Dos mundos - Dos amores

Capítulo IX

Después de 2 horas de viaje en auto hemos llegado a casa de los padres de Tom. Su casa es realmente hermosa, tiene un gran patio, piscina y una bella terraza en la segunda planta. Se nota que viven muy bien, no sé cómo se tomarán el que su hijo sea novio de alguien que no recuerda nada de su pasado, que no sabe de dónde viene ni si tiene familia, o que ni siquiera sepa qué tipo de persona era antes de perder todos sus recuerdos. La verdad todo el viaje he pensado en ello, lo que me tiene muy ansiosa.

Tom me dijo que sus padres salieron a hacer unas compras y que ya casi regresaban, así que él me está enseñando la casa, ya acomodó nuestras maletas en su antigua habitación, la cual según él sigue como antes. Es tan él, super limpia y ordenada, nada extravagante; paredes lisas y blancas sólo con dos cuadros de paisajes colgados, un estante con fotos familiares y libros, un escritorio, un armario, un cuarto de baño y una grande y cómoda cama.

Estoy distraída leyendo los títulos de los libros de Tom, cuando entra a la habitación avisando que ya sus padres llegaron, acompañados de su hermano menor. Y de nuevo me siento ansiosa.

Bajamos tomados de la mano a la sala y allí está su familia esperando para conocerme, todos muy sonrientes por cierto.

­-Familia ella es Kate, mi novia-. Tom me presenta y se posiciona a mi lado abrazándome por la cintura.

-Kate ellos son mis padres Alma y Luis, y mi hermano Ricardo.

-Es un gusto conocerlos al fin.- Hablo tratando que mis nervios no sean muy notorios, mientras sonrío.

-El gusto es nuestro-. Responde su madre sin dejar de mirarme de arriba abajo, pero de forma divertida.

-Hemos escuchado mucho de ti.- Su padre extiende su mano para saludarme.

-Por fin tienes novia, pensé que eras gay.- exclama divertido Ricardo mientras le da unas palmadas a Tom en la espalda.

-Ricardo, deja a tu hermano en paz y compórtate frente a su novia.- lo regaña su madre -¿Kate quieres beber o comer algo?- Alma me toma del brazo y me lleva a la cocina.

-Algo de beber suena bien, hace mucho calor.- estoy recostada en el desayunador de la cocina mientras la madre de Tom me sirve jugo de frutas.

-Ten linda.- me ofrece el vaso con jugo.

-Gracias

-Y dime Kate ¿hace cuánto que sales con mi hijo?

-Mamá déjala en paz, no la bombardees con preguntas.- le recrimina Tom entrando a la cocina.

-Está bien, pero sólo es curiosidad, quiero conocer a la chica que ha logrado que formalices una relación.- Afirma esbozando una sonrisa.

-Alma déjalos tranquilos aunque sea por hoy-. Esta vez es su esposo quien habla.

-Ok ok, ustedes descansen del viaje mientras preparo el almuerzo.
 

Subimos de nuevo a la habitación a cambiarnos para ir un rato a la piscina, ya que el día está muy caluroso y soleado, por lo que pensamos en refrescarnos un rato. 


 

Tom

Estamos en la piscina en casa de mis padres, Kate está acostada en una banca tomando el sol, mientras yo parezco idiota viéndola, he estado así desde que la vi con el traje de baño que anda puesto, el cual es de dos piezas y de color azul. Resalta su color de piel, su cintura y sus pronunciadas caderas. Ella es toda una obra de arte, simplemente hermosa, la primera vez que la vi quede hipnotizado por sus ojos color miel y sus grandes pestañas, desde ese día no he podido dejar de admirar su belleza. ¡Carajo! Estoy perdidamente enamorado de esta mujer, tanto que me asusta.

Durante el almuerzo platicamos y pasamos un buen rato con mi familia, estoy seguro que Kate les agradó y ella se mostró muy feliz al compartir con ellos, lo que me pone muy contento. Mi familia es lo más importante para mí y ahora Kate también lo es, así que ellos se lleven bien es de lo mejor.

En la noche fuimos a la ciudad para que Kate conociera un poco, la lleve a cenar a mi restaurante favorito, le ofrecí ir después a un bar o a bailar, sé que eso le encanta, la primera vez que salimos la llevé a bailar y lo hace muy bien, y lo hemos repetido un par de veces más. Pero ella sugirió que mejor sólo camináramos un poco. La noto distraída últimamente, parece estar pensando mucho en algo la mayor parte del tiempo, algo que le causa intranquilidad. Varias veces le he preguntado qué sucede pero asegura que no es nada, me preocupa que se cierre y no me confié lo que la aflige o lo que siente. También he pensado en la posibilidad que esté recordando algo de su pasado que le preocupe, eso me asusta aún más, porque podría ser algo que quizás afecte nuestra relación. Y yo ya no me imagino mi vida sin ella.




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