Capitulo 2

Camine por la cafetería buscando un asiento vacío, por suerte a lo lejos logre ver una mesa sola, apresure mi paso y me senté en la mesa que recién había visto, busque en el bolsillo de mi chamarra y saque mis audífonos, coloque frente a mí un libro que anteriormente había sido de papá y comencé a leer mientras comía y escuchaba música.

Me encontraba en mi propia burbuja, transportándome al universo del libro, ver cada escenario acompañado de una deleitante melodía, solté un suspiro de tranquilidad, hasta que sentí un toque en mi hombro, el cual reventó mi burbuja, mire hacia mi costado derecho mientras quitaba mis audifonos encontrándome con el chico de mirada penetrante.

— Eres nueva, ¿No? Nunca te había visto en mi clase. 

— Lo soy —dije firme.

— Bienvenida al colegio de mimados, señorita… —hizo una pausa.

— Taylor, Abril Taylor. 

— Abril Taylor, lindo nombre, me recuerda a la bella primavera, flores, un cálido rayo de sol. 

Reí levemente. — ¿Y tu eres? 

— Noah, Noah Peters, un gusto —me extendió su mano. —

Al tenerlo cerca pude admirar mejor su rostro, ya no era intimidante, si no, el de una persona normal, un chico normal. Su cabello era un tanto largo y claro, era un color bastante bello y el cuál, contrastaba con sus ojos oscuros. Tomé su mano formando un saludo, el cual parecía más la firma de un contrato. Me sonrió resaltando dos piercings en su labio inferior y sus dientes perfectos. 

— ¿De donde vienes, Abril?, ¿O eres de aquí? 

— Vengo de Seacity, ¿Tú eres de aquí?

— Claro que sí, nací aquí en el Starcity —sonrió con orgullo.

— Ya veo, así que tú estás aquí desde el inicio.

— Es correcto, mi estimada Taylor, cuéntame de ti, ¿Tienes redes sociales? 

— Si, pero no suelo compartirlas mucho —sonreí tímidamente.

— ¿Te molestaría darmelas? 

Lo mire con sospecha—. ¿Qué pretendes exactamente? 

— Conocer a mi nueva compañera, conozco a todo el mundo, quiero conocerte también a ti. 

Lo mire con una ceja arqueada, él soltó una leve risa, continuamos platicando unos minutos, resultó ser un chico muy agradable, practicaba boxeo, amaba a los animales, no era muy aplicado en sus materias, entre otros detalles. Mientras más platicabamos más agradable era, lo único que era incómodo era las miradas de disgusto de un par de chicas, supongo que era comprensible, Noah estéticamente era encantador y un chico de ensueño, y se encontraba platicando con una chica que nadie conocía. 

— Cuéntame de tu familia, ¿En qué trabajan tus padres? —dijo tomando una uva de su charola del almuerzo. 

— Creo que es muy pronto para hablar de ello. 

— Vamos, creo que ya te interrogue lo más que pude y todo gira a que tus padres son interesantes. 

Reí levemente. — Tal vez en otro momento te hable de ellos, aparte lograste que te diera mis redes sociales e incluso mi número de celular, considerate afortunado —Tampoco es que me lo pidan tanto pensé. 

— Miren que tenemos aquí, te lo dije Abril, que Noah te iba agradar —dijo una voz femenina a nuestras espaldas, ambos nos giramos, se trataba de Emma, Romeo y Axel. 

— ¡Emma! —dijo Noah emocionado. 

— Espacio personal —extendió su mano para detener a Noah, quien desilusionado volvió a sentarse junto a mi. — ¿Podemos sentarnos? 

— Claro, adelante chicos —dije con una sonrisa. 

Los tres caminaron coordinadamente hacia el otro lado de la mesa y ordenadamente tomaron asiento, parecía que habían ensayado por días hasta lograr coordinar perfectamente esos movimientos, Romeo y Axel se encontraban en los costados de Emma, mientras ella estaba en enmedio mirándose en un espejo  retocando su maquillaje, cualquiera que los viera diría que Romeo y Axel eran sus guaruras. 

— Y diganme, ¿De que conversaban? —preguntó Emma mientras retocaba sus labios de un rosa pastel.

— Le preguntaba Abril sobre ella, su vida, su antiguo hogar, etcétera. Es una chica nueva en la ciudad y no sale mucho.

— ¿Enserio? —me miró Emma con curiosidad. 

Reí por lo bajo y asentí sonriendo. — Mis padres se ocuparon de que fuera una chica de casa. 

— Eso es realmente aburrido, Abril, ¿Jamás has ido a ninguna fiesta, plaza, de compras?

Negue. — Salí contadas veces con amigos y no era a fiestas, las fiestas que he ido son a las que mis padres han sido invitados. ¿Es extraño eso?

— Demasiado —dijo entre risas Romeo—. ¿Tienes 17 años o 18?

— 17 en un mes 18.

— 17 entonces —hizo una pausa para retomar lo que iba a decir. — Debes salir, conocer y experimentar, vivir tu vida como cualquier adolescente.

Me encogí de hombros, realmente jamás había pensado de esa forma y no me interesaba mucho ese ámbito, puesto que tengo mis prioridades y son triunfar como mis padres.

La conversación cambió de tema, Emma comenzó hablar de temas que realmente no entendía, nombraba personas que supongo eran sus amigos, Noah y los chicos la escuchaban atentamente como si fuese una diosa griega, sin duda, más de uno de ellos estaba locamente enamorado de ella. Continué comiendo mi almuerzo mientras observaba en silencio, hasta que Emma me miró y sonrió.

— Ahora que lo recuerdo —dijo con una amplia sonrisa. — Este próximo sábado, Layla hará una fiesta en su casa, habrá alcohol, chicos, chicas, música alta, ¿Qué dicen?

— Me apunto sin duda —Noah sonaba muy entusiasmado. 

Romeo y Axel asintieron, después todos se giraron a verme expectantes, esperando una respuesta afirmativa. 

— No lo se, tendría que hablar con mis padres y claro, yo no tomaría o haría alguna locura.

— Oh vamos Abril, solo una noche goza —insistió Emma.

— Lo hablaré con ellos y yo los mantengo informados, pero no tomaré nada —escuche sonar el timbre. — Oh, es hora de clase, te veo allá Noah, adiós chicos —me despedí con mi mano, me giré sobre mis puntas y me fui hacia mi aula. 

Sentí como mi pulso se había acelerado un poco, por un instante sentí la preocupación de haber dado una mala impresión, pero la sensación desapareció al recordar que estudiar era mi prioridad