Capítulo VIII

Tom

Me considero una persona dichosa, mi familia siempre ha estado a mi lado, tengo pocos amigos pero son buenos, amo mi profesión y económicamente me va muy bien. En cuanto a relaciones amorosas, he tenido algunas novias, pero en realidad nunca me había enamorado y mi vida estaba bien de esa forma. Así era hasta que conocí a Kate, desde el momento en que la encontré no pude olvidarme de ella y sinceramente actué de manera apresurada al ofrecerle vivir conmigo mientras lograba recordar o encontraba a su familia, pero no podía ni quería dejarla sola en el estado en el que se encontraba.

Conforme pasaron los días descubrí que es una persona única y especial, y cuando me di cuenta ya estaba enamorado de ella. Aunque ella aceptó empezar una relación conmigo, me aterraba la idea de confesarle que la amo y que no me correspondiera, pero escucharla decir que también me ama fue el mejor momento de mi vida; por lo que creo que es hora de proponerle conocer a mi familia. Al llegar a casa se lo diré.

Salí antes del hospital y decidí pasar a la tienda de Abi a recoger a Kate.

-Hola Tom, imaginó que no vienes sólo a saludar a tu queridísima amiga-. Me reclama Abi mientras me abraza.

-Hola, yo también me alegro de verte-. Me es inevitable no reír ante el sarcasmo de mi dramática amiga, ante lo que ella responde con una mueca.

-¡Como sea! Kate está en la bodega no ha de tardar.

Y así fue, no pasaron ni cinco minutos cuando Kate salió de la bodega y al verme viene hacia mí sonriendo.

-Hola guapa-. La saludo y la envuelvo en un abrazo mientras la beso.-Salí antes y quise pasar por ti, ya quería verte.

-Yo también te extrañaba-. Kate vuelve a besarme, pero somos interrumpidos por Abi.

-Kate ya te puedes ir, no estoy de humor para tanta dulzura, que asco, ambos son tal para cual, al extremo cursis.

-Pero debo ayudarte a cerrar.

-Tranquila yo puedo sola, pero de verdad, si presenció otra escenita de amor creo que sufriré un coma diabético-. Dice Abi fingiendo que va a vomitar.

-Siempre tan exagerada-. Le reclamo.

-¡No exagero! Ustedes sí, con esas muestras excesivas de cariño.

-Sólo dices eso porque tienes envidia.

-No tonto, yo soy feliz así solterita.

-Si tú lo dices...

-Hasta mañana Abi-. Interviene Kate para evitar que Abi y yo empecemos a discutir, como cada vez que estamos juntos.

-¡Adiós! No olvides que mañana almorzamos juntas, sin Tom.

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Después de cenar Kate propuso ver una película en la habitación, aunque ella en realidad no parece estar prestándole atención, está distraída y hasta parece preocupada.

-¿Amor pasa algo?

-Nada, ¿por qué?

-Es que te notó preocupada.

-No para nada, solamente pienso en lo de siempre.

-En que aún no recuperas la memoria.

-Sí.- su respuesta no me convence del todo pero no quiero agobiarla más de lo que ya está por ese tema. Y entonces recuerdo que quiero que conozca a mi familia.

-Te tengo una propuesta para el fin de semana, y así tal vez te distraigas un poco-. Parece que logro llamar toda su atención porque recuesta su cabeza en mi pecho y me mira sonriendo.

-¿Y qué será?

-Quiero que conozcas a mi familia.

-¿Qué, es enserio?

-Claro, ya es tiempo, eres mi novia y vivimos juntos, aparte les he hablado de ti-. Su mirada se vuelve intensa y llena de alegría.

-Acepto encantada.

-Entonces mañana en la noche nos vamos a casa de mis padres a pasar el fin de semana.