Dramas Paralelos

Nuevas Amistades

Lunes, 12 de Agosto.
 

Entré al colegio casi corriendo por la puerta principal para alcanzar a Dalia que estaba caminando distraída con su celular.

- ¡Hey! ¡Daly! —grité a lo lejos. Ella se giró hacia mí con el celular en la mano.

- ¡Mía! ¿Cómo estás? —me saludó con un beso en la mejilla. Y nos quedamos de pie en el medio del patio cerca de las escaleras.

- Genial, genial, genial. No te imaginás lo que acaba de pasar. —dije casi en un grito.

- ¿Qué pasó? —me miró sorprendida.

- Un tal... Lautaro... Schonder... Schiender... o... —intenté pronunciar— Bueno, algo así es el apellido. —soplé y rodé los ojos— Da igual. Me envió la solicitud... —mi sonrisa se volvió enorme y ella abrió sus ojos espantada con apenas una expresión de miedo— ¡Y sabe todo de mí! —coloqué mis manos en mis mejillas con excesiva emoción— Te juro que me quedé helada. ¡No lo puedo creer! ¡Estoy tan emocionada!— hablé haciendo gestos con mis manos exageradamente rápidos.

- ¡Pará, Pará un segundo! ¿Querés decir Lautaro Schneider? —habló confundida juntando sus cejas y entrecerrando un poco sus ojos oscuros.

- Siii, el mismo. ¡Es tan lindo! ¡Tan agradable! —giré los ojos hacia arriba en un movimiento rápido y sonreí.

- ¡Es el chico más popular del colegio! —explicó levantando sus cejas.

- ¿Ah si? Él dijo que yo soy muy nombrada acá, solo por el hecho de ser nueva. —comenté.

- ¡Waw! ¡Qué copado! —dijo con una sonrisa desconfiada.

- De repente, me empezaron a llegar un montón de solicitudes de amistad de todas partes. No conozco a nadie. Pero, de todos modos, ¡Esto es increíble! —solté con un hilo de voz sonriendo llena de felicidad.

- ¿Te habló por face? —preguntó sospechando algo.

- Siii, primero me quedé extrañada, pero después me di cuenta de que no es un mal chico. —opiné sincera.

- Mía... yo no quiero ser mala onda, pero... —no sabía cómo decir lo que iba a decir. La miré expectante. Sabía que ella no quería herir mis sentimientos— ¿No te parece todo muy raro esto de que un chico tan importante como él te mande la solicitud.... por face... así de la nada? Y que te diga que ¡Sos popular! O sea... algo raro hay atrás... Y no sabés si es realmente un buen chico, ¿Cómo podés saberlo si ni siquiera se conocen? —concluyó con honestidad.

- ¡Ay, Daly, no seas tan desconfiada! —me reí un poco— ¡Es un buen chico! Y no sé cómo... simplemente lo sé. —declaré despreocupada— Además, me dijo que va a hablar con Maite por la discusión del otro día... —informé.

- ¡¿Hablar con Maite?! ¡Con más razón, esto va a traer problemas! Sabemos que ella no es de confiar. —habló con cierta preocupación.

- Me dijo que no va a decir nada, porque de cualquier manera se pudo haber enterado. —traté de explicar.

- Seguro que es amigo de ella y te hace el verso para caigas en alguna maldad de ellos. —supuso con desconfianza.

- ¿Vos decís? —dije con una sonrisa apagada.

- Y sí, porque... ¿Por qué un chico te va a hablar así de la nada? —intentó hacerme reaccionar.

- ¿Y las solicitudes? ¿Y los mensajes? —solté con curiosidad.

- Bueno, eso puede ser, pero-  —comentó, pero le interrumpí.

- ¡Daly! Vos... Tranquila. No va a pasar nada. ¿Está bien? —afirmé con seguridad.

- Está bien. Pero tené cuidado. —advirtió con una expresión triste en su rostro.

 

Sonó el timbre para entrar a clase.

 

- ¿Vamos? —pregunté mirando al preceptor que estaba cerca de nosotras entre la multitud.

- Vamos. —ella aceptó y caminamos hacia la escalera.

 

~~~

Miércoles, 14 de Agosto.
 

Iba a ser un gran día, simplemente lo sabía. Ibamos a salir con Dalia (Sí, al final la convencí para que me acompañara... no podía ir sola, eran dos chicos), Lautaro y Máximo a Burguer King en el centro de la ciudad.

Yo estaba usando mis Converse negras, un jean negro gastado, con una camiseta negra de modal, un buzo gris oscuro y una campera de jean azul. Mi maquillaje natural como siempre y mi pelo cobrizo suelto con mis ondas naturales y algunos mechones lisos.

Mi amiga estaba vestida con unas botas bajitas negras, un jean azul marino, una camiseta verde olivo y una campera de peludito marrón claro con capucha. Su pelo largo liso estaba semi-recogido en una media cola de caballo y sus ojos estaban maquillados con un leve delineado en color negro con sus pestañas arqueadas con rimmel y sus labios con un toque de brillo transparente.




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