Capítulo VIII:
La lluvia no siempre alegra
Habían pasado unas largas semanas desde el problema con mi madre y el beso con Robert, en el instituto apenas cruzabamos ni una mirada, su novia Laurie siempre estaba allí para molestarme junto a su mejor amiga y mi hermana, Luka pasaba de mi, desde que le dije eso a su hermano, él no quiere saber nada de mí, había veces que pasaba por delante de su casa para ver si estaba en el patio de su casa jugando a Volley con su hermano y sus amigos pero al parecer eso no era así.
Solo me cruzaba con su madre y ella no sabía que había pasado entre sus hijos y yo, tampoco quería decirle, se le veía muy ilusionada y feliz.
Me encontraba en mi escritorio acabando un trabajo de arte contemporáneo, de repente mi teléfono empezó a vibrar, era mi tía mayor, la hermana de mi padre, apenas me llamaba solo para cosas importantes, me sorprendió pero a la misma vez me preocupo un poco.
—Bonjour tante comment vas-tu?
—Elle, ta mère est-elle ici ? j'ai besoin de lui parler—
Me parecía raro pero igual fui a por mi madre, como era de tarde ella estaba haciendo la colada, así que me daba miedo molestarla, más por lo sucedido la otra vez.
—Mamá, la tía Louise quiere hablar contigo—cuando me miró le tendí mi teléfono, decidí esperar en la sala para ver qué decían.
Llegó una noticia que no esperaba que llegará nunca, cuando lo escuché me quedé parada en mi sitio de pie, sin poder respirar bien, en ese momento escuché el llanto de mamá y la puerta principal abrirse, Debora, Robert y Luka entraron riendo, yo seguí en mi sitio, de repente sentí unos brazos agitandome y una cara que amaba viendome.
—¿Hey Mika? ¿Qué pasa?—Robert me agitaba su voz era de preocupación, seguía agitándome, no me sentía en este mundo—¡Debora haz algo tu hermana no respira ni responde!
En ese mismo instante mamá salió de la lavandería, con los ojos rojos y mi teléfono en la mano, estaba temblando, Debora sintió que algo no iba bien, así que se acercó a mamá.
—Mamá, ¿está todo bien?—la voz de mi hermana sonaba lejana y preocupada, yo seguía en brazos de Robert.
—Niñas, su padre falleció…
Ví como los ojos de Robert buscaban los míos, mi hermana soltó un sollozo fuerte, algo dentro de mi que no sabía bien que era, quería gritarle, estaba como furiosa.
—¿¡Tú llorando por papá!? ¡Casi siempre le robabas dinero, le gritabas de que no era un buen padre, para sus cumpleaños nunca estabas con él!—mientras decía eso hacía mi hermana, lloraba de rabia, Robert me acariciaba el cabello para calmarme.
—¡Eso no es cierto Mika! ¡Tu hermana si quería a tu padre, incluso más que tú!—me decía mi madre defendiendo a mi hermana, me estaba entrando una rabia, veía como mi hermana fingía que mi padre le importaba, me daba mucha rabia.
Luka se acercó a mi hermana y se fue a su habitación a consolarla, Robert me agarró de los hombros y me llevó a su casa, su madre no estaba así que podíamos estar a solas.
—Vete a dar un baño, así te relajas, yo iré a prepararte algo para que comas—dejó un beso en mi mejilla y se fue hacía la cocina.
Yo me metí en su baño privado, al verme en el baño quise empezar a llorar, ahora sin mi papá nadie me quería, mi mamá me detestaba, mi hermana me trataba mal, Robert y Luka me ignoraban, aunque Luka lo hacía más seguido.
Me metí a bañar y dejé que el agua relajara mis músculos, mis lágrimas se mezclaban con las gotas de agua, lo bueno de la ducha de Robert es que parecía que estabas debajo de la lluvia, desde que soy pequeña me había alegrado los días lluviosos, pero ahora ni la lluvia alegra, estoy tan cansada mentalmente y físicamente, que ya no me importa verme mal en todo, el mundo me hizo ver que lo único bueno que tengo es nunca decir como me siento.
Cuando salí en toalla, Robert estaba sentado en su escritorio, esperándome y en sus manos estaba un pijama de Lilo y Stitch, al ver mi expresión se acercó para abrazarme, los brazos cálidos de Robert me hacían sentirme como en casa.
—Toma, ponte este pijama y luego ven al comedor, te preparé una sopa calentita, después podemos ver The Crown o si prefieres podemos ver Orgullo y Prejuicio— lo miré y sonreí un poco, sus ojos y los míos conectaron al momento y los labios de él se posaron sobre mi frente.
Robert salió de su habitación para dejarme un poco de privacidad, dejé el pijama sobre su cama y miré toda la habitación, tenía algunas estanterías repleta de videojuegos de la play, algunas figuras de los personajes principales de esos videojuegos y unos libros, me acerque a ver los que tenía y me sorprendió ver, algunas trilogías y sagas que yo amaba, la saga Crave, El gran Gatsby, Los Bridgeton…
No sabía que a Robert le gustaba la literatura, pero me hizo sentir bien, aunque a Robert le faltaba un poco más de cultura.
Bajé ya cambiada, Robert estaba en la cocina preparando su propia cena, estaba de espaldas a mí y lo pude contemplar un poco más, su cabello largo y ondulado, su espalda musculada acompañada de sus brazos también musculados, aunque apenas iba al Gym estaba perfecto.
—Gracias por todo esto Robert, pero no debías, me comporté muy mal contigo—jugué con las mangas del pijama, me sentía culpable de haber tratado mal a Robert—No deberías ser tan bueno