Dream Melodies

XI

Samanta

Una ultima pincelada le di al regalo de Darling, faltaba casi nada para su cumpleaños por lo que el resto del día, luego de estar un rato con Sebastian, me dedique a terminar su regalo...

Luego de ver el resultado, el cual me dejo satisfecha, opte por dejarlo en la mesa con cuidado, con la ventana abierta para mejor ventilación de mi habitación a la vez que el aire entraría en dirección directamente a donde estaba la pintura. 

Ingrese al baño para lavar mis manos que estaban manchadas por la pintura, al verme en el espejo vi que mi rostro también tenia pequeñas manchas que provocaron que soltara una pequeña risa, regrese a mi mesa de trabajo, para tomar mi celular y al ingresar nuevamente al baño, ante el espejo, decidí tomarme una foto...

Ahora me encontraba viendo una película con las chicas, Elena se quejaba de lo irreal de los hechos, a la vez le exasperaba algunos personajes, mientras que Alisson se conmovía con cada escena y decía que no le pasaba, yo por mi parte estaba neutral.

- Como que el príncipe, no se de cuenta, tiro la almohada a la televisión- comento la castaña a mi lado.

- La tiras y te mato - le aclaro la pelinegra a mi otro lado.

- Es que como puede ser tan ciego,  desespera... Si pudiera entraría a la película y le doy con la sartén - refuto Elena.

- Todo ocurre por magia, no es que este ciego... Solo que si es un tonto al no hacer nada incluso dándose cuenta de que no siente nada - esta vez le dijo Alisson a la castaña que estaba comiendo palomitas.

Ante eso Alisson se las quito, a lo que Elena le tiro la almohada generando que las palomitas se cayeran.

- Elena, mis palomitas... Esto es traición - el dramatismo de Alisson venía a causa de su adicción por las palomitas. 

- Quedan más en la cocina - le dije a mi amiga para evitar que se ponga a llorar.

- Pero siento pena por estas - respondió, señalando las del piso - Se perdieron - comento con un pequeño puchero. 

- Voy a traer algo para recogerlas - dijo la castaña culpable de las palomitas caídas. 

- Iré a servir las que quedan - mencione para consuelo de mi amiga, quien se quedo en el sillón mientras Elena regresaba a recoger y yo me iba a la cocina, lo ultimo que vi fue a Alisson haciéndole la ley de hielo a la castaña.

Mientras servía las palomitas y le agregaba mantequilla para mejor sabor, el sonido de un mensaje proveniente de mi móvil, llamo mi atención.

Al revisar, una parte de mi no se sorprendió al ver que era Sebastian, finalmente había logrado que le diera mi numero celular hoy luego de tomar desayuno, luego del encuentro en el parque, quedamos de vernos al día siguiente y así fue, la sonrisa al dictárselo jamás la olvidaría, vaya que tenía interés en conocerme... Aunque yo solamente lo podría ver como un amigo, estaba decidida a centrarme en otras cosas, igual su insistencia al menos por ser amigos, seguía... Por ello me dejo en claro que muy probablemente me escribiría esa noche...

¨Buenas noches Samanta, como te dije... Cumplo lo que digo, así que aquí esta mi mensaje¨

¨Ya lo veo Sebastian, de igual manera buenas noches¨ 

¨Me alegra que contestes rápido... Ahora te tengo una propuesta¨

¨No abuses de tu suerte del día¨

¨Justamente porque estoy con suerte es que me animo a pedirte que salgamos en estos días¨

Su invitación me descoloco un poco, no la esperaba tan pronto, el mensaje sí pero no la propuesta de una salida, por lo que solo me limite a decirle que...

¨Déjame ver mis tiempos en estos días...¨

Luego de eso salí del chat y justo ingresaron mis amigas a la cocina.

- Nos preguntábamos porque tardabas - dijo Alisson, rápidamente dirigiéndose hacía el recipiente con palomitas.

- Hablaba con alguien por mensaje - conteste, acercándome a la refrigeradora para sacar el jugo de naranja.

- Hace poco llegaste a Argentina y ya estas de casanova.... Despechada por Dereck? - comento Elena a modo de broma con ganas de molestar.

- Primer punto, no... No lo estoy - aclare, sirviendo tres vasos de jugo - Y segundo, sobre Dereck... Ni siquiera me afecto la ruptura.

- De verdad nunca sentiste nada por el? - me pregunto la pelinegra adicta a las palomitas.

- No palomita - le respondí, ante el apodo, su mirada se clavo en mí con un semblante serio.

- Me gusta el apodo - comento la castaña, tomando de su vaso.

- A mi no - refuto Alisson.

- Y justamente por eso se queda - le dije para limitarme a tomar mi celular con mi vaso y salir de la cocina para volver a la sala, mis amigas segundos después me siguieron y volvimos al debate de hace rato, con la advertencia de que Elena no podía meterse con las palomitas de Alisson...

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Por otro lado, Vasco y Fabian se encontraban recorriendo todo el centro comercial, cada tienda con productos femeninos la habían visitado a insistencia del chico con lentes, quien quería encontrar el regalo perfecto para la próxima cumpleañera...

- Podemos parar? - pregunto Fabian cansado por llevar horas caminando - Tomemos algo para refrescarnos y seguimos, te parece? - le propuso a su amigo, al notarlo inquieto por no encontrar nada que le gustara o más bien que le gustara a Darling.

- Vale, si esta bien... Lo siento - contesto Vasco tomando asiento junto a su amigo quien por el cansancio se sentó en la primera banca que encontró.

- Se lo importante que es esto para ti pero por favor... Un breve descanso no nos hará mal - menciono el castaño.




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