Capitulo 36 - no lo necesito

KAMIR

—Me odio...

Me odio a mí misma, en la profundidad de mi ser.

—¿Por qué? ¿Por qué? —susurros de desesperación brotan de mis labios. Anhelo formar un lazo contigo, un vínculo que trascienda la soledad que me envuelve.

Quizás sea porque eres la única persona que conozco en este vasto mundo.

—Haaa... creo que esta será mi última vez intentándolo. Tal vez debería dejarte ganar, permitir que te lleves mi poder, y con ello, mi vacía existencia. No tengo nada por qué vivir, no tengo a nadie por quien vivir. No soy más que un susurro en este inmenso universo. Al morir, volveré a ver a mi madre y, tal vez, seré feliz...

—¡KAMIR! —una voz estruendosa interrumpe mis pensamientos, resonando en el aire como un trueno.

Miro a mi alrededor y veo a Oreyet, su rostro reflejando una mezcla de ira y preocupación. En mi interior, surge una indignación externa.

—¿Qué crees que estás haciendo, tonta? ¡Eres una imbecil!

—¿Yo? —replico, sintiendo el ardor de su reproche.

—¿Ya has olvidado que tenemos un trato? ¡No podré derrotarlo solo!

Una chispa de inspiración se enciende en mi mente.

—¡Oye, hermano! —grito hacia Kimiri, quien me observa con su habitual arrogancia.

—Sé que ambos enfrentamos problemas, pero podemos solucionarlo. Estoy dispuesta a ofrecerte mi poder, pero solo bajo la condición de que dejes a Orefiyet.

Oreyet me observa con atención, y las palabras fluyen de mis labios sin pensarlo dos veces.

—¡Jajaja! ¿Acaso piensas que cambiaría el poder de Orefiyet por algo tan insignificante como tu fuerza? ¡Por favor, Kamir! La diferencia es abismal.

—Entonces acepta esto —le digo, mostrando el antiguo libro que guarda secretos inimaginables.

La sonrisa de Kimiri se desvanece al instante, pero pronto regresa, más astuta que antes.

—Acepto el trato —declara, y es evidente que no ha consultado a Orefiyet, quien lo observa con una mezcla de confusión y desconfianza.

—Pero primero, quiero que me ayudes con algo antes de aceptar tu propuesta.

—¿Qué? —pregunto, mi curiosidad despertada.

—Se trata de Reur...