Dragones y Brujos

Capitulo 37 - trato hecho

KIMIRI:

No sé qué trama Kamir, aunque en verdad me está facilitando la tarea. Cuando absorba su poder, no habrá quien me iguale; obtendré el poder que tanto he anhelado, el poder de mi padre.

En su rostro, Kamir dibuja una mueca tonta e ingenua, revelando que no valora en absoluto su vida. Oreyet no parece estar contento, al igual que Orefiyet, cuya desconfianza puedo sentir en el aire.

No puedo confiar en Oreyet; su descontento con la decisión de Kamir es evidente. Cuando todo esto termine, no cumplirá con el trato. Sin embargo, aún deseo confirmarlo.

—Heeee —digo, adoptando un tono evasivo—, te explicaré todo después. Por ahora, solo debes actuar como si ya hubieras vencido.

—¿Qué? —pregunta Kamir, su voz llena de confusión.

—Llévame ante Reur, casi muerto. Obviamente, será solo una actuación.

—¿Para qué? ¿Cuál es el fin de todo esto? —inquiere Kamir, su desconfianza palpable.

—Jajajaja, tranquila, no te preocupes. Cuando escuche lo que deseo confirmar, tú solo apartate y yo me encargaré de todo.

—Mmmmm, espera un momento, primero debo pensarlo.

—No voy a esperar mucho tiempo, así que ¡apúrate! Contaré hasta tres, y si no me das una respuesta, tu trato se cancela.

—¡De acuerdo! Qué fastidioso —murmura, y siento el impulso de arrancarle esa expresión de su rostro a golpes.

KAMIR:

—¡¿Qué hago?! ¡¿Qué hago?! —miro a Oreyet, desesperada. —¿Qué hacemos? ¿Qué hacemos? —le pregunto a Oreyet con frustación

—¡Yo qué sé! ¡Fue tu trato! ¿En qué estabas pensando? ¡Estaba más que claro que iba a poner ciertas condiciones!

—¡UNO! —grita Kimirí, su voz resonando en el aire.

—Seguramente cree que Reur lo está traicionando. Si confirma que eso es cierto, lo matará.

—Pero, ¿qué tal si es mentira? Si no lo está traicionando, ¿no crees que ambos se unirán para atacarnos? —dice Oreyet, su preocupación palpable.

—¡DOS!

—Haaa, tienes razón. ¿Qué hacemos? —digo, frustrada.

—En caso de que eso ocurra, tendríamos que enfrentarnos a los dos.

—Mmmm, espera, tengo un plan...

KIMIRI:

—Esos dos han estado murmurando durante un buen rato. ¡TRES! —grito—. ¡Se acabó tu tiempo, Kamir!

—Sí, y ya tengo una respuesta —responde ella con firmeza, y me pregunto qué estará tramando.

—Bien, entonces cerremos las condiciones del trato.

—Quiero que lo prometas con tu sangre —dice Kamir, su mirada fija y decidida.

—Mmmm, no creí que una ingenua como tú conociera esa magia. Bien, así será.

—¡Amo! —interrumpe Orefiyet—. Usted sabe que ese pacto es de doble filo; si se incumple, su magia se perderá por un día entero.

—Descuidado, no incumpliré nada. Sé lo que hago —le respondo a Orefiyet, con una confianza que oculta la inquietud que me embarga.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.