Drakkar: ignition

Capitulo 20: Lazos mas fuertes que la sangre

No recuerdo en qué momento me quede dormida, ni en qué momento mi corazón dejo de doler, solo sé que las sombras de mis sueños me engulleron dejando detrás únicamente el cascaron vacío que era mi cuerpo y solo las luces del sol en mi rostro fueron capaces de despertarme a la mañana siguiente.

- ALLISON!!!- gritaba alguien mientras martillaban mi puerta con fuerza, parecía que llevaban varios minutos haciendo eso por la insistencia de quien llamaba. - ALLY.

- Que? - respondí de mala leche a la par que abría la puerta para encontrar a Gema, la cual me miraba realmente asustada y no tardo en lanzarse sobre mi envolviéndome en un abrazo.

- gracias a los cielos que estas bien- dijo mientras me abrazaba, segundos antes de separarse y agarrarme por los brazos- Se puede saber qué demonios crees que haces al tener una lucha con tu padre!?

- qué? ¿lucha? - había olvidado momentáneamente que la noche anterior literalmente me había ido de manos con mi querido y adorado padre. el recuerdo pareció abrirse paso en mi a la vez que mi cuerpo empezaba a sentirse adolorido. - sí, creo que si luché con mi padre ayer- respondí aun adormilada.

- Crees? ¿¡CREES!?- me zarandeó un par de veces haciéndome sentir algo mareada y tuve que alejarme de ella para poder empezar a pensar con claridad de nuevo- Se puede saber en qué pensabas!? como diablos se te ocurrió la brillante idea de pelearte con él?

- ni siquiera yo lo sé- respondí honestamente mientras me dirigía a mi cama a sentarme- solo me sentía enojada por sus mentiras, nunca fue mi intención pelear.

- ya! eso no te lo crees ni tu- respondió ella de mala gana y se sentó a mi lado- escuche a un par de soldados decir que llegaste irrumpiendo una reunión importante y antes de que nadie pudiese hacer nada ustedes dos habían empezado a luchar y una barrera impedía que todos pudiesen entrar.

- mi padre- agregó en respuesta. - no sé en qué momento lo hizo, pero coloco la barrera...tuve serios problemas con esa barrera- empecé a recordar el mareo que me había atacado acompañado de la leve sensación de asfixia.

- te preocupa la maldita barrera?!

- por los cielos, Srita McAllen, es demasiado temprano para maldecir- la regañe medio en broma sintiendo como poco a poco el sueño se alejaba de mí.

- Yo maldeciré cuanto quiera y a la hora que quiera! - respondió enojada y me señalo con el dedo- y no me cambies de tema, pudiste haberte metido en serios problemas.

- 1: señalar es de mala educación, compórtate- le dije de forma divertida a la vez que bajaba su dedo- y 2: ya estoy en serios problemas, nada podría ser peor.

- podrían expulsarte del clan- esta vez su voz no fue enojada o exaltada...simplemente fue preocupación pura y sincera. algo que realmente me llego al corazón.

- en este momento...no me molestaría largarme de aquí y no volver a regresar nunca. - admití, dejando que simplemente el dolor saliese

- ally...? por qué dices eso? - agarro suavemente mi mano en un gesto fraternal- paso algo más con tu padre? dímelo ahora y yo personalmente iré a golpearle

su ataque de furia me hizo sonreír a la vez que negaba. ella realmente sería capaz de todo por mí.

- no pasó nada más con mi padre- le afirme- no deberías desperdiciar esa fuerza debilucha en él, es una presa dura de roer.

ella se alejó un poco y me mostro su flacucho bíceps, hacia una pequeña contracción intentando mostrar su musculo y sonreía con prepotencia. 

- no me subestimes, Las mujeres de la familia McAllen somos chicas duras- una leve carcajada abandono mis labios ante la idea de Gemma lleno a recriminarle a mi padre. definitivamente eso lo dejaría sin palabras, a él y a la mitad del clan.

- no lo dudo- ella me sonrió alegre, al parecer había imaginado lo mismo que yo, pero solo unos segundos después me miro con confusión.

- y entonces que paso? ¿si no fue la lucha con tu padre, que fue?

suspire, tenía que afrontar mi estupidez tarde o temprano. tenía que hacer consiente a mi corazón de que pronto nada de lo que el sentía debía existir. era ahora o nunca.

- yo...le bese.

- a tu padre?!- se escandalizo y por un par de segundos tuve ganas de lanzarle algo, pero simplemente negué.

- Que?! no! ¿cómo voy a besar a mi padre?

- que alivio- respondió llevándose la mano al pecho- en ese caso si hubieses necesitado salir de aquí corriendo.

- que graciosa- dije cínicamente y ella me saco la lengua.

- entonces a quien besaste? - esta vez no respondí, solo mordí mi labio y bajé la cabeza, ella me conocía, conocía cada maldito gesto que yo hacía, cada maldita señal y aquella no le fue ajena, sorpresiva? quizás. ¿pero ajena? nunca- no...no, no… ¡¿En serio?!

-si...

- no puede ser!!- exclamo con una sonrisa- besaste a Caleb? 

- si- repetí 

- Al mismo Caleb que pienso? a Caleb: ¿señor rubio sexy? a Caleb el novato prodigio? a Caleb...

- va a seguir poniéndole apelativos? - le pregunte algo cansada y ella solo estallo en un huracán de felicidad.

- Por todos los cielos!! cómo has...? como es...? por todos los cielos!!!- su asombro era tal que me hizo preguntarme si ella alguna vez había pensado que yo sería capaz de besar a alguien, al seguro que no. - y que paso? ¿cómo fue? habla!

- no fue...nada, solo lo bese- conteste simplemente, dejando que mis emociones saliesen a la luz.

- y el que hizo? - volvió a preguntar emocionada más la sentí apagar esa llama cuando se percató de las lágrimas en mis ojos. - ally...te rechazo?

me reí mientras las lágrimas caían por mis mejillas. 

- lo cierto es que...ni si quiera hizo falta. - utilice el darse de mi mano y limpie mi rostro. no necesitaba seguir llorando- solo confirme algo que ya sabía.

 

- pero, que paso? ¿que hizo? te dijo algo? - negué despacio.

- no dijo absolutamente nada, de hecho, no hizo absolutamente nada…solo me miro, consternado, con miedo y luego se fue.




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