Hace dos horas que estoy en el área de llegadas del aeropuerto, el vuelo de Tom se retrasó y cuando me avisó yo ya venía de camino. Traté de ocupar mi mente en algo productivo para distraerme, pero no he podido dejar de pensar en los sueños que he tenido últimamente, cada vez son más intensos y los siento más reales. En realidad pienso en eso la mayor parte del día, es imposible no hacerlo.
Me siento mal, porque me emociona saber que veré al chico de mis sueños cada noche, y sé que no es justo para Tom que piense en alguien más, ni siquiera sé si existe o si es sólo producto de mi imaginación, pero como dije antes lo siento tan real, sus besos y la manera en la que dice que me ama me hacen estremecer, aun si estoy despierta y pienso en ello. Es algo que no puedo evitar, se sale de mi comprensión, es como si mi inconsciente se empeñara en traer ese recuerdo a mi mente a cada instante. ¡Recuerdo! ¿Será un recuerdo y no un simple sueño? Siento que me voy a volver loca, entre ese repetitivo sueño y la sensación que he tenido últimamente de que me siguen, no puedo más.
Estoy tan pérdida en el hilo de mis pensamientos que no me di cuenta cuando ingresó Tom en la sala de llegadas. Su sonrisa es de genuina felicidad al verme, su semblante se ve cansado, pero no deja de verse atractivo, como siempre. Me abraza y besa, entonces en ese momento logro reaccionar y corresponderle dándole un gran abrazo.
-¡Cielos, te extrañé tanto hermosa!
-Yo también-. Lo abrazo de nuevo pero aún más fuerte.
Tom me toma de la mano mientras nos dirigimos hacia la salida para tomar un taxi.
-¿Qué te parece si vamos a almorzar antes de ir a casa?- La pregunta me desvía de mis pensamientos, que nuevamente están enfocados en el chico de mis sueños.
-¿Kate?
-¿Ah? Sí claro, es buena idea.
-Perfecto
En el restaurante me esfuerzo por dirigir toda mi atención a Tom, quien me cuenta cómo estuvo su viaje y lo cansado que está, y claro lo mucho que ansiaba estar de nuevo conmigo.
Por supuesto que yo también deseaba volver a estar juntos, el problema es que no pueda apartar a cierto chico de mis pensamientos aun estando con Tom.
Al llegar a casa Tom se dio un largo baño y se fue a dormir un rato. Yo decidí leer mientras él descansa. Al empezar a anochecer decido preparar la cena, cuando la estoy terminando siento unos brazos que conozco bien rodearme la cintura por la espalda.
-Mmm... Huele delicioso amor.
-¿Lograste descansar?
-Sí, extrañaba dormir en nuestra cama. Pero más extrañé tenerte cerca.
-Yo también te eché de menos.- Lo beso con todas las ganas que he tenido de hacerlo estos días atrás.
-Wao, también extrañé muchísimo tus besos. Te amo Kate.
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Editado: 27.03.2024