Dragon Ball: La aventura del ultimo saiyajin.

Capítulo 7: El laboratorio del doctor Maki.

Los recuerdos de la otra línea temporal, el instante en que su espada fue rota y el brazo de su padre resultó fracturado por el androide número 18 le causaron una sensación desagradable en lo que el paisaje cambiaba de ambiente. Poco a poco el terreno se tornaba montañoso, la tierra tan oscura como la misma noche estaba montada con pinos de color verde oscuro, troncos tan anchos como postes y altas copas, también enormes rocas se acumulaban formándose en montículos de grandes tamaños cortado el viento y dotando de todo el lugar con un silbido hipnotizante y lúgubre. Trunks había aprendido a amar cada paisaje que veía, cada sitio al que viajaba le resultaba precioso para ver y sentir.

El laboratorio del doctor Maki Gero se encontraba escondido detrás de una de esas enormes formaciones rocosas. En esa línea temporal Trunks no había encontrado su localización, teniendo en cuenta que no esperaban los androides estos lograron salir a causar terror y caos sin verse envueltos en disputas con los guerreros Z. Trunks llegó a la entrada del que recordaba era el laboratorio, estaba ubicado en exactamente el mismo lugar y su aspecto era el de un sitio abandonado por casi veinte años.

El sitio estaba completamente destruido, las dos máquinas de matar después de haber acabado con el doctor Gero habían hecho estallar todo el lugar, pero simplemente era la parte superficial, las instalaciones más seguras y las diferentes cámaras de los androides habían sobrevivido al ataque y al tiempo, solo desapareciendo la entrada. Trunks descendió hasta el lugar y moviendo un par de rocas de buen tamaño con algo de vegetación creciendo sobre ellas despejó la ruta hacia las cámaras inferiores.

Apenas al entrar Trunks pudo observar tres cabinas, #18, #17 y #16, las dos primeras estaban abiertas mientras que la última se encontraba aun cerrada, cerrada y en funcionamiento. Trunks decidió dejar esa cabina para el final, estaba preparado para lidiar con el robot, pero no quería eliminarlo sin darle la oportunidad de responder, pues tal como su contraparte del pasado podría tener un buen corazón. El muchacho caminó hasta la incubadora de Cell, ese Cell que había eliminado hace pocas semanas y que ya no causaría más estragos en su mundo.

Al fondo de la estancia llena de máquinas y suciedad una enorme computadora, compuesta de una gran pantalla y un teclado con dos enormes servidores del tamaño de refrigeradores a cada lado le hacían la invitación lúgubre para investigar, sin pensarlo dos veces accionó el reactor que se encontraba cerca de la entrada y automáticamente todo el lugar comenzó a brillar con una azulada y opaca luz. De alguna forma todo el lugar había sobrevivido después del ataque de los androides, había restos y escombros por doquier, pero seguía siendo un sitio funcional. Trunks pasó hasta el teclado, donde después de ingresar algunos comandos, tuvo acceso al sistema. La computadora respondió con un fuerte pitido y una pantalla negra con un cursor palpitante en espera de una contraseña de cuatro letras, Trunks lo intentó un par de veces, primero con Maki y luego con Gero, pero ninguna de las dos funcionó.

Trunks algo frustrado comenzó a caminar por todo el lugar, sabía que la maquina tenía un sistema de seguridad avanzado que borraría cualquier dato si fallaba una tercera vez, era un sistema similar al usado por las bases militares y operativas con las que colaboraba su madre y que cuidaban de esa forma sus datos de los androides.

Sus pasos lo llevaron frente a la máquina de #16, en ella el enorme androide de gran poder descansaba plácidamente sin emitir algún sonido. La mirada de Trunks pronto se fijó en una entrada al fondo de la cueva, al parecer era una habitación mucho más vieja que el laboratorio, con una cama y libros que parecían no haber sido usados en generaciones. Esa habitación era la del Doctor Gero, antes de lograr convertirse en un androide había tenido necesidades como cualquier humano, razón por la cual necesitaba de un lugar donde descansar.

Los libros resultaron a Trunks muy interesantes, en ellos había variedad, algunos hablaban de anatomía humana, otros de robótica, también había algunos sobre artes marciales e incluso de esoterismo, pero la colección más llamativa fue una saga completa de bio robótica del doctor Willow, una serie de libros donde la orgánica y la robótica se mezclaban, seguramente era la mayor fuente de inspiración del doctor Maki. 

Mientras ojeaba uno de los libros una foto de tamaño sencillo cayó de entre las hojas, en ella se podía ver un joven militar de cabello rojizo y ojos color celeste, ese sujeto era idéntico a #16, su uniforme de la patrulla roja era portado con orgullo y una mirada llena de convicción definitivamente indicaba que era un soldado destacado. Trunks dio vuelta a la fotografía y encontró una leyenda "Aun desde las trincheras y lejos del laboratorio te haré sentir orgulloso padre" Trunks guardó silencio mientras miraba con recelo la escritura ¿Por qué el doctor Maki guardaba esa foto entre sus cosas? ¿Qué relación tenía el robot con el sujeto de la foto? ¿acaso el doctor Maki era el padre de ese sujeto? Las preguntas lo embargaron mientras salía del laboratorio para mejorar su recepción, sacó el comunicador del bolsillo de su armadura y llamó a su madre.

-Hijo, que extraño que llames a tu madre, los robots no han encontrado nada, pero tengo varias cosas que contarte respecto a la nave. La voz de Bulma se escuchaba entrecortada, aunque era totalmente entendible.

-Madre antes de eso ¿podrías ayudarme con una consulta?

-Claro que si hijo, tu madre es la mujer más inteligente del planeta ¿Qué deseas saber?

-Se que es algo extraña esta pregunta pero ¿el doctor Maki de la patrulla roja tuvo hijos?

-Pues si que es extraña tu pregunta, los registros sobre ese ejercito son bastante confusos, dame un par de minutos para consultar.

Por el comunicador Trunks podía escuchar el tecleo de su madre a velocidad vertiginosa. La super computadora de la CapsuleCorp era una de las pocas bases de datos mundiales que habían sobrevivido a la era de los androides, en ella cientos y cientos de planos y registros garantizaban la supervivencia de las tecnologías humanas, además de millones de datos pertenecientes a múltiples ramas del saber. Entre todo el mar de información existía la investigación de Bulma hacia la patrulla roja en el pasado, con énfasis por supuesto en los avances del doctor Gero y sus relaciones profesionales. La investigación fue hecha en la primera batalla que enfrentaron contra la organización y luego reforzada tras la llegada de los androides, por ello Trunks poseía mucha información antes de viajar al pasado. Después de un par de segundos la voz de su madre sonó por el intercomunicador.



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En el texto hay: dragonball, trunks del futuro, chrono trigger

Editado: 08.03.2023

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