abajo –Por lo visto ya te cambiaste.



#11860 en Fantasía
#2505 en Magia

En el texto hay: bruja, amor

Editado: 10.06.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.