Drakkar: ignition

Capítulo 33: Preludio

CAPITULO 33:

Preludio 

 

 

Me deje guiar por mi hermano más allá de mi tienda, caminando por toda la plaza hasta llegar a la Tienda de mi padre. varias personas nos miraban asombrados, una que otra ovación surgió de ellos y por alguna razón me recordó al día que fui aceptada para presentarme a la prueba junto a mis 16 compañeros, el momento en que el pueblo vio que nosotros seriamos sus posibles héroes. me sentía orgullosa de mí misma por haberlo logrado...y ese solo pensamiento hizo que el dolor desapareciese.

la tienda del líder era grande, la más grande del clan, pero hasta ese momento no había notado que tanto. mi hermano me guio por sus corredores, haciéndome pensar que iríamos a la sala de tratados o a alguna de las otras habitaciones, sin embargo, me sorprendió dando un giro a la izquierda en uno de los pasillos y abriendo una puerta doble que conducía a una escalera…que iba hacia abajo....

- un sótano...- ni yo misma podía creerlo. Jasón parecía disfrutar con mi asombro ya que sonreía ampliamente.

- aquí es donde se realizará el ritual. padre lleva tiempo organizando este sitio- explico- teníamos la esperanza de llegar a utilizarlo antes de emigrar a un nuevo refugio.

y vaya si había estado organizándolo!

las escaleras estaban iluminadas a cada lado por unas antorchas que no dejaban cabida a ningún lugar oscuro y una vez llegamos abajo un enorme salón del tamaño de toda la propiedad nos dio la bienvenida.

el suelo de madera había sido construido por los artesanos del refugio, hermosos grabados con runas se mostraban como un diseño de mosaico por todo el lugar. las paredes de piedra habían sido talladas para simular ladrillos finamente organizados y del centro del techo colgaba un candelabro de flamas doradas, probablemente era algún hechizo de mi padre, todo con el fin de crear un Ambiente único.

no éramos los únicos alli. todos los rostros se voltearon a nosotros cuando llegamos a la estancia. las familias nobles, miembros importantes y los rangers del clan se encontraban alli abajo, todos vestidos igual de elegantes que nosotros disfrutando de la comida que estaba servida en las mesas al fondo de la habitación o dejándose llevar por la música que tocaban los artistas a nuestra derecha. casi 50 personas alli abajo y había espacio de sobra para otros 100 más...simplemente wow

Jason me guio más allá de las miradas y los comentarios de asombro, caminando a paso lento hacia donde mi padre, que aún nos ignoraba, se hallaba.

aquello rebasaba a cualquier celebración que alguna vez el refugio este hubiese tenido (bueno, supongo que todos los demás rituales se los habrían tomado igual)

sin embargo, hubo algo que me llamo la atención por encima de todo aquello

- que son esos cristales en las paredes? - pregunte a la par que miraba las extrañas gemas que refulgían en tonos azules y verdes.

- son cristales de contención. ya que ustedes liberaran su transformación aquí debajo, padre los mando a poner.

- para que sirven?

- absorberán el excedente de magia. - explico- los nuevos pueden desencadenar transformaciones entre ellos cuando es la primera vez que lo hacen. una transformación forzada no es agradable.

- transformación forzada? ¿quieres decir que podemos obligar a otros a transformarse?

el rio por lo bajo tratando de no llamar de más la atención del resto de las gentes que ya volvía a prestar a tención a sus cosas.

- no intencionalmente. los novatos se sobresaltan ante tanta magia y debido a eso ocurren transformaciones en cadenas. - negó despacio riéndose de mi ignorancia- sin embargo, hay alguien que si puede obligar a otros a transformarse.

- quien?

- padre

respondió justo antes de que llegásemos. por primera vez en mi vida miraba al hombre que tenía ante mis ojos con algo más que simple odio. Mi padre al igual que todos los demás alli, también llevaba unas ropas inusuales para él. su vestimenta era parecida a la de mi hermano, exceptuando el hecho de que su traje no era negro, si no gris oscuro, casi podría jurar que se veía de un tono azul como sus ojos...o los míos.

- veo que usaste el regalo- dijo este mirándome de arriba a abajo- tu madre habría amado verte.

asentí levemente sin saber que decir.

- me comentaron lo que hiciste en el examen. una matriarca, eso sí es todo un logro. - prosiguió ignorando mi silencio- espero que de ahora en adelante seas tan eficaz como demostraste ser.

- estas molesto porque no me rendí- concluí debido a su tono forzado. mi padre nunca había estado de acuerdo conmigo siendo una ranger.

- ya no tengo derecho a molestarme- declaro- ni tu a cuestionarme. de ahora en adelante ya no eres Allison Pierce, la hija del líder del refugio este; solo serás una ranger y te tocara hacer tus méritos por eso.

sentí una de mis usuales risas cínicas surgir al exterior, pero hice lo posible por controlarla.

- puedo vivir con eso. - respondí con una sonrisa. ya había decidido que nada ni nadie me arruinaría ese momento, me lo había ganado.




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