Mientras tanto, Jhon pensaba en un plan para escapar.
Vio una ventana y decidió saltar.
Cayó al lago que había allí
y logró sobrevivir.
Salió del agua y corrió
hasta llegar a una capilla donde vivían unas monjas.
Las monjas lo ayudaron
y, después de una semana, se recuperó.
Entonces volvió a Francia
para buscar a Nina
y a un cura,
para advertirles del mal que venía…
o que quizá ya había llegado.
No sabía con precisión
si el peligro ya estaba en Francia
o aún no.