Drakkar: ignition

Capitulo 4: Lazos

Capítulo 4

Lazos

 

"me encontraba corriendo, por un valle verde, intenso, repleto de hermosas flores de colores. el viento soplaba y por algún motivo no sentía mi pelo moverse con él. mi cuerpo se sentía pesado, mi correr era torpe y sin embargo me sentía bien, sentía que aquello era lo correcto. todo era simplemente mejor. el cielo sobre mi cabeza era más azul, las nubes más blancas, el sol más resplandeciente. no había nada más hermoso que aquello ante mis ojos....

pero algo cambio.

de repente el cielo se volvió negro con una inmensa luna roja irguiéndose en su centro, el valle se convirtió en un bosque, oscuro y poblado, con tenebrosos arboles desojados que se inclinaban peligrosamente hacia mi dirección…con miradas insanas clavadas en mí.

"corre"

me dije, pero mi enorme cuerpo no reaccionaba, el bosque se cernía sobre mi y podía sentir como las raíces de los arboles se enroscaban lentamente en mis pies.

"huye!"

gritaba mi mente, pero la imagen me tenía congelada. mi corazón latía con fuerza, haciendo que mi respiración fuese casi inexistente. la imagen ante mí se distorsionaba macabramente haciendo me ver risas terroríficas que me susurraban palabras…palabras que no podía entender....

"CORREEE!!!"

grito una voz familiar, que no fue la mía, una voz con temerosa y fuerte. solo ese grito fue suficiente para que mi cuerpo reaccionase y mis pies empezasen a moverse. rompí las ramas que me tenían presa y lancé mi pesado cuerpo en la primera dirección que encontré, corriendo rumbo a cualquier salida, no tenía idea de cuál, solo sabía que tenía que huir de allí, rápido. regresar a ese valle.

el bosque y la oscuridad no querían darse por vencidos. Figuras de sombras salieron de la noche a mi busca, reptando como serpientes entre las raíces de los árboles que se lanzaban tras de mí. sus manos con garras afiladas estaban cada vez más grandes, cada vez más cerca…si me atrapaban sabía que algo malo pasaría, que no podría regresar....

"hazlo"

dijo la voz una vez mas 

"sé que puedes"

miré a mi alrededor buscando entre las sombras algún indicio de esa voz tan familiar, mas solo pude ver aquellas cosas avanzando tan rápido hacia mí.

"Allison, HAZLO!!!"

algo atrapo mi pie haciendo que mi cuerpo cayese con un golpe seco. podía sentir como miles de pequeñas manos trepaban sobre mi arañando su camino hacia mi rostro. se aceraban rápidamente mientras esas molestas risas llenaban el aire.

"ALLISOOOOOOON!!!"

grito la voz por última vez antes de que la oscuridad engullese mi campo de visión y unos horripilantes ojos reptilianos se fundiesen con los míos"

 

me desperté sobresaltada en mi habitación. una de los cuchillos que guardaba junto a mi cama estaba en mi mano y no tenía idea de en qué momento la había agarrado. aun podía sentir sobre mi esa sensación de asfixia, el miedo punzante, la hiperventilación, como si miles de manos negras demoniacas se apoderasen de mí. pero fue solo una pesadilla... una maldita, terrorífica y asquerosa pesadilla. sin embargo, no podía dejar de sostener mi arma y mirar en alerta a cada rincón de aquella habitación. no había mucho que ver, una habitación de 6X7 con solo una mesa vieja y su silla en un rincón, un espejo roto frente a la cama, la cama de madera donde estaba y el baúl donde guardaba las cosas, justo a mis pies. solo tenía 2 agujeros que consideraba mis ventanas, uno apuntando hacia la plaza, junto a la puerta y el otro apuntando a los callejones detrás de mi tienda. Ningún lugar para que los monstruos se escondiesen, solo un simple y pequeño cuarto vacío. Si yo era consiente de eso ¿por qué estaba tan nerviosa?

"relájate de una vez!"

me auto regañe forzándome a bajar la daga.

"nada va a atraparte"

mi cuerpo cayo pesadamente hacia detrás mientras esperaba a que mi respiración se normalizase de nuevo. me parecía haber corrido kilómetros y kilómetros sin parar. nunca en mi vida había tenido un sueño tan vívido como ese…ni tan, extraño.

- Allison!!

alguien llamaba a mi puerta con golpes fuertes que me hicieron saltar por un momento.

- demonios! - maldije mientras aguantaba mi corazón esperando que no saliese de mi pecho.

- Allison, despiértate de una maldita vez!!!

la voz, que pude reconocer como mi mejor amiga, Gemma, seguía golpeando, de forma insistente, con tanta fuerza que temí que mi puerta fuese derribada de un momento a otro.

- Por el amor de los cielos, Gemma, te juro que, si no paras de golpear mi puerta de esa manera, ¡¡¡te incinerare!!!

una leve risa sonó al otro lado de la puerta mientras me dirigía a abrirla.

- tu? - se burló- tu magia de porquería no podría ni tocarme

intenté ocultar mi sonrisa cuando abrí la puerta de madera, para encontrarme su perfecta figura. Gemma McAllen, señoras y señores, no os dejéis engañar por su bravuconería, ni su manera sarcástica de tomar las cosas, ella no era la GRAN cosa. al menos no en cuanto a músculos o físico. era bella, hermosa, eso sí. con su metro setenta de estatura y su constitución delgada, mi mejor amiga sobresalía como una de las mujeres más altas y esbeltas del clan. su cabello rubio, siempre recogido en una cebolla en lo alto de la cabeza, dejando que tan solo un par de mechones moldeasen su delicado rostro. sus ojos eran prácticamente una rareza, de un color ámbar puro, casi como la miel. ella y sus 4 hermanas eran prácticamente una copia de su madre. mi abuelo decía que la familia McAllen se llevó la ascendencia nórdica de nuestra gente…lo que sea que eso quiera decir.




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