Dos vidas, un amor

Capitulo 1

Pov Katherina

Los gritos y apoyo del público me mantenían un poco distraída, era solo exhibición, pero algo me mantenía inquieta, Ashla estaba golpeando demasiado fuerte, con mi habilidad logre mantener a raya sus golpes, los niños parecían fascinados, al parecer solo yo me estaba dando cuenta de todo aquello.

Apreté los puños con fuerza, sin poder hablar demasiado por mi comunicador de voz, si lo hacia ella lo tomaría como una ventaja, solo tenía que someterla y mientras esperaba esa brecha en sus golpes no podía dejar de pensar en lo molesto que resultaba todo aquello.

He golpeado a tipos del doble de su tamaño, ninguno se había contenido, pero ella, ella tenía una rivalidad contra mí que marcaba en lo absurdo, desvié sus últimos golpes y vi como sus hombros se tensaban con frustración.

Las reglas eran claras, yo había ayudado a implementarlas y para esta clase de torneos se tenían que seguir al pie de la letra, una falta y estarías vetado de por vida.

Ashla, Basta! ―grite con una frustración clara en mi voz, pero para ella era su oportunidad de avanzar más, todos los que me conocían sabían que ese tono solo lo usaba como advertencia, una clara señal que mi siguiente golpe podría dañarle su orgullo permanentemente, y Ashla era demasiado orgullosa, esa clase de mujeres con las que no me gustaba gastar saliva.

Los gritos de los coordinadores del torneo la hicieron detenerse, pero no fue por mucho, baje los puños al igual que ella, irritada por toda esa actuación innecesaria, se suponía que solo subiríamos para hablar y solo mostrar algunos movimientos de defensa personal, algo que atrajera a más personas a la academia, pero ella se lo tomo jodidamente personal.

Ambas vestíamos los uniformes y cascos reglamentarios para el combate cuerpo a cuerpo, el visor de mi casco detecto un leve movimiento, fue lo suficientemente rápido como para tardar en cubrirme la cara. La pu-ta cara, el golpe fue ensordecedor dentro del casco, había una única regla dentro del torneo, jamás, pero jamás golpear el casco de tu oponente ¿Por qué? Explicare porque…

Los cascos eran diferentes a cualquier otro casco de torneos de defensa personal, tenían la forma de cascos medievales, lo que significaba que en la parte de los ojos y la boca estaban cubiertos por un cristal similar al de los lentes de montura, un golpe de esa magnitud podía hacer que el cristal se rompiera y podía meterse en tu ojo, todos los niños habían sido entrenados para jamás golpear el casco, quitarlo si, podías sujetar del cuello a tu oponente y tratar de descubrir su cara, era la mayor deshonra.

Ahora ella había aplicado una patada directamente a mi cara, lo que me hizo dar una vuelta y caer de cara al suelo.

Todos habían guardado silencio, un silencio peligroso y entonces escuche una risa. Una que provenía de mí, aquel golpe hubiera noqueado a cualquiera, pero yo solo me sentía mareada, apoye las manos en el sueño mientras me reía, quite mi casco el cual tenía una abolladura y el cristal estaba roto, al sacarlo sentí como cortaba mi piel cerca del ojo, no le preste importancia, porque ahora ella sabría porque me llamaban Harley Queen.

Mis ojos se posaron en alguien entre la primera fila del público. Mi ex, sus ojos fijos en los míos que aun tenia cubierto casi todo el rostro por un pasamontañas, contaba con que no me descubriera.

Mi risa tal vez altero a los presentes, me quite con calma uno de los guantes pasando mis dedos por la herida dándome cuenta del rojo vivo de la sangre manchando mis dedos.

―ay cosita… ―murmure con una calma que conocía muy bien, pero ella al parecer no, porque se mantuvo relajada y a punto de bajarse de la tarima. ―¿en serio crees que con esto tu ex novio va a regresar? ―hable alto, haciendo que sus pasos se detuvieran pero no quiso mirarme.

Sabia porque ella había insistido en subir a la exhibición, su ex, era mi capitán, pero a diferencia de su mente enfermiza, yo respetaba al capitán del grupo, pero en su mente retorcida yo se lo había quitado.

―pequeña y patética cosita… ―ella iba a avanzar ―por eso siempre te llaman la gran zorra espacial, huyes apenas se presta la oportunidad ―eso llamo su atención,

―Qui-an! ―fue un llamado de advertencia de mi capitán, siempre lo hacía cuando me metía en problemas, pero ahora, yo no inicie esto, pero si lo terminare.

Los recuerdos del pasado golpearon mi mente en cuanto deje liberar la adrenalina en todo mi cuerpo. Hoy todos sabrán porque no deben meterse con Qui-an Rina.




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