Primeras impresiones

Capítulo I:

Primeras impresiones

Mi hermana se fue con los gemelos para que le enseñaran un poco la ciudad, yo me quedé en casa pensando en cada mirada de los chicos, no sabía en lo que pensaban porque no pude descifrarlo, así que lo ignore por completo y volví a mi habitación, me quede pintando toda la mañana hasta que regresó mi hermana.

Subió a mi habitación y sin llamar entró emocionada, no entendía qué le pasaba, me quitó las pinturas de mi mano y me llevó al baño, empezó a lavarme las manos rápidamente.

—¡Debora me haces daño! ¿Pero qué te pasa?—quite las manos rápidamente y me las acaricie.

—Vamos a comer con los nuevos vecinos, están abajo esperando, ves así pero sacate la pintura, quiero que me des una buena imagen

—Estás loca, ¿porque iría a comer con dos extraños?

—Por qué nos quieren conocer a las dos, así haces amigos, estás muy amargada.

—No estoy amargada, solo que no me gusta confiar en nadie sin conocerlo, pero no quiero ir ahora

No me hizo caso y cuando me quise dar cuenta ya estaba con ella abajo, me rasque los ojos y mire a los gemelos, mi madre se despidió de nosotras, mientras los gemelos y mi hermana iban primero yo estaba detrás mirando mi telefóno para poner alguna canción de mi playlist, pude sentir a alguien a mi lado así que mire a la persona, era uno de los gemelos, no sabía cual.

—¿Necesitas algo?

—Así que, fan de Ariana Grande, me gustan solo dos canciones de ella, también me gustaba verla en Victorious.

—Perdona, ¿quién eres?

—Oh lo siento, soy Robert Langford, el mayor de los dos por solo unos 3 minutos

—Ah vaya, bueno te repito la pregunta ¿Necesitas algo?

—Solo quería ser amable, presentarme como es debido, pero al parecer no te gusta eso

—No es eso, odio socializar con gente que no me interesa conocer, pero bueno soy Mika Leblanc

—Mika ¿espera eres canadiense?

—Guau que bien utilizas tu cerebro— dije sarcásticamente

—Lo note por tu inglés es… raro

—Acaso sabes que en Canadá se habla francés, ¿no?

—¿En serio? a ver dime algo en francés

—Arrête de toucher mes couilles— me miro con cara de confusión, mi hermana se giró hacía mi.

—Mika eso no se dice, pide perdón

—Ni siquiera me entendió— me lanzó una de sus miradas asesinas así que no me quedo de otra— Lo siento Luka

—Soy Robert, pero da igual, te acabarás acostumbrando

La verdad sabía que era Robert, pero solo lo hice para joderle, no me apetecía seguir hablando con él, eso me dejó pensando, no quería decir que nos íbamos a seguir viendo, bueno éramos vecinos pero eso no tenía nada que ver, porque podría fácilmente cerrar las cortinas y no salir de casa, pero claro, para ir a clase debería verlos a ambos, también si uno de los dos se hacía novio de mi hermana también sería complicado evitarlos.

Cuando llegamos al sitio donde íbamos a comer, me tocó sentarme al lado de Luka, creo que era él aunque tampoco me importaba, mientras los tres volvían a hablar de sus mierdas de universitarios, yo me centraba en la estética del bar, era algo distinta, original y que daba un toque a Hawaii.

—Por eso mi hermana está sola, porque siempre está en su mundo centrada en sus pinturas y sus libros tóxicos

—No hables así de mí como si no te escuchara— mire a mi hermana y me crucé de brazos encima de la mesa— ¿Acaso yo fui la que le rogó ochenta veces a su ex para volver, después de que él mismo te dejará por tu mejor amiga? 

Mi hermana me lanzó una mirada amarga y no dijo nada más, sabía que si mencionaba algo de su ex iba siempre a ganar la batalla, no me arrepentía de haberlo dicho, la verdad es que mi hermana se merece grandes cosas que le pasaron, bueno puedo explicarte un poco mi relación con mi hermana.

Nos llevamos unos 5 años más o menos, yo estaba por tener dieciocho y mi hermana ya tenía 23, caí de sorpresa, mis padres no me esperaban, ellos querían a un niño, pero fui aceptada muy rápido y amada, de todos menos mi hermana, ella siempre me tuvo envidia, pero no la culpo, era más linda que ella, solo que un poco más bajita, pero bueno, ambas tenemos una gran guerra con nosotras mismas, cuando estaba por cumplir tres años mi hermana justo el día de mi cumpleaños decidió hacerme una broma, enfrente de mi cara tiro mi pastel al piso, justo ese pastel era de Stitch.

Desde ese momento nos hacemos bromas siempre, pero mamá decidió poner un stop en esta guerra y castigarnos a ambas, cada vez que una de nosotras haga bromas nefasta a la otra, durante una semana tendrá que lavarle la ropa interior a la otra.

—Bueno, qué quieren podemos pedir cualquier cosa— nos mira Luka o Robert, bueno el que tiene un pikachu en la muñeca— Tenemos comida italiana, rusa, americana, francesa y más