Capítulo 50: Suposiciones
—¿Tú lo sabías antes que todos nosotros? —me preguntó Nick al día siguiente, aunque lucía tan confundido como antes.
—Me enteré por casualidad, en realidad —hice una mueca—. Fue al volver de la fiesta de Halloween que la encontré llorando porque Riley se había enterado, a pesar de que nunca me dijo cómo se enteró, e incluso se hizo la prueba de embarazo en mi presencia.
—¿Es en serio? —insistió, y yo me encogí de hombros— Creí que la odiabas, que se odiaban mutuamente.
—Es más complicado que eso, Nick —negué con la cabeza, y él me agarró por el brazo para que dejara de caminar—. Esto no es como decirnos groserías mutuamente o teñirle el cabello de azul por venganza, esto va mucho más allá de los límites de Ridgewell, ¿sabes? Es la vida real, y sé que fuera de este colegio ella esta completamente sola en el mundo. Y nadie, ni siquiera ella, debería sentirse de esa forma.
Nick pasó un brazo sobre mis hombros y depositó un largo beso en mi coronilla antes de seguir caminando en dirección al parque de la pantera.
—¿Por qué dices eso? —volvió a preguntar mientras apretaba mi mano izquierda con la suya.
—Porque sus padres son exactamente como los padres de Johnny, los he conocido hace unos años cuando aún éramos amigas. No son la clase de persona que recibiría a una adolescente embarazada con los brazos abiertos, son los que la echan de su casa para que se las arregle allá afuera como pueda. Ella también lo sabe.
Asintió un poco con la cabeza y seguimos caminando hasta que nos entramos con los chicos sentados en un círculo sobre el pasto. Nos acercamos a ellos y nos sentamos junto a Summer y Johnny.
—Hola, extraños. —dije con una sonrisa.
—Hola, Zanahoria —me sonríe Johnny, y procedió a pasar un brazo sobre mis hombros despreocupadamente, no sin antes darle una mirada de advertencia a Nick—. Capitán. Justo estábamos hablando sobre ustedes, preguntándonos donde demonios se habían metido.
—¿Otra vez criticándome?
—Pues claro, mira ese cabello tan malgastado y quebradizo —niega con la cabeza Pat, convirtiendo todas las "s" en "z" a posta, poniendo una mano en su mentón—. ¡Y esas puntas abiertas! ¡El horror!
Dejé escapar una risa al ver como Summer le fruncía el ceño a su novio, quien rápidamente le besó la mejilla desaireadamente.
—En realidad, hablábamos sobre Chanel —me explicó Freddie, bajando un poco la voz—. ¿Oíste las noticias que andan corriendo por el campus?
—No te vayas a caer de culo, Zanahoria, pero ¡tu archienemiga está embarazada!
—Ya lo sé, torpe —gruñí, pegándole en las costillas al ver como gritaba a los cuatro vientos, aunque no era como si nadie supiera lo que había ocurrido—. Ella misma fue a contármelo ayer por la noche, poco después de que la relegaran del puesto de capitana.
—¿¡La relegaron de las porristas!?
—¡¡Johnny!! —coreamos todos, y él se ganó varios golpes.
Dejé escapar un suspiro bastante sonoro y apoyé la cabeza en el hombro de Nick, ya que mi mejor amigo me había soltado luego de que Patrick y Freddie lo atacaron a manotazos, y les conté más o menos la situación que habíamos vivido la noche anterior.
—¿Y por qué estabas al tanto y no nos dijiste nada? —reprochó Summer, y la miré con extrañeza.
—Porque no es de mi incumbencia, Sparkie. De ninguno de nosotros, en realidad. Ella decidió contármelo porque pensó que sabría guardar el secreto, y yo no iba a andar gritándolo a los cuatro vientos.
Patrick empezó a refunfuñar sobre cómo alguien como ella no merecía ser tratada de esa forma y, a pesar de que un lado de mí me decía que tenía razón y que debería dejar de ser tan caritativa con quien había convertido en un infierno mi vida, mi parte humanitaria me repetía que todo el mundo necesitaba una segunda oportunidad.
—De hecho... me pidió que la acompañe a hacerse una ecografía esta tarde.
Pude ver como Johnny se volteó a verme como si me hubiese zafado un tornillo, aunque los demás tampoco reaccionaron de forma muy diferente tampoco.
—Scarlett Evergreen, ella es Chanel Larrose. ¡Nosotros la odiamos, recuerda!
—¡Tú no me hagas empezar a hablar, rubio! —lo amenacé, y él se mordió la lengua ante la amenaza— Además, ¿qué tiene de malo?
—¿Crees que ella haría lo mismo si fuese al revés? —bufó Patrick.
—Probablemente no, pero ella no los tiene a ustedes como yo, ni tiene unos padres como los míos. Ella no tiene a nadie más a que a sí misma, porque no hay nadie en todo el equipo de porristas capaz de poner las manos en el fuego por nadie excepto su propia persona.
Esta vez, nadie cuestionó lo que dije. Era consciente de lo extraño que sonaba decir todas esas cosas en voz alta, pero sabía que si le daba la espalda y dejaba que se las apañara sola, no sería mucho mejor que lo que ella fue hace unos años cuando me humilló en frente de todo Ridgewell.
—En realidad, creo que es bastante bondadoso lo que haces por ella —interfirió Nick por primera vez, tomándome de mi mano—. Ninguno cree que realmente se lo merezca, pero aún así lo haces.
Nadie volvió a intervenir en el asunto, sino que Freddie desvió la atención a los rumores que empezaron a esparcir las porristas esa misma mañana. La cuestión más picante del asunto era quien era su padre, y todo el mundo parecía tener su teoría.
—Yo creo que el padre del niño es el mismísimo diablo. —inquirió Johnny entre sonrisas, y entonces sentí el color escapar de mi rostro.
Johnny.
Nunca me había puesto a pensar realmente en cómo podría estar vinculado su embarazo con el encuentro que mi mejor amigo había tenido con Chanel durante la fiesta de Bienvenida, y empezaba a sentirme estúpida por no hacerlo. Supongo que, en algún punto, creí que él había sido lo suficientemente inteligente para usar protección, aunque analizándolo en frío, con Johnny uno nunca sabía.
Johnny teniendo un hijo con Chanel Larrose. La idea me dio un dolor de estómago tan fuerte que sentí que podría vomitar en ese instante.